Perderse Contigo

EL ESPEJO

HARPER

— ¿Entonces, sí irás? —me pregunta Carter mientras mordisquea la punta de su lapicero.

Pellizco la yema de mi dedo índice. —Claro, es mi momento de acercarme a ella.

Carter levanta sus cejas y asiente con aprobación. —Ver por ella, Harp.

Detrás de mi escritorio pasa Philip Blue y golpea mi respaldo, por ende, mis hombros y mi cabeza. Yo bajo los pies del asiendo de enfrente y me levanto para tomarlo del hombro y girarlo. — ¿No te vas a disculpar, Blue?

Philip no está para nada intimidado. — ¿Por qué? Solo pasé.

Mitchell me da un golpe en el brazo. —Déjalo Harper, ese idiota se va a quejar con su tío si lo tocas.

Philip lo mira severamente. —Qué pena me dan todos ustedes.

Levanto mi dedo medio y lo coloco frente a su cara. Philip junta sus cejas pero al escuchar la voz de Lucy, se relaja. — ¡Phil! —canta alegre—. Hola, ¿Ya visto lo que te envié? —se acerca y le sonríe.

Philip deja de prestarme atención, se voltea con ella. —Hola Lu, si lo vi. Me encantó tu idea.

Yo la miro, ¿Cómo alguien tan hermosa puede llevarse bien con un idiota como Philip? Lucy me nota pues gira su cara hacia mí y levanta una ceja rubia. — ¿Pasa algo… Henry?

Intento ignorar eso, sé que sabe mi nombre. Le muestro una sonrisa, de esas que uso cuando quiero salirme con la mía. —No, solo estaba saludando a Phil —coloco mi mano sobre su hombro—. Me acaba de invitar a su fiesta de bienvenida.

Siento el hombro de Philip tensarse, está enojado.

—Oh, genial —asiente ella y voltea con el idiota—. Phil, amo que seas tan inclusivo.

Eso ni siquiera es ser inclusivo. —Es un gran chico, tan asombroso —afirmo con sarcasmo.

Philip se mueve para quitarse mi mano. —Claro… mi fiesta, ¿Cuándo te invité?

Ahora saco mi segunda arma, mis ojos inocentes. — ¿No me estabas invitando? Oh, lo siento, pensé que el presidente del consejo estudiantil sería más amable con los menos privilegiados.

Lucy lo mira esperando que me responda, él suelta un suspiro. —Ah… sí, lo hice. Puedes ir, Harper.

Le guiño un ojo, algo que sé, odia que yo haga. —Nos vemos ahí, no faltaré.

Regreso a mi asiento mientras ellos dos caminan al frente. Mitchell se inclina para hablarme. —Te admiro, amigo.

Me encojo de hombros, Carter suelta una risa. —La cara de Philip no tiene precio —resopla—. Aunque deberías tener cuidado, se nota que te quiere eliminar de la existencia.

Tomo una goma de mascar del bolsillo delantero de mi pantalón, le quito el envoltorio y la meto a mi boca dejando el envoltorio sobre el escritorio. —Yo también quiero eliminarlo de la existencia.

Unos segundos después se escucha música, como si estuviera siendo reproducida por un teléfono a un volumen muy bajo. O como si alguien estuviera escuchando con audífonos a un volumen muy alto.

Ni siquiera tengo que voltear para saber quién está entrando por la puerta y dirigiéndose al asiento donde yo tengo mis pies.

La rara Raziel, tan rara como su nombre.

Su fleco recto por debajo de sus cejas, el cabello negro como el resto de su ropa, la cual consiste normalmente de faldas largas y camisetas compradas en la misma sección que mis amigos.

Eso ultimo lo tenemos confirmado, una vez trajo una camiseta que se parece a la que lleva hoy Carter, aunque Raziel suele usar una de mangas largas debajo de ellas.

Lleva audífonos de color rojo, con el volumen tan alto que todos aquí podemos escucharla pero ella a nosotros no. Las risas siempre le dan la bienvenida cuando llega al salón, personas murmurando no tan bajo sobre su ropa y miradas burlonas.

A ella no le importa.

Ni siquiera me pide que quite mis pies, los empuja con su mochila llena de parches en otro idioma. No me mira ni a mis amigos a pesar que nuestros ojos están sobre ella.

Cualquiera pensaría que está escuchando algo así como Rock o Ciberpunk pero no, su música es muy variada. Reconocí algunas canciones de Queen, en español y esta vez está escuchando una de la película Vaselina.

—Está loca —afirma Carter sentado frente a mí.

Me encojo de hombros y me acomodo en mi asiento. —No te escucha.

Mitchell, a mi lado, se ríe. —Es la mejor parte, podemos decir lo que sea y no lo sabrá.

—Se va a quedar sorda —afirma Carter.

Raziel se baja los audífonos y la música se detiene. Un segundo después, la profesora entra.

Es por eso que le han dado muchos apodos, todos creen que es una bruja y bueno, que su mamá publique videos sobre como los ángeles le hablan y  todo eso no le ayuda mucho.

A mitad de la clase noto que Carter se está durmiendo sobre el escritorio, Mitchell se está escribiendo con alguien en su teléfono y yo le doy un par de miradas a Lucy.

Raziel mira hacia la ventana.

 

・。.・♡・。.・

 

Cuando la clase termina y todos nos estamos levantando, Carter me da un golpe en el brazo. — ¿Por qué no invitas a Razor Cuts a la fiesta? Si le quitamos esa ropa no debe estar tan mal.

Razor Cuts significa “cortes de navaja” es el apodo que alguien le dio a Raziel desde el año pasado. Nunca estuve seguro quien comenzó pero ahora todos la llaman así debido a que usa manga larga y algunas personas han asegurado ver como se corta las muñecas.

Raziel se coloca de nuevo los audífonos y mira a Carter directo a los ojos. — ¿Debo llevar mi navaja? Me gustaría cortar algunas partes de tu cuerpo.

Mitchell suelta una carcajada y se cubre la boca con el puño. —Cuídate de la bruja, Carter.

Carter se acerca a ella y toma el cable de sus audífonos. —Necesitaras algo más grande, algunas partes de mi cuerpo son largas.

Raziel mira los dedos de Carter con el cable, ella lo toma y enreda el resto del cable en su muñeca para tirar de él. — ¿Quieres que lo haga?




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