Perdóname por ser mujer (1)

31-Yo te amo parte 2 -Fin

Vieron cuando no necesitabas alarma ya que tenías una madre que se levantaba antes que vos para hacer esa función. Bueno, yo tenía una de esas.

Los gritos de mi mamá retumbaban en todo el lugar. Definitivamente la había extrañado.

Me levanté un poco somnolienta ante los aullidos maternales.

ꟷ¡Ya me levanté! ꟷgrité para que sepa que cumplió con su misión.

Sali de la cama y me dirigí hacia mi celular para ver la hora. Cuando lo tomé noté que tenía un mensaje de mi amado entrenador, el cual nunca había intentado nada raro con su estudiante. Sí, sarcasmo.

Pedófilo:

Turuleca no te olvides de devolverme mi campera hoy. Espero que vengas menos Hitler. Aunque, no creo.

Hope:

Si te la llevo. Nuevamente gracias por tu bondad de ese día. Nos vemos.

Deje el celular y me fui al armario para ver que me pondría hoy. Pero las vibraciones de mi celular, me detuvieron.

«Que ganas de joder que tiene este tipo.»

Pedófilo:

¿Qué te pasa? ¿Te pones buena en las mañanas? pensé que me estarías puteando por mandarte mensajes tan temprano.

«Que hombre fastidioso.»

Hope:

Estoy intentando ser cortes para tener un esplendoroso día hoy. Pero, ya me estas amargando la mañana ¿No tendrás alguna menor de edad a la que puedas molestar que no sea yo?

Pedófilo:

Esa es la Turuleca que conozco. Bien infumable¹ desde la mañana. Y no, no tengo, las demás son muy pendejas. Y que cagada que te haya amargado la mañana, yo soy un fiel seguidor de las leyes de Murphy, ya sabés "Por si mismas, las cosas tienden de ir de mal a peor". Así que no creo que tengas un buen día. Nos vemos 😉

«Tarado.»

Debido a que toda la semana pasada llovió no tuvimos entrenamiento, ya que el campo estaba mojado. Así que este era el primer día después de lo de la fiesta que lo volvería a ver.

Al llegar al colegio me encontré con mi amado chico que se ubicaba en su lugar. Cuando me vio llegar, me regalo una hermosa sonrisa que hizo temblar mi corazón.

«Mierda como lo quiero.»

Fui hacia donde él se encontraba y me senté en el lugar de siempre para nuestras charlas.

ꟷHolaꟷsaludé levantando mi mano

ꟷHola ¿Cómo estás? ꟷpregunto con su hermosa sonrisa.

ꟷAhora que te veo, muy bienꟷaseguré haciendo que Marco soltara una risita.

Durante todo este tiempo los cambios de Marco en su relación conmigo habían mutado mucho. Recuerdo que en su primer momento me hablaba con indiferencia y hasta groseramente, después empezó a hablar de forma tímida y con sus típicos sonrojos ante mis halagos, pero ahora tenía a otro Marco ya no se sonroja tanto, ni se ponía tan nervioso, y me soltaba discursos filosóficos, psicológicos, políticos y hasta de futbol. Pero creo que este último era el Marco de verdad, lo había podido evidenciar al verlo con sus amigos. Creo que podía afirmar que me había ganado su confianza.

Uno podía pensar que al saber que la otra persona estaba enamorada de vos, significaba que te tenía confianza, pero veo que era un proceso diferente. Además, durante esta última semana había habido algo nuevo. Marco había empezado a acercarse a mí de manera física. Había visto como se quedaba mirando mi mano e intentaba acercar la suya, pero cuando lo estaba a punto de hacer la detenía. Era como si hubiese un campo de fuerza o algo así entre los dos que él no podía cruzar. Rápidamente veía como se llenaba de impotencia ante sus intentos fallidos. Pero yo inmediatamente empezaba a hablar de algo para que lo olvidara.

ꟷSi suele pasarꟷcomenta divertido. Y sí, ahora hasta hace chistes de ese tipo que me dejaban impresionadaꟷ Pero definitivamente verte a vos es lo que más me hace sentir bien.

ꟷApa que galantes estas hoy. Creo que querés gustarme mucho más. Mira que me parece que sería ya algo inhumanoꟷrespondí negando con la cabeza mientras sonreía.

ꟷVos me inspirás a decir cosas que no he dicho jamásꟷaseguró mientras me perdía en sus ojosꟷ No sé si será por tus ojos color miel, por el contorno de tus labios, por ese único hoyuelo que se te forma cuando sonríes, por tu carácter que algunas veces se torna dulce como la miel de tus ojos, como otras veces es feroz como la libertad que desprendés en tu andar. Pero durante este tiempo me he dado cuenta de que es todo eso lo que me hace tener este sentir. Todo eso que te hace ser vos, es lo que me hace sentirme bien.



#1268 en Novela romántica
#46 en Joven Adulto

En el texto hay: misterio, novelajuvenil, traumas

Editado: 05.12.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.