Perderse Contigo

EL GOLPE

HARPER

Raziel siguió vistiéndose con otros colores.

Sigue llevando sus faldas largas pero ahora son verdes, anaranjadas o rosadas. He notado que Phil la saluda más seguido y aunque no me ha contado que algo importante haya sucedido entre ellos, parece que ambos están comenzando a recuperar su antigua historia.

Por mi parte no he hecho nada en relación a Lucy. Supongo que aún me gusta y no me molestaría salir con ella pero, siento que todo es distinto ahora. No entiendo porque.

Solo han pasado casi dos semanas pero he dejado de juntarme con Carter y Mitchell. Ahora Raziel y yo nos hablamos en la escuela sin ningún problema, ella y yo comemos en la azotea y caminamos a clases juntos. Noté que Beck me da miradas molestas pero no me importa, no le he hecho nada y no puede impedir que Raziel sea mi amiga.

Raziel ha intentado arreglar las cosas con Winnona pero parece no resultar. No entiendo porque no solucionan las cosas sin tanto drama, Raziel no hizo nada malo y ella es la que ha insistido en restablecer su amistad.

Ahora mismo voy de regreso al salón de matemáticas después de ir al baño y mientras termino de secar mis manos en mi pantalón, escucho unos pasos detrás de mí. No le presto atencion, debe ser alguien más que ha salido a perder un poco de tiempo en medio de clases.

Antes de girar por el pasillo, siento unas manos sobre mis hombros y tiran de mí hacia atrás. Estiro mi brazo para evitar caer y giro mi rostro así reconozco quién está haciendo esto.

— ¿Qué te pasa? —suelto molesto cuando lo descubro.

Mitchell me presiona contra la pared y coloca su antebrazo por el cuello de mi camisa. — ¿Qué me pasa a mí? Por tu culpa estoy castigado y me han quitado mi teléfono, ¿tenías que actuar como una niña y quejarte frente a todos?

Mitchell es más alto que yo y más fuerte. —Déjame, ¿acaso no entiendes que ya no tienes que meterte en problemas?

Rueda los ojos y suelta una carcajada. —Deja de comportarte como un idiota Harper, no eras así.

Trago saliva con pesadez. —Mitchell, hablo enserio, tienes que soltarme.

— ¿O qué me vas a hacer? —Hace un gesto, como si se sintiera superior—, ¿Vas a golpearme? ¿Estás seguro de eso? —Acerca su rostro al mío—. Sabes bien que no deberías ser mi enemigo.

—No quiero ser tu enemigo —explico deseando que algún profesor se aparezca por aquí—. Solo quiero que me dejes ahora mismo.

Presiona su brazo contra mí y sonríe. —No vales nada, Harper. ¿A quién rayos le importaría si te mato? Les estoy haciendo un favor a todos, eres un estorbo y lo sabes —sigue con su sonrisa— tu hermano no te quiere, no tienes padres y eres un pedazo de…

— ¿Cómo…? —Intento moverme pero no puedo—, ¿Cómo sabes que no tengo padres?

Bufa. —Carter y yo lo sabemos desde siempre, ¿no es obvio? Nunca hablabas de ellos, nunca te llamaban para preguntarte donde estabas. Eres huérfano y un retrasado.

Lo empujo y da un paso hacia atrás. — ¡Déjame en paz!

Mitchell me señala con un dedo y con su otra mano empuja mi hombro a la pared. —Escúchame idiota, si vuelvo a meterme en problemas por tu culpa te mataré, ¿sí? No voy a permitir que una basura como tu arruine mi vida, actuaste como un homosexual.

¿En serio era amigo de una persona así?

Empujo su brazo. — ¿Porque tienes que ser así? —Reclamo—. Déjame en paz, tú eres el idiota y mereces que te castiguen porque Carter y tú no hacen más que ofender a todos y no aceptan sus consecuencias.

Rueda los ojos. — ¿Vas a llorar como en la tienda?

Siento una sensación muy fea de nuevo, estoy comenzando a tener nausea y mi respiración se agita. —Vete a clases, Mitchell.

Asiente con una sonrisa. —Estás amenazado Harper y si intentas acusarme de nuevo, le irá mal a tu novia.

Mis ojos se abren, sé que se refiere a Raziel. —No.

Bufa. — ¿Qué? —Se encoje de hombros—. Siempre quise ver que tiene debajo de esas faldas.

Cierro mi puño y estaba dispuesto a golpearlo cuando alguien lo empuja contra la pared y golpea su estómago. Me quedo congelado, eso fue tan rápido que pareció irreal.

— ¡No te atrevas a tocar a Raziel! —grita Beck.

Winnona camina a su lado y mira a Mitchell enfurecida. No sé si ignoran mi existencia pero están tan concentrados en él. Mitchell se sostiene el estómago e intenta defenderse, lanzando un puñetazo al aire pero Beck es ágil y no logra tocar su cara.

—Vete de aquí —escupe Beck—. Y será mejor que no te vea cerca de Raziel, ¿entiendes?

Mitchell se va sin responder, solo sostiene su abdomen y camina en dirección contraria. Winnona toma la mano de Beck y ambos comienzan a irse cuando les hablo.

— ¡Esperen! —giran y me miran molestos—. Ustedes… ¿Por qué no son amigos de Raziel como antes?

Se dan una mirada, Winnona suspira. —Eso no te incumbe.

Niego. —Sí me incumbe, ella los extraña —digo—. Si no les importara no la hubieran defendido ahora.

Beck mira hacia un lado. —Porque es complicado —admite—. No es sencillo explicar.

Winnona deja de fruncir el ceño. —Harper, no tengo idea como tú y ella terminaron siendo amigos pero no la trates mal, ¿sí? No lo merece, ella es buena.

— ¿Entonces porque no se acercan a ella? quiere volver a hablarles, lo sé. —insisto.

Beck y Winnona están ocultando algo, se ven de cierta forma, culpables. —Tenemos que irnos —anuncia ella.

Quiero saber qué pasa pero presiento que no me lo dirán a mí. —Si Raziel es buena, ¿Por qué la lastiman ustedes? Ella se siente culpable.

Winnona muerde su labio. —Ya vete de aquí, Harper. No… no hay nada qué hablar.

—Pero, vamos, —presiono—. Yo no soy la qué la está tratando mal, son ustedes.

Beck suelta una exhalación. — ¡Solo déjalo! —pide—. Ya no queremos hablar de esto.

Se giran de nuevo y se alejan de mí, sostenidos de la mano. No lo entiendo, si quieren aun a Raziel, ¿Por qué se han alejado de ella? ¿Por qué no vuelven a ser sus amigos? Raziel no merece que la traten así.




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