Pequeñas Historias De Desasosiego

Recuerdos

En una casa totalmente ordinaria, se encuentra una habitación en absoluta oscuridad. Decorada con antiguos muebles y sus paredes repletas de portarretratos, los cuales exhiben fotos de una vida. Esta habitación se encuentra llena de deseos ocultos, travesuras, historias y antiguas memorias. Pero también la recorre un gélido viento que tiene impregnado el perfume de la muerte. En su cama reposa una mujer, que cada día siente como la vida abandona su cuerpo. La edad y el cansancio que esta conlleva, hace casi imposible el movimiento. Su cuerpo está dormido, pero su mente jamás ha estado más despierta. Con los ojos abiertos o cerrados, ella lo ve todo, sueña despierta, pero no son sueños lo que en su cabeza martillea, son recuerdos .Esos recuerdos que el humano solo puede ver cuando llega un momento decisivo el cual es irreversible.

Cierra los ojos y se deja llevar a la profundidad de su mente. Cuando los abre, ve a una pequeña de no más de 5 años, cortando flores. De repente corre emocionada a abrazar a su madre, que la espera con los brazos abiertos. Ve a esa pequeña ofrecerle una flor. Y con ese pequeño detalle le demuestra todo su amor. Siempre pensó que la sonrisa de su madre era la más hermosa y al revivir este recuerdo, lo ha confirmado. Una fuerte briza la transporta a  otro recuerdo, en donde se encontró a ella misma, de no más de 8 años. Le pedía a su padre que la enseñara a bailar. Su padre, cómplice y mejor amigo la toma de la cintura y gira con ella, una y otra vez por toda la casa, es hermoso escuchar las risas de la pequeña en tan tierno recuerdo. Por un momento su mente queda en blanco, pero una pequeña luz crece hasta iluminar a una chica de 14 años, llorando escondida, en el baño de su escuela. Derramando una lágrima por cada comentario hostil que le han dicho. La han llenado de inseguridades, la han lastimado haciéndola sentir que no vale nada, la han hundido en una depresión de la  que no puede escapar. Y ella solo puede abrazarse a sí misma, tratando de recordar que tiene personas que la aman. Esos recuerdos amargos se han quedado para siempre, clavados duramente en su corazón.

De un momento a otro siente que cae lentamente, su cuerpo es ligero como una pluma y cae suavemente ante uno de sus recuerdos favoritos. Justo frente a ella se encuentra una pareja. Dos jóvenes que van corriendo bajo la lluvia, de un momento a otro se encuentran frente a frente y sucede el fenómeno más mágico que todo humano anhela. El sentir el amor correr por sus venas, ese amor sin temores al se entrega el corazón ciegamente.

Dar ese primer beso, bajo la lluvia no fue lo que ella  había esperado, no sintió que flotaba ni que un ejército de mariposas revoloteara en su estómago. De hecho fue un desastre, pero fue el desastre más hermoso que la vida le otorgó. Y al verse a ella misma, ahí bajo la lluvia se dio cuenta de que la vida puede ser un desastre tras otro, pero es el desastre más hermoso que vale la pena experimentar.  A lo lejos se escuchó un fuerte estruendo, se acercó a ver y se encontró a una mujer con un teléfono en la mano. Acababa de recibir la peor noticia que cualquier hijo podría escuchar.

Los padres te enseñan todo en la vida. Desde que naces están a tu lado, protegiéndote, preocupándose por tus necesidades y sacrificando todo por tu bienestar. Te enseñan lo que pueden para que enfrentes la vida. Pero hay una lección que ningún padre le enseña a sus hijos y es aprender a vivir sin ellos. Una lágrima se desliza por la mejilla de la anciana al recordar el dolor de la perdida que tuvo que soportar y a pesar de que se fue aligerando, jamás la abandono. Su único consuelo era saber que sus padres, ahora son dos hermosos tulipanes que reposan en el jardín de la muerte, donde florecen cada día y disfrutan de la paz eterna. La anciana solloza suavemente al pensar en sus propios hijos, los cuales hacían lo posible para llegar a despedirse de su madre, pero ella sabía que no llegarían a tiempo. Solo esperaba que la recordaran con amor y a pesar del dolor que les causaría su partida, tendrían que aprender a vivir sin su madre.

Su hora había llegado y ansiaba convertirse en la nueva flor, de la infinita colección de la muerte. Con sus últimos minutos de  vida pensó, que la vida podía a ser muy dura. Que había momentos en los que ya no quería continuar y tal vez  sí, la lastimaron una y otra vez, pero con cada lágrima derramada volvían momentos que la llenaban de una inmensa felicidad.  Se dio cuenta que la abundancia le dio la felicidad que necesitaba, pero no la abundancia de objetos materiales, dinero o riquezas. Sino la abundancia de amor que le dieron sus padres, sus amigos, su esposo, sus hijos. Tal vez el tiempo que compartió con ellos fue muy corto, pero fue muy especial.

Ahora solo le queda una última cosa que hacer, con su último suspiro se despidió de la vida, agradeciendo todas las oportunidades que le dio, tanto buenas como malas, todas la llevaron a ser la mujer que fue. Con lágrimas en los ojos abrazó a la muerte que la esperaba y abandono este mundo dejando un cuerpo frio con una sonrisa en su cara, ocasionada por sus más bellos recuerdos.



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En el texto hay: desamor, paz, muerte

Editado: 23.07.2019

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