Luana siguió a Valentino, intrigada, hubiera querido quedarse y ver si su hijo aparecía, pero una mirada profunda de Valentino le hizo seguirlo sin hacer ningún tipo de preguntas.
Subieron al auto seguidos de Mike quien se dispuso a conducir el automóvil sin pronunciar ninguna palabra como si estuviera en automático, el resto de los guardaespaldas se quedaron con Nicolás para ayudar con la búsqueda aun cuando pensaban que era un esfuerzo inútil, ya que habían barrido toda la zona desde que llegaron y la situación no había cambiado.
Solo Jeremy, que se había parcializado con Nicolás, estuvo de acuerdo en quedarse y volver a revisar todo, confiaba en el joven que estaba a cargo del operativo, después de todo ambos estaban juntos cuando empezó la búsqueda y era conocedor de todo el trabajo que habían realizado hasta el momento, se negaba a rendirse y dar por pedido nuevamente al pequeño Alex.
—¿Señor nos dirigimos a la empresa? — pregunto Mike rompiendo el silencio que reinaba en el ambiente.
—Sí y no, déjame hacer algunos arreglos primero, usa la vía de la Costa Verde mientras tanto y luego subes por Miraflores. — Comunico Valentino mientras mandaba mensajes a Jimmy por el WhatsApp.
—Está bien señor, por cierto, hay dos autos que nos están siguiendo desde que salimos del puerto. Creo que sospechan algo.
—Trata de perderlos.
—Está bien señor.
Luana miro por el espejo retrovisor, dos autos negros los seguían y no les daban margen de separación, y aún no entendía por qué no se iban de frente a la empresa si eso era lo que había comentado Valentino a Nicolás antes de salir.
Mientras pensaba sus ojos miraban el camino, que muchas veces había recorrido con Valentino cuando eran jóvenes y ni sospechaban en todos los problemas en que se meterían al llegar a adultos.
Sus ojos se perdieron en el mar, bajo la luna de la ventana del auto y dejo que el aire frío del mar diera de lleno contra su cara, a su lado Valentino seguía escribiendo en el celular con el ceño fruncido.
—Cariño, ¿Qué es lo que está pasando? — Finalmente se atrevió a preguntar.
—Hable con Alex, — Contesto Valentino mientras seguía escribiendo sin detenerse a levantar la vista para mirarla. —Parece que el celular de Nicolás fue interceptado por alguien de su grupo de investigadores. Por eso no le podía decir nada.
—No lo puedo creer y ¿Nico lo sabe?
—Sospecho que aún no lo sabía, pero se dio cuenta cuando le dije que me llamara para informar sobre el paradero de Alex, además él sabe muy bien que si no ocurriera algo extraño no lo dejaríamos solo, así que debe estar investigando quien es el traidor.
—¿Confías en Jeremy? —Pregunto Luana al darse cuenta de que su hermano estaba con ese guardaespaldas y que ella no conocía exactamente a la gente que trabajaba para Valentino.
—De todos mis guardaespaldas, pondría mi vida sin dudarlo en Mike, Jeremy y Río. Por eso estoy tranquilo con las niñas, sé que Río jamás dejara que les pase nada malo a ellas. Yo lo vi crecer.
—Ya veo — Respondió Luana pensativamente, justo cuando abría la boca para volver a hablar fue interrumpida por Mike.
—Señor, ya estamos en la bajada, pronto llegaremos al parque Kennedy.
—Bien, Mike, entraremos al Vivanda que está por el parque, ahí cambiaremos de auto. Jimmy nos está esperando en esa posición. Cambiarás de auto con Jimmy, en ese punto él saldrá rumbo a la empresa y nosotros nos iremos para Chorrillos en el nuevo vehículo.
—¿Nuevo? —Pregunto Luana sorprendida —¿te refieres a nuevo?
—Así es cariño, los que nos siguen esperan que salgamos en el mismo SUV, pero lo cambiaremos ahora, Jimmy usara el SUV y nosotros iremos en otro auto a buscar a nuestro hijo.
—Has pensado en todo. — Replico Luana
—El señor siempre está un paso delante de todos, por eso ha crecido tanto — respondió Mike con una sonrisa, mientras entraba al estacionamiento del centro comercial, siguiendo el dato que le había enviado Jimmy, afuera cuando intentaron entrar al estacionamiento, los dos autos fueron detenidos.
—Cariño sal y cambiemos da auto, apresuro Valentino mientras veía a Jimmy salir de un auto de gama media recién comprado, definitivamente no pensarían que se iban en un auto de tan poco valor.
Finalmente salieron del supermercado.
—Nuestro hijo está en el barco que se fue del muelle tal como lo sospechaba tu hermano — habló de repente Valentino.
Luana volteo a mirarlo de manera interrogante mientras le instaba a continuar.
—Gracias a dios el capitán de la embarcación pensó que era demasiado peligroso para Alex regresarlo de nuevo al muelle, por esa razón dirigió el barco rumbo a Chorrillos para ser exacto al muelle de pescadores, cerca al terminal pesquero.
—Por eso tomaste todas las precauciones entonces.
—Claro cariño, no podemos guiarlos directo a nuestro hijo, por eso estoy tomando todas las precauciones necesarias para que no nos sigan.
—De verdad, ¿hablaste con él?
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Editado: 16.02.2023