Perdiéndola (mia para siempre #2)

Solo

Actualización!!! Hola por aquí, espero se encuentren bien de salud. Les traigo un nuevo cap de este libro; espero lo disfruten. Si es así, no olviden dejar su estrellita, su comentario y los invito a suscribirse. 

Gracias por leer. Bendiciones :)

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Solo es como me empecé a sentir después de un año y medio de matrimonio. Desayunaba solo, almorzaba solo…dormía solo ¿Conocen la sensación de saber que tu pareja está en el mismo lugar que tú, pero no a tu lado? Me sentía triste y sentía a Nina distante. Ya nada era igual.

No era un niño y tampoco un egoísta. Sabía perfectamente las razones por las que había terminado estando tan solo últimamente. Nuestro matrimonio ya no era una prioridad para Nina. A esas alturas ya ni siquiera tenía la certeza de estar en la lista. Nina se empezó a enfocar en el trabajo de manera obsesiva. Añádanle el hecho de ser perfeccionista, competitiva y el ascenso que había obtenido en la compañía. No es que no estuviera alegre por ella; al contrario, cuando me lo contó tan emocionada ambos no cabíamos de felicidad. Estaba tan orgulloso de verla abrirse paso. Yo por mi parte, tampoco había perdido el tiempo. Me hice un nombre y era el fotógrafo de varias marcas, y aunque también tenía una agenda apretada, procuraba darle tiempo a nuestra relación. Al parecer Nina no pensaba lo mismo.

Era consciente de sus planes a futuro. Hasta hace tres meses pensaba que esos planes nos involucraban a ambos, pero al parecer ella empezó a pensar solo en los suyos. Incluso, había dejado de un lado el trabajo como freelancers. La comprendía; habíamos crecido en muchos aspectos de la vida y talvez ya no necesitáramos de aquellos pequeños trabajos, pero tampoco podíamos dejarlos como si no pasara nada. Muchos de nuestros actuales clientes nos habían descubierto allí.

Mi manzanita ya no era la misma. Apenas se había acordado de nuestro aniversario y se olvidó completamente de mi cumpleaños. Pero yo no olvide el suyo, ni tampoco como terminó. Conmigo vestido de traje, con reservaciones de su restaurante favorito, fresas y champagne en nuestra sala y el corazón hecho de pétalos de rosa sobre la cama destruido por mí. Ah y el collar que dejé del lado de la cama para que lo viera cuando decidiera que nuestra casa era digna de su presencia.

—Lo siento—fue lo que salió de su boca al día siguiente cuando desperté y me la encontré parada en el marco la puerta de nuestra habitación, aun con la ropa del día anterior.

Era más que obvio que se estaba disculpando por la sorpresa de la que no había sido parte, pero yo no quería sus disculpas. Miré hacia abajo y aun vestía el traje. Era domingo y no trabajaba. Ninguno lo hacía. Yo estaba enojado y frustrado, pero no dije nada.

—Christian, de veras lo siento—dijo nuevamente. Sonreí y negué con la cabeza, triste. Era la palabra más usada entre nosotros en esos días—. Por favor cariño, no te enojes conmigo. Lo olvidé. No volverá a pasar, pero tenía que enviar los diseños y yo…perdí la noción del tiempo y…

—Y te olvidaste que ayer era tu cumpleaños. Tranquila, no pasa nada. A mí no me pidas disculpas, pero talvez quieras hacerlo con tu familia y de paso con la mía que te enviaban saludos. Iré a darme una ducha—levantándome de la cama, me empecé a desvestir.

—Me bañaré contigo. Quiero estar contigo—acercó sus labios para darme un beso. Aparté mi rostro. No estaba de ánimos para la intimidad con ella.

—Prefiero hacerlo solo. Pero si deseas bañarte antes, puedo esperar—a pesar de ver la tristeza en sus ojos por mi rechazo, no hice nada.

—Ve tú. Llamaré a mi familia y a la tuya. Lo siento Chris.

—No importa.

Pero sí que importaba, más no lo dije. Pasamos todo el día así. A pesar de estar cerca, la sentía lejos. Desayunamos callados luego de su pequeño parloteo y de darse cuenta que yo no tenía intención de conversar con ella. El almuerzo para variar fue conmigo en la cocina y con ella en el estudio donde hacia sus diseños. El resto de la tarde, apenas y vi su cara. Me preguntaba cómo era posible que una pareja que había estado tan unida desde el principio de pronto, en un abrir y cerrar de ojos, se estuvieran convirtiendo en dos extraños. Ni siquiera se había dado cuenta del regalo.

Los fines de semana que solían ser de ambos, los convirtió en días de trabajo. Canceló nuestras vacaciones en Perú durante el verano sin tomar en cuenta mi opinión. Sin embargo, yo no me quejé. Sabía que estaba enfocada en lo de su ascenso y tan solo quería apoyarla. Ahora comprendo que no decir nada estuvo mal. Pero ya es tarde, muy tarde.

****

Me desperté debido a los besos y caricias que estaban siendo depositados en mi cuerpo. y cuando mis sentidos volvieron a funcionar correctamente, abrí mis ojos para ver a Nina encima mío besando mi abdomen y bajando mis pantalones con sus manos.

—Nina, ¿Qué es lo que haces?

—Tú déjate hacer, cariño. Te compensaré por la sorpresa que hiciste para mí—mi mente no estaba muy de acuerdo, pero mi cuerpo estaba muy a bordo. Me senté y atraje su boca para un beso húmedo, mientras mis manos recorrían sus curvas a través del encaje que llevaba puesto.




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