Seis años después
─Es hora de comer ─ anunció su madre entrando a la oficina de su hijo como si ella fuera la dueña de la empresa.
─Estoy ocupado madre ─ contestó Gabriel sin apartar la mirada de su computadora.
─No estás lo suficientemente ocupado para ir a comer con tu madre, así que vamos ─ le dijo ella en tono firme, Gabriel optó por ignorarla, esperaba que así ella desistiera de querer sacarlo de su oficina, pero era su madre, ella tenía más fuerza de voluntad, además sabia como irritarlo, como por ejemplo empezar a golpear su zapato contra la baldosa, suspiro bloqueando el equipo para después levantarse de su silla, tomas su saco y ofrecerle el brazo a su madre para salir de la oficina.
Fueron al restaurante favorito de su madre, ellos iban mucho a ese lugar, o también comían juntos en su oficina, ya que su madre estaba muy al pendiente de él, comiera de manera frecuente ya que él en los últimos años había caído en una depresión a causa de que su esposa lo dejó, desapareció.
Ella ni siquiera sabía que su hijo tenía una esposa
Todo el asunto salió a relucir porque en un principio, Gabriel era el desaparecido, por cuatro días nadie supo nada de él, no contestaba los mensajes, ni las llamadas, del trabajo ni de nadie, nadie sabía donde estaba, estaban muy preocupados por él.
Su madre, completamente preocupada por su hijo, hizo la denuncia en la policía, fue cuando se enteró de que su hijo llevaba una especie de doble vida donde vivía en un parque de casas rodantes, donde fue que lo encontraron.
Cuando la policía lo encontró, haciendo un allanamiento, ya que el chofer de Gabriel lo había ido al mismo lugar a buscarlo, pero a diferencia de los policías, él, no había forzado la cerradura del lugar para comprobar que él no estuviera ahí.
La policía lo encontró al borde la conciencia, rodeado de botellas vacías de Whiskey y vodka, estaba muy deshidratado y también tenía rastros de que no había comido en días. Por supuesto fue llevado al hospital a atenderlo y cuando recobro la conciencia exige que le dieran de alta, que quería regresar al remolque.
Su madre especialmente no entendía por qué su hijo quería regresar tanto a ese lugar, ¿que tenía ese lugar?, ¿por qué estaba ahí?, ya después fue que se fue enterando de todo lo que había pasado, de todo lo que él había hecho.
Como él había engañado a aquella joven, mintiéndole de su posición, de su dinero, estaba muy molesta al enterarse de lo que su hijo había hecho, pero por mucho que ella hubiera querido regañarlo, reclamarle por sus acciones, él ya lo estaba pasando suficientemente mal.
Aquella mujer que era su esposa, al parecer se enteró de todo y lo abandonó, sin dejar rastro, sin una explicación, simplemente se fue y él estaba desesperado buscándola, quería pedirle perdón, no importa de qué manera, pero quería encontrarla, intentar hacer que ella lo perdonara, pero ella se había ido sin dejar el más mínimo rastro.
Incluso intentó comunicarse con su amiga, aunque sabía que no iba a lograr mucho de ella, Adri, la mejor amiga de su esposa, lo detestaba, no es que ella tuviera muchas razones para hacerlo antes y seguramente después de enterarse de lo que él había hecho, porque no dudaba que Celine le había contado la bajeza que había hecho, lo iba a odiar mucho más, es más, en una de sus insistentes llamadas, no más ella contestar lo lleno de fuertes insultos y después le colgó, luego de eso, bloqueo su número por lo que no pudo volver a comunicarse.
Fueron meses terribles para él, Gabriel incluso llegó a caer en una terrible depresión en la que su madre estaba muy preocupada, temía que él hiciera una locura debido a la tristeza de perder a esa mujer. En contra de los deseos de su hijo, se mudó en su Penthouse con él, porque en serio estaba muy preocupada con él, estaba muy inestable.
Con el pasar de los meses, no es que su depresión mejoró completamente, pero sí se mantuvo controlada, prácticamente obligado fue a terapia, que lo ayudó mucho, él todos esos meses él tampoco había dejado de intentar encontrar a Celine, pero de nuevo él no encontraba ningún rastro de ella en ninguna parte.
Fue como si la tierra se la hubiera tragado.
Debido a eso, él básicamente vivía en automático y solo para el trabajo, su asistencia a reuniones y fiesta era básicamente nula, ya no tenía amigos, había cortado relación con todos ellos y la única persona que había permanecido a su lado había sido su madre.
Los demás, aunque también lo intentaron, no soportaron su mal humor y desprecio, por lo que se había quedado casi solo, aunque él de cualquier manera se sentía solo, se sentía vacío.
─Ya está todo listo para el viaje hijo, te va a encantar el hotel Imperial ─ le contó su madre con emoción mientras almorzaban, Gabriel lo miró confundido ─ el viaje por mi cumpleaños ─ le dijo ella ofendida ─ no puedo creer que hayas olvidado el cumpleaños de tu madre ─ se quejó ella ofendida.
─No olvide tu cumpleaños madre, pero no me habías dicho que querías para ese día ─ le recordó él, le había dado indicaciones a su asistente para que su madre pidiera lo que ella deseara para su cumpleaños, no importa lo que fuera, no importara lo que costara y hasta el momento él no tenía ni idea de lo que ella había pedido.
─Bueno, quiero ir de viaje contigo ─ le dijo ella con una sonrisa, dulce, estaremos una semana en el hotel Imperial y antes de que me vengas a decir que tienes trabajo, tu asistente ya organizó todo para que tengas la semana libre, no has tomado vacaciones en los 6 años, ahora las tomarás conmigo ─ sentenció ella.
Gabriel solo la miro en silencio, discutir con su madre era de verdad inútil, así que solo le quedaba aceptar sus deseos, era su cumpleaños y él tenía a la mejor madre de todas, no podía no cumplir su deseo.
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─Nos reserve masajes, citas en el spa, te harán un facial ─ le contó su madre llena de alegría y emoción de camino al hotel.