- ROMI !!!
Ummm me está llamando mamá, no puede ser que ya amaneciera, la noche pasó tan rápido.
No quiero levantarme de mí deliciosa camita.
- ROMINA!!
- Ya voy, deja de gritar por favor.
Bien, creo que es hora de levantarme, ya que es fin semana y no hay clases, iré con Tomás a jugar con su nuevo videojuego que le obsequiaron por su cumpleaños.
Que emoción el mío ya se acerca, y mis papás dijeron que iríamos a conocer un nuevo lugar, pero dijeron que era una sorpresa.
Decidí tomar una ducha de agua fría, por algún lado leí que bañarte por la mañana con agua fría te daba energías y yo las necesito para ganarle a Tomás.
Ahora creo que no fue tan buena idea lo del agua fría, sentí que me congelaba, traté de bañarme lo más rápido posible que creo que ni siquiera me saqué bien el jabón.
Bien, ahora toca vestirme y no sé que ponerme, creo que me tardo más en cambiarme que en darme un baño. Pero bueno, da igual, usaré un vestido sencillo y unas sandalias con eso me basta.
Me acaba de dar un hambre, bajaré a ver si ya está el desayuno.
Entro a la cocina y veo a mamá preparar algo -Buenos días - Digo, la veo bastante concentrada, pocas veces ella se toma la molestia de cocinar, pues Mar es la encargada de eso, supongo que le dió el día libre.
No sé, pero estoy alegre el día de hoy, mucho más al ver a mí linda mami en la cocina, es un poco gracioso. Así como empezamos el día, espero que siga así.
- Linda, buenos días - Me da un beso en la mejilla- Como amaneciste hoy?
- Muy bien mami, ya está el desayuno?
- Sí, toma asiento te serviré.
Huele delicioso deben ser panqueques, me encantan.
Terminamos de desayunar con mamá. Y Marcos, mí papá, le gusta que le llamé por su nombre no se por qué, después de todo ni es tan bonito jajaj, mentira, es broma.
Bueno él sale muy temprano de casa para ir a trabajar. Así que pocas veces lo veo, solamente por las noches, a la hora de la cena. Fue un acuerdo, siempre debe llegar para cenar juntos. Así que él hace todo lo posible por cumplir.
***
Estoy yendo a la casa de Tomás, el es mí mejor amigo, por suerte vive muy cerca de mí casa. Tuve que rogarle a mamá para que me dejara ir, dice que es por qué yo no soy responsable y no sé qué más qué no me quiere dar permiso.
Estoy tocando la puerta, pero no habren. Escucho música adentro, tal vez por eso no me escucha . Lo llamaré: - TOMÁS!!! TOMÁS!!!
Lo veo asomarse por la ventana, está todo despeinado y agitado, que habrá estado haciendo.
- Lo siento, no te escuché. Ahora voy a abrir - Me dice.
- Está bien, apresúrate - Le digo fijiendo estar molesta.
Después de unos segundos abre la puerta y yo paso empujándolo suavemente.
- Si claro, adelante pasa, estás como en tu casa - Dice él.
- Gracias, querido amigo. Es lo menos que puedes decirme después de dejarme parada esperando por tanto tiempo.
Él simplemente me muestra su más linda y tierna sonrisa y me dice: - Lo siento Romi, estaba...se queda pensando por unos segundos y luego continúa....haciendo algunos ejercicios, ya sabes, para fortalecer los músculos - Me muestra sus delgados brazos y me río.
- Si, como digas "Señor musculoso".
Nos instalamos y empezamos a jugar con los videojuegos, poco después llega su mamá y nos invita unos deliciosos dulces.
Estuvimos jugando tanto que ni noté que se hacía de noche.
Por suerte vivíamos cerca, así que Tomás decidió acompañarme a casa.
Al llegar mi mamá me regañó un poquito, pues siempre pasaba lo mismo, llegaba más tarde de la hora de permiso.
Lo bueno es que la pasamos bien, nos divertimos y comemos cosas deliciosas, lo malo es que siempre el tiempo es corto para nosotros.
- Estás castigada - Escucho decir a mamá, bueno en realidad es lo único que escuché de todo lo que me dijo.
- Espera, que estás diciendo? - Sentí ganas de llorar. Pues esto no me pasaba seguido.
- Lo que escuchaste, ya no vas a ir a casa de Tomás. Siempre llegas tarde, sabes que es peligroso que andes por la calle a esas horas.
- Pero ma... - Le salieron las lágrimas, no pude evitarlo.
- Ma, nada. Vete a tu cuarto a estudiar.
Me voy corriendo, sé que no es grave seguro se le pasará pero es que me siento triste.
Me acuesto en mí cama y me quedo dormida llorando.