Perdóname...

Capítulo 9

Caminaron juntos por muchas horas, abrazados y besándose a cada momento, algunas veces corriendo y otras simplemente en paz y mirando el mar, ya cansados, se sentaron juntos en la orilla de la playa, Luana se sentía tan feliz, relajada, emocionada por los momentos tan maravillosos que estaba viviendo, el agua cubría por momentos los pies descalzos de ambos, pero eso no importaba mientras estuvieran juntos.

El día llegaba a su fin, ya el sol se estaba ocultando, el cielo cambiaba de color tomando un tono rojizo algo entristecedor, pero daba paso a una luna llena tan hermosa que se abría paso a través del inmenso cielo,

Valentino la rodeo con sus brazos mientras la besaba en la frente primera, para luego darle un beso delicado en los labios, se abrazaron tan fuertemente como queriendo fundirse en un solo ser, mientras no dejaban de besarse y de acariciarse, se profesaron tantas caricias que un volcán de pasión empezó a erupcionar entre ellos y ambos decidieron entregarse al amor sin más reparos y sin más testigos que el cielo, el mar y la arena.

Aun semidesnudos y recostados sobre la arena no dejaban de prodigarse amor, Valentino cubrió con su camisa el torso desnudo de Luana mientras la miraba a los ojos y se preguntaba por qué había dejado pasar tanto tiempo sin declararle su amor, porque había dejado que ella sufriera tanto si él había podido evitar toda aquella confusión, pero aún tenía dudas, hubiera querido que ella le explicara por qué se alejó de él, porque había permitido que todo su mundo se derrumbara sin explicación.

La duda dio paso a la rabia, a una rabia incontenible que se había apoderado de él cuándo descubrió que ella estaba saliendo con otra persona, en ese momento había querido vengarse, pero los años no habían pasado en vano, ella terminó al poco tiempo con Nicolás y hasta la fecha estaba sola, no le conocía ninguna relación estable fuera de algunas salidas ocasionales.

Esa misma duda lo consumía en este momento y no le permitía disfrutar de lo que tenía en ese momento, los celos lo inundaban, quería preguntarle y salir de dudas, pero tampoco quería empañar tan mágico momento, se levantó de allí y empezó a caminar por la orilla, mientras Luana lo miraba desconcertada.

Después de ponerse la camisa de Valentino, corrió hacia él, sus piernas desnudas se estremecían con el viento que corría por la playa, trato de alcanzarlo al ver que él se alejaba más de aquel lugar, lo cogió por un brazo, mientras su rostro reflejaba confusión y miedo, temía que él únicamente se quisiera vengarse de ella por haberlo dejado sin una explicación convincente.

Temía que él se hubiera aprovechado de ella y que lo sucedido hubiera sido nada más que una venganza, pero esperaba equivocarse, ella sabía bien como era él, pero habían pasado tantos años separados, que la duda y el temor empezaron a asustarla terriblemente.

— ¿Qué sucede Valentino? — pregunto desconcertada Luana

—No pasa nada — dijo el mientras esquivaba la mirada, tratando de ocultar sus sentimientos

—Que sucede — dijo ella a punto de llorar — Te arrepentiste de todo lo que sucedió, ¿no?, no respondas a eso, dime más bien que me amas, que me amas como yo a ti, que nunca pudiste olvidarme, dímelo por favor... porque yo te amo...

—En verdad me amas — respondió incrédulo Valentino — Como puedes asegurarme eso, si hace tanto tiempo que dejamos de vernos, si cuando terminaste conmigo dijiste que estabas confundida, que ya no sentías nada por mí, yo espere que te dieras cuenta de la verdad, pero nunca lo hiciste, dejaste que el tiempo pasara entre nosotros. Abandonaste todo lo que éramos, todo lo que habíamos conseguido.

 —Es verdad, estaba confundida, creí ver la luz donde no lo estaba, pero tú estabas al final del camino y mi verdadera luz eres tú, o crees que puedo llegar a fingir tanto, que lo que te demostré hoy es falso, responde ¿dime crees que miento?

—No mi amor, no considero que mientas, te amo, pero tenía miedo que lo sucedido se debiera a que te sentías confusa y triste, pero si me dices que me amas, yo te creo, no sabes cuánto ansiaba que me dijeras eso... yo siempre te amé he pasado años amándote en silencio...

— ¿De verdad Tino... lo que me dices es cierto? — Pregunto ansiosa Luana mientras lo miraba con sus ojos llenos de lágrimas — Hay algo que quiero confesarte, algo que origino mi confusión hace cinco años, sé que debí confiar en ti, pero estaba muy confundida, tenía cambios de humor constantes, ya no era feliz, temía decirte eso por temor a lastimarte, pero al final la decisión que tome me lastimó más a mí que a ti, pero hay algo que quiero pedirte antes de contártelo.

—Pídeme, lo quieras, mi vida, todo lo que quieras, lo que sea — respondió el vehemente.

—Quiero que después de que te cuente la verdad, no lo vuelvas a mencionar jamás, ¿lo prometes?

—Si — respondió el muy quedo.

—Antes de decidirme a terminar contigo, yo había conocido a un muchacho, del cual me ilusione, la relación entre tú y yo había llegado a un punto en el cual ya nada me parecía bien, siempre terminábamos discutiendo por todo, ya nunca estábamos de acuerdo, es así que él empezó a entrar en mi vida, después de mucho tiempo yo volví a sonreír a ir por el mundo con la ilusión de que existía la felicidad para mí, pero también estaba la tortura de tener que decirte que quería alejarme de ti por un tiempo, la verdad es que no sabía lo que sentía, ya estábamos comprometidos, y yo sentía que a tu lado sería infeliz.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.