Pérdida con el Ceo

Capituló 83 Hazlo por nuestro hijo

Hades se encuentra petrificado ante la declaración que ha recibido por parte de Hugo. La verdad, no se esperaba semejante sorpresa. Ahora entiende por qué el día que la vio se miraba muy mal.

—¿Cuándo se enteró ella de que estaba embarazada? —indagó Hades, esperando responder sus dudas.

—El día que regresamos de Jamaica —contestó Hugo, confirmando sus dudas de Hades. —Creo que entre ustedes merecen hablar de nuevo —añadió Hugo, trayendo a la realidad a Hades.

—¿Crees que ella querrá hablar conmigo?

—No lo sé, ella es una buena mujer; entiende que si ese bebé es suyo, tienes el derecho a estar cerca de él si es que usted quiere, pero no lo sabrá si no lo intentas —propuso Hugo. Hades, todo dudoso, no dice nada, solo se queda mirando a un punto inexistente en la habitación. —Y no se preocupe, yo no me interpondré en su relación si es que llega a haber una.

—No sé si llegue a haber algo entre Kayla y yo. Cuando estuvimos juntos, varias veces le rogué y ella siempre me rechazó. Ella te amaba mucho —expresó Hades con cierto dolor y amargura—, pero es la verdad. No aparta la vista de Hugo, que se pone triste; sabe que eso le ha dado en un punto bajo. —Así que dudó que haya algo entre nosotros. Pero tienes razón, puedo intentarlo.

—También no recordaba que usted sigue siendo el prometido de Raquel y, por lo que se escucha, todavía se van a casar, y no sé si ella y su familia estén felices de saber que usted será padre. —mencionó de manera tranquila, previniendo a Hades.

Oír eso mete miedo y dudas en Hades. Entra en razón viendo el peligro en que está Kayla.

—No quiero casarme con Raquel, pero mi familia sigue intentando forzarme a que me case; espero encontrar la manera de hacerlo. Y respecto a lo que me acaba de decir, tienes razón, ellos no estarán nada felices de saber que seré padre y que la madre es una mujer que ellos no aprobarían. Así que para resguardar la seguridad de ambos, le pido su total confidencialidad —habló Hades con voz completamente profesional.

—Claro que no, lo menos que quiero en estos momentos es poner en riesgo a Kayla y al bebé. Y si eso es todo, será mejor que me retire —dijo Hugo de manera cordial.

—Gracias, Hugo, estaré muy agradecido por su honestidad —agradece Hades de manera amable. Hugo solo asiente y sale de la oficina.

Hades se queda solo, pensando en cada detalle que Hugo le ha dado. Su mente no deja de pensar en el día que él la vio; ahora entiende por qué estaba así de mortificada. Recuerda cómo ella se tocaba el vientre. Se percata de que, debido a la información que le había dado, se alteró y quizá pudo haber provocado que lo perdiera.

—Qué idiota soy —murmuró Hades. Pero como fuera, necesita hablar con ella. Levanta el teléfono de su escritorio marcando el número de uno de sus hombres de confianza.

—Hola, señor —responde una voz varonil al otro lado de la línea.

—Necesito que encuentres a Kayla León —ordenó Hades con voz seria.

—Claro, señor —aceptó el hombre.

Hades finaliza la llamada. Mirando nuevamente hacia un punto inexistente. Pensado con claridad qué es lo que le dirá a Kayla cuando la vea. Aunque lo que sí no puede negar es que tener la idea de que ese bebé sea de él le alegra el alma.

Las llamadas entran al bufete de abogados donde Kayla y Felipa trabajan. Después de su última charla con Hugo, Kayla solo se ha enfocado en el trabajo. Ahora, con la llegada de su bebé, necesita todo el dinero que pueda. Por lo menos para cubrir los gastos más necesarios. Sabe que cuenta con el apoyo de su amiga, pero ella merece su espacio y en la casa con un bebé no hay tranquilidad y no quiere que su amiga se desvele por su culpa.

Espera pronto tener los recursos necesarios para rentar un departamento, aunque sea pequeño. Sabe que si les dice a sus padres que está embarazada, ellos le brindarían todo su apoyo, pero la verdad es que todavía no se siente lista para decirles, y es que sabe que ellos querrán saber quién es el padre y no tiene la cara para decirles la desfachatez que hizo. Sabe que tendrá que hacerlo en un momento, pero ahora no.

Al terminar su jornada laboral. Se despide de Felipa porque tiene una cita con la doctora nuevamente. Al salir del edificio, sube en su auto. Manejando por las calles hasta estacionarse en el estacionamiento del consultorio de su amiga. Baja del vehículo luciendo sus típicos trajes de falda de tubo de color gris oscuro, su camisa blanca por debajo y su saco del mismo tono que la de su falda. Sujetando su cabello en una coleta. Usando unos tacones de aguja que empiezan a cansarla un poco, pero en fin, es parte de verse linda.

Omitiendo eso, camina hacia delante. Yendo directamente hacia la puerta. Entra al edificio acercándose a la recepcionista.

—Hola, buenas tardes —saludó Kayla.

—Hola, buenas tardes, señorita León, puede pasar, la doctora la espera —menciona la señorita.

—Gracias. —Kayla le agradece y se retira.

Se va hacia el consultorio. Donde golpea la puerta dos veces y una voz en su interior la permite entrar.

—Hola, doctora —saluda Kayla al entrar.

—Hola, Kayla, pasa, me da mucho verte de nuevo y que me hayas hablado diciéndome que seguirías con tu embarazo —expresó la doctora alegre.

—Sí, llegué a la conclusión de que él no tenía la culpa de mis errores y que no me sentiría bien conmigo sabiendo que había matado a un ser vivo —declaró Kayla.

—Qué bueno que tengas esos pensamientos porque actualmente las personas no piensan así —añadió la doctora algo triste. —Pero son sus cuerpos, son sus decisiones. Ven, te haremos los siguientes exámenes.

Después de unos cuantos minutos de sacarle unas pruebas más de sangre. Fueron de nuevo a hacerle otro ultrasonido para chequear que todo estuviera bien y le entregó otras dos imágenes del ultrasonido. Al finalizar, regresaron al consultorio de nuevo, tomando asiento cada quien.

—Por lo visto todo está bien, tienes que tomarte todos los días las pastillas que te he dado; también te entrego este folleto que te ayudará para los ascos matutinos, acidez, mareos y otras cosas. —La doctora le entrega el libro. Kayla lo toma. —¿Tienes alguna duda?




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