─Nada de ir de compras, nada de ir a jugueterías y mucho menos a dulcerías ─ le advirtió Celine con seriedad.
─¿Por qué me hablas cómo si no supiera cómo criar a una niña?, ¿si te acuerdas de que soy tu padre jovencita? ─ le cuestiono su padre ofendido.
─Porque te conozco y sé cómo es tu método de crianza, lo digo ─ dijo ella─ además ve cómo está el clima ─ le dijo ella ─ Lea se ha estado muy enferma en los últimos días y no quiero que enferme con su fiesta tan cerca ─ le recordó él.
─Ok, está bien, directo al hotel ─ le prometió su padre. Su hija tenía razón, en los últimos días su nieta siempre estaba resfriada y no quería que enfermara de nuevo.
Independientemente de cómo ella había terminado alejándose de su padre, él había sido un maravilloso padre, para ella el mejor de todos, su padre había sido completamente consentidor, y aunque era un hombre muy importante y muy ocupado, siempre le dedico tiempo a su hija y ella simplemente debía ser una buena hija.
Celine siempre fue la mejor de su clase, un ejemplo para todos los demás niños, siempre las mejores, notes, siempre el mejor rendimiento, incluso en todos los deportes que realizaba, como atletismo, natación, ajedrez. Ellos tenían una excelente relación hasta que hubo que hablar de sus relaciones.
Su padre, por supuesto preocupado por el hombre que cuidara a su hijo, se dio a la tarea de buscar y elegir lo el mismo, cosa que a su hija no le gusto en lo absoluto. Él ya había elegido su vida, sus amistades, su carrera, que por supuesto tenía que ser una relacionada con el campo hotelero, dado que ella era su única heredera y todo lo que tenía un día sería de ella.
Tuvieron una fuerte discusión por ello al punto de ella marcharse y nunca regresar, él de manera ilusa pensó que al quitarle todos los beneficios que hasta el momento su hija disfrutaba la harían regresar de nuevo a casa, pero él olvidaba que su hija era igual de terca que él. Así que cuando ella regresó de repente pensó lo peor.
─¿Qué pasó?, por favor no me digas que estás enferma ─ le dijo él con preocupación. Por parte de su familia había un gran historial de familias con cáncer, e incluso llegó a tener cáncer de próstata, por eso no tuvo más hijos.
─No, no estoy enferma ─ contestó ella entre los brazos de su padre mientras seguía llorando.
No había ido directamente con él, tenía cuatro días de haber dejado a Gabriel, Celine se había refugiado con su amiga, pero a pesar de que ella en ningún momento se había quedado de su estancia con ella, ella sabía que no iba a poder dependiendo de ella, tenía a una bebe en camino, necesitaba poner las cosas en orden.
Había dudado mucho de cualquier manera recurrir a su padre, ellos quedaron muy distanciados y temía mucho el rechazo de su padre al regresar, era lo que más le preocupaba de todo.
─Estoy embarazada papá ─ le dijo, los hombros de su padre se relajaron en alivio al mismo tiempo que la abrazó con más fuerza, ella lloró más fuerte, no iba a rechazarla.
─¿Lo quieres? ─
─Si─ contestó con firmeza, nada iba a cambiar su opinión respecto a su bebe, lo quería sobre toda las cosas.
─Ok, ¿Qué pasa con el padre de mi nieto? ─ pregunto.
─Me engaño ─ contestó, ella no quería entrar en detalles en ese momento.
─¿Quieres que papá se encargue de él? ─ le pregunto con ternura.
─Solo quiero que nos cuides a nosotros ─ le dijo ella abrazándolo más.
─Claro que los cuidaré ─ le aseguro él.
Y hasta ese día los seguía haciendo, en ningún momento su padre le reclamó nada de lo que había pasado, él simplemente estaba feliz de que su hija había regresado y feliz por la llegada de su primer nieto y al saber que sería una niña su felicidad fue aún más grande.
En ese tiempo Celine, había retomado sus estudios, hizo un martes de administración y mercadeo para concluir su preparación para hacerse cargo de los hoteles, ella para ese momento era la que estaba al frente de todo.
No había sido sencillo, pero su padre la había apoyado en todo y también había sobre consentido a su hija como lo había hecho con ella.
─¿Vas a tardar mucho, mami? ─ le preguntó su hija.
─No cariño no tardaré, regresaré a tiempo para ir a recoger tu vestido ─ le prometió ella.
En pocos días su hija iba a cumplir cinco años y su padre le preparó una gran fiesta con tema de princesa en uno de sus hoteles, su hija por supuesto estaba completamente emocionada con la celebración, porque le encantaban las princesas y todo lo relacionado con el tema.
Después de despedir a su padre y su hija, además de que Celine esperaba que su padre cumpliera con su palabra que si se fueran directo al hotel y no de compras como muchas veces había hecho, ya que su padre era mucho más consentidor de abuelo que de padre.
─¿Crees que me haga caso y vaya directo al hotel? ─ le preguntó Celine a su chofer y gran amigo también, cuando se fue de vez en cuando se comunicaba con él para saber cómo estaba su padre.
─Sí, irá directo al hotel, el clima no es bueno ─ le contestó él.
《♡》《♡》
─Celine, que placer verte─ le saludo con un beso que estuvo demasiado cerca de su boca.
─Hola Marcus ─ le saludo ella de manera educada ─¿cómo estás? ─
─Excelente ahora que te veo, ¿y tú? ─ con una coqueta sonrisa, a pesar de los constantes rechazos de Celine, él aún tenía la esperanza de que recuperarán su relación.
─Estoy bien, con el tiempo justo a una cita ─ dijo ella mirando su reloj, tenía el tiempo justo para llegar al hotel, recoger a su padre y su hija e ir con la modista para la última prueba de su vestido.
─¿Cita? ─ le pregunto el sorprendido.
─Si ─ contestó ella, no quería, ni tenía el más mínimo interés de aclarar la situación, que él pensara lo que quisiera.
─Todo listo ─ le avisó su chofer.
─Gracias, a dios Marcus ─ dijo ella para después irse sin esperar respuesta de su parte, dejándolo con el ceño fruncido.