Perdóname...

Capítulo 112

Nicolás se emocionó al ver que su celular timbraba, por lo que no se preocupó por ver el número del remitente, contesto de manera inmediata.

—¿Alex? ¿Dónde estás hijo?

—¿Capitán Peralta? — Preguntaron del otro lado de la línea. Nicolás se sorprendió, muy pocas personas sabían quién era.

—¿Quién habla? —respondió de inmediato, tratando de acabar con la llamada por temor a que Alex llamara en ese momento.

—¿Es usted? —Volvieron a preguntar. Al ver que Nicolás se mantenía en silencio, el interlocutor decidió hablar sin tener la confirmación. — Soy Martin Alarcón, secretario del Primer Ministro, hay alguien que necesita comunicarse con usted de manera inmediata.

Nicolás se quedó en silencio, no entendía por qué lo estaban llamando y mucho menos porque era alguien relacionado con el gobierno.

—¿Cómo obtuvo mi número y como sé yo que usted es quien dice ser?

—¿Nicky? — Hablo una mujer joven por el teléfono.

—¿Casandra? —¿Qué paso?, ¿por qué me llamas? ¿Dónde estás?

—Tranquilo Nick, mi papá desea hablar contigo es urgente.

—Okey, pero llámame al otro número, estoy esperando una llamada urgente a la línea en la que estás hablando. Por favor.

La llamada fue colgada e inmediatamente se comunicaron a su número de emergencia.

—Nicolás, muchacho, buenos días. — Le dijo una voz gruesa en tono firme.

—Mi general buenos días — Respondo Nicolás de manera cortés. — En que puedo ayudarlo.

—En estos momentos no te voy a hablar como tu general, te hablaré como un amigo que necesita un favor para otro amigo.

—Si está en mis manos, señor, cuente con ello — respondió rápidamente Nicolás — Pero tendrá que ser después que termine la misión en la que estoy.

—Nicolás, sé que estás en busca de tu sobrino — Respondió el hombre.

¿Cómo sabe eso? Se preguntó Nicolás, pero bueno, el tipo era un General, era ilógico pensar que no lo sabría.

—Si, señor, mi sobrino fue secuestrado hace una semana, y esta es la segunda vez que lo perdemos, ahora estoy siguiendo al automóvil que lo secuestro. —¿Pero señor, como sabe de esto? —Nicolás estaba aturdido, ya que el número al que habían llamado antes era su número personal, un número al que solo la gente muy allegada a él tenía el privilegio de saber.

—Te preguntarás como lo sé, me lo acaba de proporcionar el primer ministro que es amigo mío, compañero de armas, su nieta fue secuestrada y llamo en un descuido de los secuestradores, dice que está con un niño de nombre Alex y el niño le dijo que te buscaran dio tus datos. Están en la misma Van.

—¿Van?

—Así es, parece que cambiaron de automóvil en el camino.

—Puta madre — hablo Nicolás sin pensar y cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde. —Lo siento General, por mi exabrupto.

—No te preocupes, te entiendo.

—Deme unos minutos General — Dijo Nicolás mientras miraba a Jeremy — Cambiaron de automóvil, ya no podemos guiarnos por ese vehículo al que seguíamos, igual sigue la ruta, déjame ver donde pudieron detenerse para cambiar de auto y te aviso.

—¿General que edad tiene la niña?

—Tiene doce años, es de cabellos rubios y estaba con una coleta al momento del rapto, lo hicieron anoche al promediar las siete cuando salía de su clase de ballet.

—¿No tenía seguridad? ¿Alguien que viera el rapto?

—Te estamos enviando los datos de la Van, pero la placa es robada, igual te la envío con la imagen del auto, por cierto, tu gente va en camino.

—¿Cómo se llama la niña?

—Se llama Melina y sufre de asma, así que por favor ten mucho cuidado con ella, encuéntrala por favor.

—Okey señor. —Nicolás colgó y apretó los puños con fuerza. Estaba molesto ante esa situación. No creía que fuera justo, que todo se movilizara porque era la nieta del primer ministro, mientras que si fuera cualquier otra niña todo sería igual a nadie, le importaría porque sería un niño del montón.

Jeremy, que había oído la conversación, estaba indignado de igual forma.

—Lo sé Jeremy, yo también estoy molesto, pero al menos tendremos ayuda y ahora sabemos que cambiaron de vehículo, si no estaríamos buscando una aguja en un pajar sin encontrar nada.

Una llamada de Matías ingreso inmediatamente.

—Jefe ¿Cómo consiguió que nos enviaran nuevamente? Mendieta está histérico, dijo que nos reportaría.

—Eso es algo que no podrá hacer. ¿Te dieron los nuevos datos?

—Si jefe, pero no entiendo.

—Resulta que la nieta del primer ministro fue secuestrada y por casualidad está en la misma unidad de transporte que Alex. Creo que realizaron la llamada del celular de Alex, así que tal vez no pueda volver a llamarnos.

—Jefe, su sobrino es muy inteligente, algo se le ocurrirá. Ya verá.

—Esperemos que sí, ¿qué tan cerca están de nosotros?




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