A la mañana siguiente mi despertador no fue exactamente el que me despertó como cada mañana , sino la puerta de mi habitación abrirse.
No sabía que hora era , pero en los pasillos se podía escuchar movimiento y la luz entraba por las rejillas de las persianas.
Ahora bien , cuando pude entre abrir los ojos lo suficiente como para distinguir la realidad , ví a Andy tirarse sobre la cama. Tenía el pelo despeinado , el maquillaje corrido y unas ojeras más grandes que las que yo suelo tener por mi insomnio habitual. Además olía a alcohol y a cigarro.
Su estado dejaba ver que apenas había dormido y que lo último que quería hacer era hablar , pero... no podía aguantar el no preguntar.
-¿Donde has estado? -pude preguntarla entre vostezos.
-Despues de la fiesta me fui a casa de Flyn -respondió quedando de medio lado sobre la cama para mirarme.
-¿Quién es Flyn? -seguí interrogandola reincorporandome en la cama.
-Es mi ex novio , apenas recuerdo imagenes de la noche , pero me dijeron que le pegaste y te echaron del bar -sus ojos se cerraban según hablaba , parecía que estubiéra hablando con un zombie.
-Genial... -dije para mi misma en baja voz.
Podría haberme defendido , pero antes de poder hacerlo , Andy ya estaba en el sueño profundo. Así que intentando que nada de lo que pasó anoche me afectara , cogí ropa del armario y fui direccta a darme una ducha para despejarme y quitarme el olor a fiesta antes de la presentación del profesorado.
Tan solo quedaban unos días para el comienzo de las clases y antes de ello , la directora mandó una circular a los nuevos alumnos citandonos para conocer a nuestros profesores y aulas diferentes de cada asignatura.
Me gusta quedarme un largo tiempo bajo el agua mientras pongo mi lista de reproducciones desde el móvil , pero tenía el tiempo justo para llegar a las once al el aula general.
Por lo tanto , tuve que conformarme con un tiempo de quince minutos para ducharme , vestirme y salir dirección al aula.
Cuando llegué , varios alumnos ya habían tomado asiento , ciertamente se notaba que eramos nuevos , se podía percibir la tensión del silencio a distancia.
Subí las escaleras hasta encontrar un sitio libre donde sentarme y esperar a los profesores. En cada mesa había un papel con las asignaturas del primer año (Matemáticas , Economía , Historia...).
Sería un año duro.
Tras la espera de unos minutos , la puerta se abrió dejando paso a la directora y profesorado.
-Buenos días estudiantes , me complace ver la sala llena -dijo mirando de una punta a otra.
-Como ya sabeis , esta llamada ha sido realizada para que conozcan un poco más a sus profesores y sus asignaturas , así que les dejo en buenas manos -esas fueron las últimas palabras de la directora antes de salir del aula cerrando la puerta tras de sí.
En total eran cinco , dos mujeres y tres hombres , ellos impartirían las once asignaturas.
Frente a mi , en la pared , había un reloj que marcó la duración de la presentación , ni más ni menos que una hora y media. Para ser sincera se me hizo corta y amena.
Como en cualquier centro de educación , a simple vista y con pocas palabras , me pude dar cuenta de quienes serían los profesores que suspenderían con un cuatro con nueve y quienes no.
Cuando la presentación dio a su fin , todos dejamos nuestros asientos para salir de allí. Sin embargo , antes de que pudiera hacerlo , una mano agarró mi hombro haciendome girar.
-Las reglas del juego -dijo un chico moreno de una baja estatura dandome un sobre.
Esas fueron sus únicas palabras , me dio el sobre y se fue a paso acelerado y sin volver a mirarme. Por un momento no entendí sus palabras , pero eso cambió cuando abrí el sobre y vi el nombre del príncipe de las sombras.
Con un paso lento y pegada lo más posible a la pared para no chocarme , fuí leyendolas de una en una.
1.No preguntes mi nombre.
2.Lo que veas , escuches o hagas no podrás contarlo.
3.No me busques , seré yo quien te encuentre.
4.Nunca toques mi espalda.
5.Si te enamoras pierdes.
Tan solo eran cinco reglas y la última ni si quiera la contaba , así que se quedaban en cuatro.
Llegué a pensar que serían más radicales , aunque... la segunda me daba que pensar...
-Que ridiculez... -dije entre suspiros.
-¿El qué? -la inesperada presencia de Ali me sobresaltó haciendo que no supiera como reaccionar.
No tenía mochila , ni bolso , ni bolsillos para poder guardarme la carta , así que la rompí , la arrugué y tiré a la basura con nerviosismo.
-Eh... , nada... -alargaba las palabras intentando encontrar mientras algo que decir -es solo que... , acabo de salir de la presentación y... uno de mis profesores ha contado un chiste ridiculo ja ja -lo que si es ridículo es lo que acabo de decir.