Ezequiel Villalba-Diario
Perdóname por haberme enamorado de tus lágrimas.
Desde la ventana se puede ver esas gotas que nacen desde el cielo y llegan a la tierra de forma apresurada, formando así un pequeño charco. Parece como si estuviesen ansiosas por formar parte de ese cumulo de agua, de dejar de ser uno para convertise en un todo.
Siempre suelo pensar que en esta vida todo se relaciona con todo. Solo hay que ver esa pequeña gota, la cual podrimos ser nosotros ya que al igual que la gota nacemos de forma individual con nuestra propia autonomía, pero llegaremos a un punto en el que la perderemos y formaremos parte de un todo. Ese todo nos dirá como hay que movernos, como hay que pensar, así como las gotas que se mueven por una pequeña brisa, sin embargo, cuando se evaporan vuelven estar solas. Pero a nadie le importa que una gota se evapore, porque aun quedara el charco, nadie notara que no está porque aun quedan muchas más iguales a ella.
Por ello siempre me pregunto ¿Quién notaria si yo falto? ¿Preguntaría por mí? ¿O simplemente buscaría algo parecido?
Son preguntas ridiculas que algunas veces me asaltan en mis momentos de reflexión.
Sin embargo, me gustan las gotas porque son como lagrimas ya que esas son derramadas cuando te importa algo. Es como si el cielo nos dijera "me importan". Ese es el motivo por el que amo las lagrimas, porque siento que es la única manera de saber que le importo a alguien.
Esa persona que derrama lágrimas por mí me hace entender todos los días lo mucho que me quiere, lo mucho que le importo. Sé que está mal, verla llorar, pero siento que es la única manera que puedo apreciar su amor.
Quiero pedirle perdón, pero creo que jamás seré capaz de eso. Sé que es raro, pero me siento bien al ser culpable de su dolor. Porque me pertenece a mí, es el momento en el que sé que me pertenece por completo. Creo... que estoy enamorado de sus lágrimas.
Supongo que mi disculpa va a tener que esperar, hasta que ella se de cuenta que hay otra persona enamorada de su sonrisa.