Perdóname...

Capítulo 51

—Valentino va a escucharme — pensó preocupada, como era posible que descuidara tanto a las niñas y lo peor era que las dejara en manos de esa psicópata. Estaba sumamente decepcionada de Valentino, ¿por qué tenía que estar fuera de casa sin preocuparse por sus hijas?

Las miro y sintió que su corazón se encogía de solo pensar en todo lo que habían pasado esas niñas con la loca de su madre. Pero al fin y al cabo esa loca seguía siendo su madre.

—Peques, no me han dicho sus nombres.

—Yo soy Georgia, me puedes decir Gia —Contesto rápidamente la pequeña que estaba sentada en sus faldas — Y ella es Giselle, pero le puedes decir Gis.

—Ustedes saben que soy Luana y soy una vieja amiga de su papá y creo que ya conocen a Alex, él es mi hijo.

—Yo pensé que eras su madrina —Replico Gis mientras miraba curiosa a madre e hijo.

—Lo que pasa cariño, es que estoy un poco delicada de salud. —trato de explicar, cuando Alex le interrumpió.

—Mi mamá, sufre de pérdida de memoria, por eso no se acuerda de algunas cosas, pero mi papá hará que la vea el médico pronto, para que recupere todo lo que ha olvidado.

—Es por eso que no te acordabas que estuvimos en tu casa el otro día, ¿no?

—¿El otro día?

—Si cuando papá no llego a dormir, mamá estaba furiosa y dijo que él estaba contigo, nos echó de su habitación, pero yo regrese a darle un beso cuando la vi tirando las cosas dentro de la habitación, me asuste, la vi tomar unas pastillas mientras repetía; él no va a dejarme. Luego se desmayó mientras salía sangre por su boca. Llame a mi tía Tulita, ella la llevo a la clínica de emergencia y nosotras nos quedamos en tu casa con tu mamá.

—Oh, eso no recordaba, gracias por contármelo.

—Mi mamá se enfermó de nuevo ese día —Medito Alex mientras absorbía toda esa nueva información que tendría que contarle a su papá para que no volviera a dejar a sus hermanitas con esa mujer.

Luana tenía la necesidad de recordar que paso en ese día en concreto, porque Maritza le había dicho a Gia, que Valentino estaba con ella. Mientras se esforzaba en recordar, su cabeza empezaba a doler como si algo en su cerebro estuviera tratando de impedir que esa información saliera a la luz.

Se sentía impotente, tenía que haber algo que la ayudara a unir su mente fragmentada, no quería seguir perdiéndose cosas que el resto supiera y que ella ignoraba.

—¿Te encuentras mal de nuevo? —Pregunto tensa, Gis.

—¿Mamá quieres que llame a papá?, perdón o ¿al señor Valentino? — trato de corregir su indiscreción Alex.

—¿Tienes papá? — pregunto curiosa Gia

—Cómo no va a tener papá Gia, todos los niños tienen un papá, la pregunta sería ¿Tu papá vive contigo? —replico Gis muy seriamente.

Alex sonrió mientras miraba a sus pequeñas hermanas — Mi papá es una buena persona, pero lo acabo de conocer, él no tenía ni la menor idea de que yo era su hijo, hace unos días se enteró, igual que mi mamá, ella también ignoraba que tenía un hijo, ambos lo descubrieron el mismo día.

—¿Y entonces con quien vivías? — pregunto Gis.

—Vivía con mamá Virginia y con papá Pablo, pero ellos acaban de morir en un accidente de tránsito.

—Virginia ¿murió? Y ¿quién es Pablo? — Soltó de pronto Luana que escuchaba en silencio la plática de los niños.

—Pablo era el esposo de Virginia —Respondió Alex — Ellos me criaron desde bebe, ya que tú no me recordabas y tenían miedo de que mi presencia te hiciera enfermar nuevamente. Tú siempre creíste que yo, era tu ahijado.

—Cuanto lo lamento bebé, debes haberte sentido muy solo.

—No mami, mis papás eran muy buenos y me querían mucho, yo me entere de que eras mi madre porque los escuche hablando una noche cuando yo tenía cuatro años, esa era la razón por la que te decía mamá Lu, ya tenía conocimiento de que eras mi madre.

—¿Entonces quien es tu papá?, ¿lo conocemos? ¿Es el señor guapo que estaba con tu mamá?

—No Gia, él es mi tío Nicolás, el mejor amigo de mi mamá y además es mi padrino.

—Yo pensé que el mejor amigo de tu mamá, era mi papá.

—Tu papá fue novio de mi mamá, pero tu mamá apareció. —Soltó muy suelto de huesos Alex.

—Alex, ten cuidado con lo que dices —regaño Luana a su hijo. — Esos son temas que solo nos competen a los adultos.

—Está bien mamá, yo solamente estaba respondiendo sus preguntas, además no quiero que supongan que tú eres mala o que les vas a robar a su papá, en todo caso su mamá fue quien te robo el novio y por eso te enfermaste y yo me quede viviendo con mis tíos en lugar de vivir con mis padres.

—Alex, las niñas son muy pequeñas para decirles esas cosas que no son del todo ciertas. Niñas su papá y yo habíamos terminado cuando él conoció a la mamá de ustedes.

—Si mamá, yo sé que fue así, pero si ella no te hubiera golpeado, entonces tú no hubieras ido al hospital, y mi papá se hubiera enterado en ese momento que estabas embarazada de mí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.