Percy Jackson y La Leyenda del Elegido

Capítulo 10

Al día siguiente me desperté al amanecer. Era raro en mí despertarme a esa hora, solo los de la cabaña de Apolo se despertaban con el sol. Supongo que es por haber estado dormido durante una semana entera y de no haber tenido una sola pesadilla durante la noche.

Me levante de la cama completamente despejado. No tenia nada que hacer hasta que los demás campistas se despertaran, así que me puse el bañador y me di un chapuzon en el lago. Estuve como diez minutos sumergido cuando decidí salir y secarme. Me sequé y me puse una camiseta limpia del campamento y unos pantalones de deporte. Cuando estuve listo no tenía nada que hacer así que empecé a empacar mis cosas. Cogí un poco de cada: un par de pantalones y de camisetas, unas deportivas, mis cosas personales y cosas de aseo. Cuando terminé dejé la mochila en la entrada. 

Seguía sin tener nada que hacer, y de seguro nadie con dos dedos en frente estaría despierto a estas horas. Estuve un rato tirado en la cama mirando al techo. Estuve cerca de media hora mirando cuando decidí ir a desayunar. Me encontré por el camino a unos cuantos semidioses de la cabaña de Apolo y a unos cuantos romanos recogiendo lo necesario para irse. No había casi nadie en el comedor a excepción de cuatro chicos y una chica sentados en la mesa de Apolo. Me dirigí a la mesa de Poseidón y pedí unas galletas con pepitas de chocolate azul y un vaso de leche. Estaba a la mitad del desayuno cuando alguien dice mi nombre. Me giro pero no veo a nadie excepto a los de Apolo. Decidí que no era nada y seguí con mi desayuno, pero cuando me iba a meter el segundo bocado de mi galleta ya si escuche perfectamente que alguien decía mi nombre.

-Todo esto es muy raro, que solo Annabeth Chase y Percy Jackson sean los únicos que tengan un trato especial solo porque fueron los únicos valientes en enfrentarse a Kronos- dijo un voz.

-Bueno, yo creo que se lo merecen, a parte, es normal que sea a ellos dos porque son los mas adorados y valiosos por los dioses- dijo otra voz.

No había nadie allí, así que agudicé el oído y me encontré que los que estaban hablando eran los de la mesa de Apolo. Era imposible. La mesa de Apolo esta cuatro mesas mas al fondo que la de Poseidon y los chicos estaban hablando entre susurros y de vez en cuando mandando miraditas hacia mi. Lo mas extraño era que yo no los estaba mirando, sino ¿sintiendo?, no, no es posible, es imposible oír a mas de veinte metro y saber que están haciendo sin mirar. 

Me empecé a marear, intenté levantarme pero no me dio un mareo y me apoyé en la mesa con la tan mala suerte que mi mano resbaló con el plato y acabé en el suelo.

Lo único que recuerdo es como unos brazos peludos y fuertes me levantan del suelo.

 Tuve el mismo sueño otra vez. No cambió nada con respecto a la vez anterior.

(FLASHBACK)

- ¿Quien eres?- pregunte. De repente, una luz apareció delante de mí. De esa luz apareció el mismo chico de  18 años, pelo negro, ojos verdes y  mi misma altura.

-No necesitas saber mi nombre. Solo debes saber que eres el Elegido- dijo

-Me importa una mierda si soy el Elegido o no. La persona que más me importa en este mundo se está muriendo- dije

-Puedes salvarla, puedes salvar a todos- dijo

-¿Como?- pregunte

-Lo veras en el momento correcto- dijo

-Dime como- grite

-Solo te diré que nosotros estaremos siempre contigo- dijo antes desaparecer.

-Vuelve aquí. ¿Como puedo ayudarlos?-grite.

-Sabrás hacer lo correcto en su momento- dijo la voz. Unos momentos más tarde, me empezó a pasar lo mismo que antes y empecé a ver borroso. Me desplomé en el suelo inconsciente.

(Fin Flashback)

*Tres horas después...*
 


 

No se cuanto llevaba inconsciente, solo sabia que era de día y que me encontraba en la enfermería. Intente incorporarme pero alguien me lo impidió.
 


-No te me vas a volver a escapar, Jackson- dijo Will cabreado.

-No pensaba levantarme, eso te lo aseguro. Solo quería ver la hora- dije

-Son las ocho de la mañana- dijo

-De acuerdo. ¿Que pasó después de desmayarme?- pregunte.

-Pues...- dijo- Te desmayaste en medio del comedor y los campistas que había en el comedor iban a salir a buscarme cuando Quirón entró y te llevo corriendo a la enfermería-

-Ah, y sabes ¿ que causó mi desmayo?- pregunte

-Creemos que la daga tenía una especie de veneno en la daga y que entró en tu organismo, ya que, primero tu nunca te levantas tan temprano ni en sueños- dijo haciendo que riéramos- segundo, que te desmayaras y tercero, explicaría la fiebre que tuviste cuando estuviste en coma- 

Estuvimos un rato en silencio cuando Quirón entró y le dijo a Will que ya me podía ir para dejar todo listo para irnos. Recogí mis cosas, me despedí de Will y salí de la enfermería dirección a mi cabaña. Por el camino, me fui encontrando con mis amigos y me despedí de ellos. Cuando faltaba casi una media hora para encontrarme con mi padre Quirón entró en mi cabaña.

-Hola, Percy- dijo 

-Hola Quiron- dije

-Antes de irte, quisiera darte una cosa- dijo sacando un pañuelo- Le he dado una cosa parecida a Annabeth, como a ella le he dicho, no debeis mirar lo que hay en el interior hasta que llegue un momento crucial y debas utilizarlo-

-De acuerdo, no lo utilizaré a menos que sea necesario- dije mientras cogía el pañuelo y lo metía en mi bolsa de mano.

-A y una ultima cosa- dijo antes de salir por la puerta.

-¿Si?- dije girándome. Quirón se acerco y me abrazó. Esto era raro pero a la vez agradable. Quirón no era muy afectuoso con los semidioses, mas con los hijos de Los Tres Grandes, ya que tendían a acabar bajo tierra.




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