Estaba distraído con mi nuevo atrapasueños en las manos hasta que escuché la puerta abrirse y la vi entrar con su pelo color arena y una sonrisa en el rostro que hizo que yo sonriera también. La miré deslizarse por los pasillos y entonces me perdí. Me perdí en su forma de bailar al son de Harry Potter; sentía que con cada paso que daba se llevaba una parte de mí y desde ese momento supe que quería bailar con ella el resto de mi vida.
Editado: 15.11.2024