—Dormiré en el piso—dice Killian.
—¿Estás seguro? —le vuelvo a preguntar.
—Sí, Ellie, tranquila.
Tal vez quieran saber cómo es qué llegué al apartamento de Killian Caballero y más aún a dormir en su cama. Bueno, creo que todo se resume a que soy una miedosa, pero mejor les cuento.
Así que retrocedamos un poco.
Me saltaré la parte aburrida del día, o sea, mis horas de clases en la universidad.
**********
Estaciono y cuando voy a bajar del carro llega Killian.
Espero que baje del carro para entrar con él y cuando lo hace abre la puerta de atrás, silba y solo veo un husky siberiano asomarse a la puerta.
—¡Qué lindo! —exclamo y me acerco para acariciarlo.
—Gracias —dice mientras le pone la correa.
—¿Cómo se llama?
—Miketsukami.
—Ok… un nombre largo para un perro.
Killian se ríe —Lo sé, yo le digo Miket, el nombre se lo puso Keira cuando mi mamá lo llevó a la casa siendo un cachorro.
—¿Vivirá contigo ahora?
—Sí, extraño a mi fiel compañero —dice y se encoge de hombros.
—Tan tierno —digo sonriendo.
Hace que Miketsukami baje del carro y entramos al edificio.
—Nos vemos más tarde —dice al salir del ascensor.
—Claro.
Dejo mi maleta en el sofá y enciendo la televisión para escucharla mientras comienzo a arreglarme para el trabajo.
—Última Noticia.
Escucho a la chica de la noticia y me acerco para ver de qué va.
—Sé ha encontrado un contenedor abandonado con droga y se presume que era de “El Tigre” quien lo habrá abandonado apresuradamente. Recordemos que la policía lo está rastreando, pero resulta un poco difícil porque como todos saben nadie nunca ha visto el rostro de “El Tigre”.
Suspiro, apago la televisión y me voy a mi habitación para terminar de arreglarme.
—¿Cuándo piensas averiguar quién es ese tal “Tigre”? —dice la hadita en mi cabeza.
—¿Pero quién crees que soy yo el FBI o qué?
—Vamos… no finjas, sé que empezaste a investigar.
—Sí, pero ya no.
—Eres una aburrida.
Hoy mi uniforme es de pantalón corto y tirantes.
Salgo del apartamento, voy al estacionamiento y me encuentro con Kellan quien está con una chica pelinegra que parece simpática.
—Hola, Edrielle —me saluda Kellan.
—Hola —respondo con una sonrisa.
—Ella es Juliette, mi novia.
—Hola, un gusto, puedes decirme Julie —dice la chica.
—Un gusto igual, puedes decirme Ellie.
—Eres la vecina de estos dos mellizos torpes, ¿verdad?
—Correcto —digo riendo.
—Por favor, no dejes que quemen ninguno de los apartamentos y si crees que no puedes con ellos me llamas y por lo menos con Kelli te ayudo —dice entre riendo y seria y me causa risa.
—Entendido.
—Así que guarda mi número.
Intercambiamos números de celular y abro mi carro.
—Bueno, me tengo que ir al trabajo, nos vemos en la noche.
—Claro —se despide Kellan.
¿Quién diría que Kellan tiene novia? Y parece que su relación es de hace mucho tiempo, hacen una linda pareja. Ahora tengo una pregunta.
—¿Tendrá Killian novia? —salta la hadita necia en mi cabeza.
—Déjame en paz, necia.
—Admítelo, quieres saber si el mellizo está soltero.
—Omitiré cualquier comentario.
Como siempre pongo mi playlist que es una mezcla de todo un poco y me dirijo a Eclipse.
Voy con las ventanas abajo aprovechando la brisa fría que por lo general es sinónimo de lluvia aquí y pensando un poco en la noticia de El Tigre. Lo que sí es cierto es que me gustaría saber quién se esconde detrás de ese apodo, pero bueno ya decidí que averiguarlo es trabajo de la policía.