Perdición

CAPÍTULO 4: EL VERDE DE TUS OJOS

Cuando algo te preocupa le das vueltas durante horas o incluso días , para mi fue hasta las nueve de la noche , hasta llegar al lugar de la carrera cuando ya no podía volver sobre mis pasos y dejar a Ali.

La carrera tenía lugar junto a un campo de futbol , claro que se aseguraron de que no estuviéra transitado para el día indicado.

No solo había motos , sino también coches , los cuales ponían la música que provenía de los altavoces de los maleteros.

Había decenas de personas , todas igual vestidas , pantalones vaqueros y chaquetas de cuero , creo que era la única que no llevaba una. Tal vez por eso me miraban.

 

Quería quedarme al margen y solo observar , pero Ali agarró mi brazo con fuerza haciendo que la siguiera hasta la línea de salida.

Y una vez allí al ver a Ro , me soltó para tirarse a sus brazos , o mejor dicho a su boca.

Genial... , es uno de esos momentos en los que te invade la incomodidad y no sabes ni en que manera colocar las manos.

 

-Ejem.. -aclaré mi garganta haciendome notar.

 

-¡Oh! , se me había olvidado -se separó Ali de los labios de Ro por unos segundos apenas sin pintalabios.

-Ro , esta es Zoe , Zoe este es Ro -nos señaló según pronunciaba nuestros nombres.

 

-Hola -dije algo cortante y fría , ya que su mirada expresaba molestia hacia mi , seguramnete por cortar su acto de "amor verdadero".

 

-¿Así que tú tambien participas en la carrera? -preguntó cogiendo el casco de su moto.

 

-¿Qué? , no -respondí obviando la negación.

 

-¿Entonces qué hace tu nombre en la lista de participantes? -señaló una pequeña mesa sobre la que estaba el papel con los nombres.

 

Debía de estar vacilandome. Fui hasta la mesa , incliné hacía el papel la cabeza y leí el nombre de las chicas uno por uno hasta llegar al siete dode plasmaba el mio: 7. Zoe Andrews.

Abrí tanto los ojos que podrían salirse de las cuencas , estaba alucinando , yo no me había inscrito , de eso estaba segura. Y si yo no había sido , solo quedaba una persona , la cual tocaba su pelo sonriendo nerviosa y evitando mi mirada a unos pasos de distancia tras de mí.

 

-Ali... , ¡¿tienes algo que contarme?! -perdí los papeles , no me podía creer lo que estaba pasando.

 

-Pues verás... -dijo apartandome unos metros para que no pudieran escucharnos -Ro me dijo que le faltaba acompañante en la moto y no pude decir que no , pero tenía miedo de hacerlo sola... , por lo que te apunté a tí tambien -llevó un dedo a su boca apretando sus labios inquieta.

 

-¿Pero es que estás mal de la cabeza? -gesticulé poniendo mis dedos en mis sienes.

 

-L-lo siento... , se que ha estado mal... , lo hice... -la interrumpí antes de que terminase la frase.

 

-Por Ro , porque está muy bueno y bla , bla , bla... -dejé los ojos en blanco , sabía que esas serían sus palabras.

 

Debería irme , dejarla sola para que recapacitara sobre lo que me acababa de hacer , pero no soy de esa clase de personas. Así que aunque mis piernas temblaban y mi corazón se aceleraba cada vez más , decidí quedarme.

 

-Si tu acompañas a Ro , ¿a quién acompaño yo...? -la pregunté mirando a los moteros resignada con el tono de voz alterado.

 

-Al de la capucha -señaló disimuladamente.

 

Regla número tres: No me busques , seré yo quien te encuentre.

Estaba claro que era él , ¿cómo no lo había pensado antes si está cubierto por moteros?.

Lo que no entendía muy bien , era que si no podía tocar su espalda... ¿cómo me agarraría?.

 

-¡Cinco minutos para el comienzo! -gritó por un megafono una chica subida al capó de un coche azul marino.

 

Suspiré y conté hasta diez antes de dirigirme hacia la moto , donde el principe de las sombras me esperaba.

Estaba indecisa y mis pasos eran lentos y cautelosos.

 

-Hola... -pronuncié timidamente sin llegar a ponerme frente a él.

 

-Creí que eras una chica buena , no imaginaba que vinieras -dijo con su voz fría caracteristica.

 

-Creeme , de ser por mí , no estaría aquí -apoyé una de mis manos en la parte trasera de la moto.

 

De sus labios salió una ladina sonrisa acompañada de una carcajada apenas notable.

 

-¿Sabes cuales son las reglas de la carrera? -preguntó girando la cabeza hacia atrás sin llegar a mirarme , tan solo asegurandose de que le escuchaba.

 

-N-no... -respondí con la voz rasgada , temía lo peor.

 

-Las acompañantes van de espaldas -de su bolsillo sacó una cuerda , la cual me hizo coger -con esto se atan las espaldas.



#44910 en Novela romántica
#12137 en Joven Adulto

En el texto hay: drama, novela juvenil, amor

Editado: 26.08.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.