Pequeña promesa [#1]

Capítulo 11

Capítulo once: Dementes es igual a ¿Amigos?

—Bien, ya estamos en casa. —informó mi madre aceptando gustosa la mano de mi padre quien la ayudaba a bajar del auto.

El viaje de regreso fue extrañamente tenso, Oliver estaba desde la mañana bastante raro, demasiado callado y retraído, no me habló, ni siquiera me miró, absolutamente nada, incluso le devolví su manta —aunque parezca estúpido creí que esa era la razón de su actitud—, pero simplemente balbuceó un «ajá» acompañado de un asentimiento cuando le agradecí por su gesto.

Comenzaba a molestarme y, he de decir, que estaba de muy, pero muy, buen humor, la causa tenía nombre, apellido, cabello negro, ojos azul oscuro y unos suaves y carnosos labios.

No me mal interpreten, siempre dije que había un motivo para no babear por Oliver White y aquel motivo era Logan Smtih. Claro que tener novio no significaba no poder apreciar la belleza de mi amigo de la infancia.

Fue la mejor sorpresa que me pudieron dar, digo ¿Quién no estaría feliz de ver a su novio, el cual pensaba que estaba en otro país?

Exacto, estaba dichosa de tenerlo de nuevo a mi lado, estaba llevando bien el hecho de que ya no estaba cerca, pero verlo de nuevo, en medio del bosque, fue magnifico.

Se me aceleró nuevamente el pulso como pasó al verlo horas atrás.

—Oye, Oliver ¿Quieres salir al rato? —preguntó mi hermana, le agradecí mentalmente por eso. Yo quería invitarlo, pero no era capaz de decirle algo por temor de ser ignoraba por milésima vez.

Ambas lo miramos expectantes.

Oliver estaba apoyado en la Van, con sus brazos cruzados y audífonos en sus oídos. Rodé los ojos, decidió a la mitad del camino que sería más fácil ignorarme con tapones en sus orejas.

Estuve a punto de quitárselos de forma grosera, sin embargo, me controlaba, mi consciencia y Emma me pedían que me mantuviera en calma.

¿Estaría en sus días? ¿Los chicos también tenían sus días de irritación? Matt decía que sí, Caleb y Dylan siempre lo negaban.

Sophie caminó hasta quedar enfrente de él, agitó su mano frente a su rostro, Oliver reaccionó retirando sus audífonos e hizo un gesto de confusión. Con la misma expresión él preguntó:

— ¿Qué decías? —dijo y su frente se arrugó un poco al verse desorientado.

—Decía...—Sophie inevitablemente rodó los ojos, fastidiada—. Que si quieres salir en la tarde. —repitió pausadamente.

Oliver hizo una mueca que no supe interpretar.

—Mmm...—me miró un momento y al instante le sonreí, pero su expresión seria y de disgusto no cambió—. Lo siento, no puedo, estaré ocupado. —retiró sus ojos de los míos y se encogió de hombros.

Eso me molestó un poco más, apreté los labios para no reprocharle lo tonto que era su comportamiento. ¿Dónde estaba el Oliver amable?

—Así que estarás ocupado —dudó mi hermana entrecerrando los ojos con desconfianza. No le creyó absolutamente nada. Yo tampoco—. ¿Cuáles son tus planes, Oliver? —cruzó sus brazos, con una mirada desafiante.

Presté atención, expectante de la respuesta de Oliver.

—Saldré con alguien. —repuso, Oliver rascó levemente su cabeza y acomodó su cabello hacia arriba.

Estaba mintiendo. Cuando era niño siempre hacía eso con su cabello al decir una mentira.

¿Por qué lo hacía? ¡Agh! Los hombres eran tan raros. Más que las mujeres, aunque todos pensaran lo contrario.

—Bueno, chicas, nos veremos en otra ocasión. —se despidió Lilianne de nosotras con dos besos en cada mejilla.

Al contrario que el señor White quien agitó su mano con un dulce Adiós y Oliver..., bueno, él hizo un movimiento de cabeza y subió al auto sin mirarme, como era de esperarse.

Cuando el auto se perdió de nuestro campo de visión y mis padres entraron a casa, Emma llegó a nuestro lado observando también el camino de humo que dejó la Van.

—Más contaminación para mi madre tierra. —se quejó y agitó sus brazos al sentir el olor ensuciar el oxígeno que íbamos a respirar.

Negué divertida con la cabeza, luego suspiré.

— ¿Soy yo o Oliver está algo extraño? —cuestioné, mientras me giraba hacia Sophie y Emma.

Ambas asintieron, dándome la razón.

—Sí, también lo noté algo raro. —concordó Emma.

—No entiendo a ese chico. —murmuró Sophie, mientras negaba levemente con la cabeza.

Parecía decepcionada, ¿Por qué lo estaría? Aquello hizo crecer un poco de curiosidad. ¿Me estaba perdiendo de algo importante?

—Ni yo —suspiré un tanto resignada, luego recordé algo—. ¡Ah, sí! ¿Me pueden explicar por qué Logan decidió ir al bosque? —me crucé de brazos.

Ambas se observaron.

Eje, aja, uh. —balbuceó Sophie antes de salir a correr dentro de casa.

—Oh no, no me mires a mí, no tenía idea. —respondió Emma a mi mirada asesina.

Era cierto, ella estuvo tan sorprendida como yo.

Terminé por sonreí.

— ¿Estás feliz de verlo de nuevo? —preguntó luego de un rato, estudiando mis gestos.

Por un momento no supe si se refería a Oliver o a Logan, si estaba feliz de volverlos a ver, pero si tuviera que comparar cuál de los dos me alegraba más al volver elegiría a Oliver ¿Por qué? No tenía ni la menor idea, sin embargo, desde que nos encontramos sentía algo que me recorría el estómago, algo que me hacía querer volverlo a ver aunque sea en toalla.

«Totalmente de acuerdo. »

—Sí. —susurré.

Me observó no muy convencida de mi respuesta.

Luego entendí todo.

Comprendí que ella me preguntaba por Logan, por él chico que era mi novio.

¿Pero por qué sentía que respondí pensando claramente en Oliver?

☮☮☮

Yo: Hey :)

Olivery: :)

¿Qué rayos significaba esa carita? « ¿Estoy molesto no me hables? » ¿Cómo responder a eso? ¿O mejor no responder? No sabía ni que hacer, pensé que ya se le había pasado lo que sea que tuviera, pero ya veía que no. Me dolió la cabeza de nuevo tratando de comprenderlo.



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En el texto hay: romance, amor adolescente, drama amor amistad

Editado: 25.11.2021

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