Perderse Contigo

EL IDIOTA

RAZIEL

—Puedes quedarte con el libro si quieres —le digo a Winnona, mi mejor amiga.

Winny, como la llamo, ha sido mi mejor amiga desde ese campamento a los doce años. Desde entonces somos inseparables a pesar que la vida nos ha transformado en personas que visualmente son opuestas.

Winny levanta una mano y niega frente a mi cara. —No, es tuyo. Lo amé pero es tuyo, tendré que comprármelo pronto. Estaba tan tentada a marcarlo con resaltador pero recordé que no es mío y que tú amas dejar los libros como nuevos.

No leo mucho reamente pero sí, los pocos libros que tengo me gusta conservarlos de esa forma. Le presté un libro sobre un caso de una mujer que estuvo secuestrada por muchos años y ella cuenta toda su experiencia.

Beck, nuestro mejor amigo y novio de Winny, entrelaza su brazo con el mío y con el de ella. —Entonces, ¿Vamos a transformar a Raziel para finalmente recuperar lo que es suyo?

Yo suspiro, él suele decir estas cosas. —No lo sé, no quiero verme como las demás.

Winny abre los ojos. — ¿Cómo yo? —pregunta mientras sonríe.

Winny es una de esas chicas que aman la moda pero que siempre le deja su propio estilo. Usa blusas lindas, pantalones de todos los estilos y siempre lleva un peinado diferente cada día. Nada loco pero así como hoy, tiene unas colitas delgadas en cada lado.

—Exacto, como tú —respondo siguiéndole el juego—. No quiero verme como una chica sacada de las redes sociales.

Aunque jamás lograría ser tan bella como las otras chicas.

Beck le da un beso en la mejilla. —Yo creo que a Phil le gustan las chicas más… ¿Cómo les decían los millenials? Tenían una palabra rara, ¿hipers?

—Hipsters —aclaro mientras rasco mi cuello con cuidado de no tocarme el grano que me salió hace unos días por debajo del mentón—. No creo que me quede ese estilo, el único estilo que me queda bien es este.

Beck sonríe. Él tiene toda la apariencia de chico guapo y popular sacado de una película de romance adolescente. Alto, con cuerpo atlético, piel naturalmente bronceada y cabello un poco largo. Aunque Beck es popular, no es parte de ningún equipo o algo así.

Ser guapo te da popularidad.

Llegamos a mi destino, Beck suelta mi brazo y toma la mano de Winny. —Bueno bebé, te vemos mañana —Winny se despide—. Pero hablo enserio, si quieres un cambio de apariencia sabes que tu mejor amiga está disponible.

—Lo sé —contesto con una sonrisa—. ¿Cuándo vas a subir tu video?

Mira a Beck. — ¿Hoy es miércoles, verdad? —regresa sus ojos a mí—. Hoy por la noche, es un especial que prometí. Dale mucho amor y comenta algo lindo.

—Siempre —me despido de ellos con la mano y entro a la tienda.

Iba a saludar a Bubu cuando veo que su rostro no está tan feliz como de costumbre. Me acerco al mostrador y ella sube la mirada a mí. —Hola linda, ¿Qué tal la escuela?

Respiro profundo. —Bien, todo bien —muerdo un poco mi labio—. ¿Qué pasa? Te veo distraída.

Bubu, mi abuela, arruga su nariz un poco. —Tuvimos unos problemas hace unas horas —afirma—. Entraron unos chicos como de tu edad y seguro estaban divirtiéndose pero rompieron un espejo, por allá.

Mis ojos se mueven en la dirección que su dedo señala. Ahora lo veo, donde estaba el espejo largo hay una bolsa negra con cinta adhesiva. Oh no, esto está mal. Bubu ama su tienda, es su sueño hecho realidad y ahora esto.

Bubu siempre ha sido una mujer activa, nunca desperdicia oportunidades y ha trabajado en muchas cosas. Secretaria, mesera, manicurista y maestra de prescolar. Pero su verdadero sueño desde siempre ha sido tener una tienda así, una donde encuentres prendas de calidad pero a un precio accesible.

Y darles una segunda oportunidad.

Jay baja y levanta la mano cuando me ve, yo sacudo mi mano. — ¿Qué hay? —me pregunta.

Señalo hacia atrás. —Eso, ¿Quiénes fueron?

Jay se encoje de hombros. —Unos chicos, podrían ser de tu escuela —afirma—. Dos de ellos salieron corriendo pero tenemos a uno y bueno, después de una serie de amenazas por mi parte accedió trabajar dos meses gratis para pagar su deuda.

Hago una mueca. — ¿De la escuela? Qué raro —mi corazón se detiene, ¿Y si alguien vino a este lugar solo para fastidiarme a mí?

Es poco probable. Las personas saben quién es mi mamá pero no conocen a mi abuela o al resto de mi familia. Espero que no hayan hecho algo así, no sería justo para Bubu. Yo  puedo soportar las estupideces de las personas, pero, ¿meterse con mi familia? Eso es algo que no permitiré.

Jay se recoge el cabello. —De todas formas prometió que vendría después de la escuela, no creo que no lo haga. Sé su información y le recordé que tenemos cámaras, le advertí que lo buscaría para que pagara.

Bubu rueda los ojos. —Si claro, Jay, mejor pídeme algo de comer.

Jay me señala. — ¿Quieres hamburguesa o ensalada?

Levanto una ceja. —Tú qué crees.

Bubu ríe. —Oye querida, ¿Me podrías ayudar a sacar la ropa de los vestidores? No creo que haya muchas prendas pero hace un rato vinieron unas chicas.

Asiento y subo de dos en dos las escaleras, muevo mi cabeza al ritmo de la canción. Empujo la primera puerta y aquí solo hay un gancho sin prenda, lo tomo y sigo con la siguiente puerta. Una chaqueta mal colgada, la arreglo y me la llevo también.

Cuando estoy saliendo del tercer vestidor escucho una puerta abriéndose, puede que sea el chico que rompió el espejo. Iba a bajar para confrontarlo y conocer al idiota que hizo eso pero me detengo, no sé si quiero ver a alguien de la escuela ahora.

Suficiente con las horas que paso dentro de ese lugar.

Me acerco a la baranda, del lado pegado a la pared. Aquí hay una columna que me oculta así que husmeo viendo hacia abajo. Veo un chico por detrás, no tiene nada relevante que lo diferencie de los demás.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.