Perdon por los bailes

Kenna 30

Decidí ir a verle, quería contarle como me sentía al respecto, pero al llegar a la biblioteca descubrí que llevaba dos días sin ir ya que estaba enfermo. No sabía dónde vivía y mucho menos podía preguntarle a la persona que le estaba sustituyendo, así que volví a casa un poco triste. Tomé el libro que me regaló y empecé a leerlo, nunca había leído nada de Henrry Miller y “Trópico de Cáncer” me pareció un título muy prometedor.

Al leer el nombre del autor me recordé de Henrry, luego de aquella noche nos volvimos a ver un par de veces, quedábamos luego de cuidar a su hermano y cuando sus padres no estaban teníamos sexo o veíamos una peli — eso no me impedía pensar en Branwen—, hablábamos de vez en cuando, solo que la última vez no respondí sus mensajes. Dejé el libro de lado y me pospuse a responderle.

Henrry: No sabes lo mucho que te pienso Kenna.

Kenna: ¿Y en qué piensas?

Henrry: en muchas cosas, desde la última vez no dejo de pensar en ti, en tu forma tan salvaje de mirarme.

Kenna: entonces solo estás pensando en sexo, eres un niño muy travieso.

Henrry: no, no es solo sexo. Algo me atrae de ti, desde el momento en que te vi.

Kenna: me estás diciendo que te gusto, ¿es eso?

Henrry: si, y tengo muy buenas razones. La primera es que pienso que eres bellísima. Tus ojos siempre llenos de cosas que decir, tu sonrisa tan radiante, tu piel tan lisa y dulce, y ese perfume que inunda mi nariz. La segunda es que pienso que puedo hacerte sentir bien… hacerte pasar días diferentes, abrasarte cuando estas triste y hacerte sonreír siempre. Estos son los dos motivos principales, hay algunos más pequeños que se suman al resto, como alguno de tus aspectos que estoy feliz de haber encontrado en ti. La paz y la tranquilidad que siento solamente estando abrazado a ti mientras vemos una película.

Pienso que tú estás haciendo que me enamore de ti.

Leer ese último mensaje hizo que se me acelerara el corazón, y no de emoción. Empecé a preocuparme, no debí dejarme llevar, estaba utilizando a alguien para intentar olvidar a otra y no estaba bien.

No comprendía porque no sentía nada por Henrry, porque mi corazón no se me salía del pecho cuando estábamos juntos y porque cuando lo besaba no sentía nada. Me quería y con esas palabras lo acababa de confirmar, pero a mí solo me asustaron y mi radar solo me gritaba que saliera corriendo.

En un momento como este yo solo pensaba en Branwen, en lo bonito que sería si esas cosas me las hubiera dicho él. Intenté calmarme y volví a tomar el móvil para responder.

Kenna: en el segundo punto estoy de acuerdo contigo, eres una persona muy tierna y me haces sentir bien, pero la verdad es que no te recomiendo que te enamores de mí.

Henrry: en la vida uno se enamora, sobre todo a los 20 años, es imposible evitarlo. ¿Llegara un día en el que no te ame más? Es probable, nada es para siempre. Hay un famoso dicho griego “Panta Rei”: todo fluye. No podemos prevenir el movimiento de nuestras emociones, los sentimientos cambian con el tiempo. Si estas soportando o no me quieres decir algo por miedo a hacerme daño, te estoy prácticamente diciendo que no lo hagas.

Buenas noches.

Estuve un buen rato leyendo y releyendo sus mensajes, no podía comprender cómo podía sentir algo por mí, la forma en la que me acerqué no fue la más sincera, y ahora tenía que hablarle porque si seguía jugando con sus sentimientos me iba a odiar.

Me dormí pensado en que en un par de días tenía que verle porque me tocaba trabajar y terminar lo que habíamos empezado significaba tener que buscar otro trabajo.




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