Perdóname...

Capítulo 71

Valentino estaba sentado en el piso abrazado a Luana, quien no paraba de llorar, trato de calmarla, mientras escuchaba cada cosa que decía.

—Esa mujer robo mi vida, Valentino, se llevó a nuestros hijos.

—Calma mi vida, tranquilízate, los encontraré para ti, confía en mí.

—Déjame ir, tengo que buscarla y preguntarle, donde se llevó a mis hijas. — Grito Luana mientras intentaba salir de los brazos de Valentino.

—Alex, busca a tu tío Nicolás, dile que traiga a Avalos.

—Papá donde está mi tío,

—Él está en el bungaló, es la casa a la izquierda de la piscina.

Alex salió corriendo, a buscar a su tío, desesperado al ver que su mamá está en crisis.

—Valentino, hay forma de reconocer a los niños, es la lenteja.

—¿Cuál lenteja, mi vida?

—Eran tres, yo di a luz a tres niños, un niño y dos niñas, pero ella llegó y los quito de mis brazos, yo grite, trate de pedir ayuda, pero nadie venía. Trate de levantarme, pero tenía las manos atadas a la camilla. Ella reía mientras levantaba al niño y lo soltaba en la papelera. Mi niño desnudo, Tino, estaba desnudo, se puede morir si no lo sacamos de ahí.

—Cariño, ha pasado mucho tiempo desde que nacieron, han pasado siete años.

Luana lo miro con los ojos desorbitados, mientras repetía una y otra vez. —Siete años, siete años.

—Si bebé, han pasado siete años, los niños deben estar grandes, no te preocupes, los encontraremos.

—No, me estás mintiendo, ellos acaban de nacer, no puedo estar equivocada.

Valentino, temía que Luana perdiera la razón, estaba desesperado. Pero también quería saber todo lo que estaba recordando, y que había tras el recuerdo que tenía en ese momento.

—Valentino, ella fue ayudada por un hombre, él le ayudo a quitarme a los niños, tienes que encontrarlo.

—¿Cómo es él? — pregunto inquieto.

—Él tiene una cicatriz…

—¿Qué sucede? — pregunto Nicolás que acababa de entrar junto con Avalos, este saco una jeringa y estaba a punto de aplicarle un calmante a Luana.

—Espera detente — Dijo Valentino, ya que Luana quería decirle algo, pero no se atrevía, empezó a temblar cuando los dos hombres ingresaron a la habitación y provoco que ella se quedara muda, pero aun así acerco su boca a la oreja, tratando de decírselo en secreto.

Valentino acercó su oreja y volvió a preguntar casi en un susurro —¿qué cicatriz? — Ella temblaba de miedo, y no se atrevía a pronunciar una palabra, debido a los temblores de su quijada.

—Es larga — le dijo al oído — ¡Noo! — grito cuando sintió el pinchazo de la aguja y el líquido lechoso empezar a correr por su torrente sanguíneo, era muy tarde para hablar, pero tenía que hacer el esfuerzo.

—¡No te dije que esperaras! — grito Valentino irritado al ver la acción apresurada de Avalos.

—Era necesario — contesto este, encogiendo los hombros.

Luana seguía aferrada al cuello de Valentino, sus ojos se empezaban a cerrar, pero antes de caer rendida por el sedante aún le dijo —Busca la lenteja, pie izquierdo. Búscala.

Finalmente, Luana cerró los ojos y se quedó dormida.

Valentino, levanto a Luana en sus brazos y camino en dirección a su habitación, Alex lo seguía muy de cerca preocupado.

Ingreso a su propia habitación y la recostó en su cama, quería cambiarle la ropa, pero la presencia de Alex, se lo impidió, tampoco tenía el corazón de pedirle al niño que saliera, cuando el mismo, sabía, lo preocupado que estaba.

—Cierra la puerta, hijo — le dijo mientras le señalaba la puerta con la cabeza.

Nicolás quiso entrar, pero Valentino le dijo que no, que él saldría y hablarían.

—Bebé, ven siéntate y cuéntame qué pasó.

Alex, estaba nervioso y asustado, pero trato de aparentar una calma que no tenía. Se secó las lágrimas con el puño y se sentó al lado de su mamá, mientras acariciaba sus cabellos.

—¿Se pondrá bien? — preguntó, mientras miraba a su papá.

—Sí, lo hará. Ella es fuerte, conseguirá ponerse bien, ya lo verás. ¿Me cuentas qué sucedió?

—Ella estaba bien, incluso nos trajo leche a mis hermanas y a mí. Y no podía dormir cuando ella regresó a mi habitación, se sentó al borde de mi cama y me pidió que le mostrara mi pie izquierdo. Luego de verlo se alteró, no sabía que eso sucedería, te juro papá, que si lo hubiera sabido entonces no se lo mostraba.

—¿Me muestras tu pie?, quiero ver qué fue lo que ella vio. — Dijo Valentino mientras pensaba en las últimas palabras de Luana. Busca la lenteja en el pie izquierdo.

Alex se quitó la pantufla mostrando su pie desnudo debido a que no había tenido tiempo de volverse a poner la media. Levanto su pie y le mostró la planta.

Valentino se sorprendió al ver un lunar en forma de lenteja debajo del dedo meñique del pie izquierdo, ahora las palabras de Luana tenían sentido. Pero ¿Por qué dijo que eran tres niños? Dos niñas y un niño. —Espera — Dijo de pronto y se levantó como un resorte de la cama.




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