Perdóname...

Capítulo 90

Valentino estaba demasiado alterado, no entendía nada de lo que estaba pasando en ese momento, la perdida de la conexión del programa lo tenía fastidiado, fue tonto al confiarse, pero no esperaba que Avalos fuera tan astuto y usara un bloqueador de señal. Golpeo con fuerza su escritorio, aún podía escuchar a Luana gritar desesperada en la habitación, en cualquier momento regresarían los niños y sería imposible ocultar lo que estaba pasando.

Se levantó y salió de su estudio, algo tenía que hacer al respecto. Nicolás seguía en la sala, pero Avalos ya no se encontraba,

—Cuñado que fue lo que paso, ¿por qué encerraste a mi hermana?

—Quería irse de la casa siguiendo a Avalos, no podía dejarle hacer eso.

—Hable con él, para que no se entrometiera. Se supone que debería ayudarnos, no tratar de sacarla de la casa.

—Es cierto, pero ya sabes que algo se trae, pero tú aún no lo crees.

—Valentino, sé que está enamorado de Luana, pero me cuesta creer que haya tramado algo en contra de ella, no puedo olvidar que, salvo mi vida, si no fuera por el yo no estaría aquí en este momento.

—Entiendo lo que dices, pero nadie me quita de la cabeza que es un hijo de mil putas.

—Los niños ya no tardan en llegar.

—Lo sé, voy a hablar con ella y si no entiende por las buenas tendré que sedarla, y ojalá que cuando despierte este de mejor humor.

Valentino subió las escaleras con un vaso de agua y unas pastillas para dormir, de las que usaba cuando estaba demasiado estresado, no quería llegar a ese nivel, pero no sabía que más hacer para que Luana no saliera de casa y corriera peligro.

Abrió la puerta de la habitación y vio a Luana parada frente a la ventana, al sentir que la puerta se abría giro lentamente sin atinar a hacer nada, luego que vio la puerta cerrarse, camino, apresurada, hacia Valentino. Se colgó de su cuello mientras lo besaba ansiosamente.

—Lo lamento, no debí actuar de esa manera, pero era lo único que podía hacer para que él creyera que había conseguido su objetivo.

Valentino se quedó de una pieza, cuando entendió todo, abrazo a su mujer nuevamente, mientras respiraba más tranquilo, su cuerpo finalmente podía relajarse, había pasado unas horas terribles pensando que Avalos había conseguido cambiarla nuevamente.

La llevo al mueble que estaba en la habitación mientras la rodeaba con sus brazos.

—Cuéntame que paso, estuve viendo el inicio de la sesión en mi celular, pero luego todo se cortó, se perdió la señal.

Luana se quedó pensando un instante y recordó cada cosa que Avalos hizo mientras estaban en la habitación que servía de consulta.

—Él sacó un lapicero de su bolsillo antes de iniciar la hipnosis, lo recuerdo porque me extrañó que lo hiciera, él ya tenía un lapicero con el que tomaba nota, pensé que se le había terminado la tinta y por eso lo estaba reemplazando, creo que ese fue el aparato que uso para bloquear tu señal.

—Bastardo — comento Valentino mientras apretaba los dientes de la frustración. —¿Te hizo algo?

Luana se quedó callada, de solo recordar que el imbécil ese la había besado cuando creyó que estaba dormida, sentía ganas de volverse a lavar la boca solo para quitarse la sensación de su lengua entrando en su cavidad bucal. Por eso su desesperación por besar a Valentino y olvidar lo que Avalos había hecho.

Bajo la cabeza avergonzada, no podía mirar a Valentino.

—¿Qué te hizo?, ¿se aprovechó de ti?

Luana suspiro profundamente, valentino se volvería loco, pero no podía ocultárselo, felizmente ese momento no pudo verlo, de otra manera hubiera ingresado como un loco a la habitación y no hubiera podido averiguar nada, — Me beso mientras creía que estaba dormida e hipnotizada.

—Hijo de puta, se atrevió a tocarte, con razón estaba de lo más tranquilo y me miraba de esa manera tan arrogante, voy a matarlo y hacer que se arrepienta de haberte tocado.

—Tranquilo cariño. No lo dejaremos salirse con la suya, pero tenemos que averiguar si él estuvo con Maritza el día que me quitaron a las niñas, no creo que sea tan difícil hacerle hablar.

—¿Para qué necesitamos esa información, amor?, ya sabemos que él fue. ¿Qué más necesitas averiguar?

—Valentino deja de ser un cavernícola y pensar solo en que tu mujer fue besada por una rata, piensa en que necesito saber que más hizo con mi cabeza, necesito saber hasta dónde invadió mis recuerdos, quiero tener el control de mi mente y la única manera de hacerlo es hacerle creer que está consiguiendo todo lo que busca, por favor amor apóyame ¿sí?

Valentino se levantó y empezó a caminar por la habitación como un león enjaulado, por un lado, sabía que ella tenía la razón, pero por otro no quería que ella se arriesgara y si Avalos terminaba violándola, no, eso no, él no podía permitir que su mujer arriesgara su propio cuerpo, tenía que haber una forma distinta a esa.

Solo quería sacar a Avalos de su casa o en el mejor de los casos meterlo preso por mala praxis, pero sin pruebas no podía hacer nada.

—Está bien, pero prométeme que si intenta hacer algo que te lastime pararas con todo.




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