Perdóname...

Capítulo 54

Nicolás, se quedó sorprendido, ¿qué era lo que había descubierto Valentino? ¿Sabría toda la verdad? No, eso era imposible, había cubierto muy bien sus pasos para que nadie lo descubriera, sobre todo para que esos miserables no supieran donde estaba.

Toco por encima de su camisa la larga cicatriz que cruzaba su dorso a lo ancho de su abdomen, algunas veces dolía o causaba escozor, pero era el recordatorio de por qué se fue de ese lugar y no regreso jamás.

Aun hoy, las pesadillas lo acompañaban siempre.

Miro a Valentino de reojo, este le sonreía de lado con un aire de complicidad.

—Está bien, dime que es lo que sabes.

—No te preocupes cuñadito ya te diré, primero vamos a la reunión con los Ugarte.

—Hey, Jimmy, ¿por qué demoraste tanto?

—Señor, usted me pido que llevara a la señorita Lamas a su casa y eso fue lo que hice, ni se imagina todo el escándalo que hizo. Por cierto, su padre quiere que lo llame.

—Está bien, dile que lo llamaré cuando me desocupe, pero no creo que sea el día de hoy.

—Le informaré al señor Lamas, que le devolverá la llamada mañana al medio día.

—Perfecto.

—Los señores Ugarte los esperan en la sala de conferencias en el piso veinte, ya todo está preparado.

—Nico, Daniel, vamos que nos están esperando.

Se dirigieron al ascensor privado que se abría directamente en la sala de conferencias, para mantener la privacidad que tanto cuidaba Valentino, el ascensor llego a su destino y la puerta se abrió mostrando en el interior de la sala a dos personas de aspecto maduro y a una joven hermosa de unos veintitrés años aproximadamente.

—Buenos días —dijo Valentino mientras se acercaba a saludar a sus posibles socios comerciales.

La pareja se levantó, y lo saludaron de mano inmediatamente, ya antes habían tenido relaciones comerciales y por eso ansiaban que su cuenta la llevara directamente Valentino, no querían tener tratos con los otros ejecutivos de la empresa.

—Valentino, esta es Renata, nuestra hija, ella ser a nuestro contacto con tu empresa.

—Valentino Ordóñez, un gusto en conocerte, mis padres hablan mucho de ti y ansiaba conocerte.

—Señorita Ugarte, un gusto el conocerla.

—El gusto es mío —Dijo la joven mujer mientras se acerca y le daba un beso en la mejilla, provocando una ligera sonrisa en sus padres.

Valentino fue cogido, desprevenido, no le gustaba el contacto tan cercano con otras personas, retrocedió instintivamente, logrando que Nicolás se diera cuenta de la incomodidad de este.

—Bienvenida señorita Ugarte —Nico se adelantó para cubrir la reacción de Valentino —, yo seré el contacto de la empresa con ustedes. Mi cuñado tiene que resolver asuntos personales, por lo que estoy tomando el relevo en este proyecto.

—¿Cuñado? —Pregunto la señora Ugarte, curiosa y decepcionada.

—Así es. Les presento a mi cuñado Nicolás Peralta. Es el co-creador del proyecto que les propusimos y el cual ustedes aceptaron sin ningún tipo de reparo. Nicolás es el nuevo Gerente de proyecto de L & V Ingenieros.

—¿Entonces tú no estarás? —No, señorita, yo tengo que resolver algunos asuntos muy importantes.

—Más valioso ¿Qué nuestro proyecto?

—Así es, es mucho más valioso, ya que tiene que ver con mi vida privada. Pero no se preocupen. Nicolás es un genio y llevará a cabo todo sin mayor inconveniente. ¿No es así Nicolás?

—Así es, señores Ugarte, no es la primera vez que realizo un proyecto para ustedes, pero es la primera vez que lo harán directamente conmigo. Les doy la seguridad que no tendrán ninguna queja al respecto.

—Había una señorita, que también trabajaba con usted.

—Se refiere a Luana —Replico de inmediato Nicolás

—¿Ella también estará trabajando con usted?

Nicolás miró a Valentino, no tenía ni la menor idea de cómo harían con eso.

Valentino tomo la palabra de inmediato para poder absolver las preguntas de los Ugarte.

—Luana trabajará como consultor externo, en este momento no se encuentra bien de salud, es por eso que nos tomaremos un tiempo para que ella se recupere. Esta empresa se dividirá próximamente en dos grandes grupos, El grupo constructor y el grupo de sistematización. Luana asumirá el control total del grupo Constructor de la empresa, ya que yo me dedicaré al cien por ciento al de sistematización y software.

—Oh, ya veo. Así es cuando hay suerte — murmuro la joven.

Valentino la miro furioso al darse cuenta de que estaba menospreciando a su mujer.

—¿Sabe por qué esta empresa se llama L & V Ingenieros?

La muchacha lo miro avergonzada, no sabía que responder y guardo silencio.

—Señorita Ugarte, debido a que es joven no tomaré muy en serio su comentario y espero que esto no se repita nunca más, porque de otra manera romperé cualquier tipo de relación comercial con sus padres, yo no voy a permitir que murmure de mi mujer ni usted ni nadie.  Le explico para su conocimiento “L & V” son las iniciales de Luana y Valentino, es decir, son nuestros nombres. Y si usted investigó a la empresa antes de venir a esta reunión, se dará cuenta de que esta empresa tiene siete años de fundada.




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