Perfecta

PARTE 04

ANAROSA

 

Me di una escapada para visitar a Justin, pero me dijeron que su familia se lo llevo al extranjero para una operación delicada, es una pena, él también era bailarín en la obra, dicen que cruzaba la pista sin ver a los lados y termino atropellado, se dieron a la fuga que clase de persona sin un ápice de humanidad hace algo como eso.

 

—Vamos Anarosa necesitamos comprar esas nuevas zapatillas, son preciosas —Me dice Brigith una de las pocas amigas que tengo desde que pequeña cuando recién empezaba a entrenar para lograr mi sueño.

 

Yo la sigo, estoy siendo casi arrastrada hasta la dichosa tienda, normalmente no me niego a estas cosas, pero estoy cansada, llevaba dos semanas seguidas en la obra y están a punto de salir de gira, por eso nos dieron tres días libres y hoy era el primer día para descansar y eso es lo que menos he podido hacer, entre Brigith, mi madre y su punto de vista sobre la decoración de mi departamento me siento algo exhausta.

 

—Son hermosas, no lo puedes negar, son perfectas para ti—Soy sincera, tienen un brillo, un lazo en la parte de atrás, no son, precisamente, para el escenario de una gran obra, pero para espectáculos pequeños, pueden funcionar a la perfección, me imagino con ellas danzando en alguna plaza, tal vez danza libre, como las gacelas en la sana.

 

—Para ambas, vamos a comprarlas como en los viejos tiempos— Tiene razón cuando éramos niñas, mamá nos compraba unos iguales al igual que sus padres y jugábamos a que éramos gemelas.

 

Termine comprando ese par de zapatillas, mientras veo a mi amiga hablando por teléfono.

 

—¿Todo bien? —Pregunto curiosa.

 

—Es que Maxi me invito a una fiesta y tiene que llevar a su primo si o si, por fis, por fis di que si— Esa carita de cordero degollado que me da, son los mismos ojos que hacía cuando éramos pequeñas y quería que la cubriera en alguna travesura, ¿Pero irme de fiesta? Yo no hago eso normalmente, yo no soy de fiestas, mi sábado ideal, es viendo alguna película en mi habitación.

 

—Brigith sabes que no me gusta, que no es mi estilo— Le digo con pena, porque sé que si no fuera como siempre dice de vida o muerte no me lo pediría.

 

—Velo como una práctica de baile, habrá música latina, pop, ponle baile moderno, sé que no perderías la oportunidad para practicar esos dotes tuyos—Es hábil, sabe por dónde darme para que la acepte, pero también tiene razón, tal vez necesite práctica de ese tipo.

 

—Está bien, tú ganas, dile que si—Y ella hace un pequeño baile de la victoria en medio del patio de comidas del centro comercial, las personas nos quedan viendo y yo estoy en modo, trágame tierra, mientras ella me abraza con una enorme sonrisa en su cara.

 

 

—Necesitas distraerte cariño, siempre tan dedicada a danzar, tan aplicada en tu escuela, nunca te vi divirtiéndote como la muchacha de tu edad que eres, te mereces un poco de aire—Ahora estoy con mamá en casa, sé que es verdad lo que dice, deje muchas cosas de lado por lograr un sueño que cada día se hace más lejano, pero por ese lado tiene razón, no soy el tipo de chica que le gusta divertirse así, pero bueno no le hago daño a nadie tomando un poco de aire como dice mamá.

 

Ahora estoy frente al espejo de mi habitación, aún no me he mudado a mi departamento porque la verdad no sé, no me siento capaz de ese grado de independencia y mis padres no me están apurando, aún no gano lo suficiente como bailarina para algo así, una buena hija no depende eternamente de sus padres, por eso que el día que obtenga un solo vendrán muchos más y mi carrera empezara a subir como la espuma o eso espero.

 

—¡¿Qué traes ahí?! —Es Brigith, con unas bolsas como las del centro comercial y viene con una sonrisita que me da miedo hasta un pequeño escalofrío.

 

—Esto hará que esta noche traigas a más de uno embobado por ti—Eso sí que no, está demente si piensa que

 

 

>>Te lo dije, hasta me da envidia esa cintura tan pequeña que tienes, pareces como de esas muñequitas de las cajas musicales—Yo solo elevo un poco los ojos, no sé cómo termine siendo convencida para vestir de esta forma, esa mala manía mía de no saber decir NO QUIERO.

 

—Pero este short es muy pequeño, siento que me mete entre las piernas—Tratando de acomodarlo, sé que se supone que he lucido prendas menores como leotardos sin nada abajo, pero una cosa es una obra, un musical y otra cosa es en medio de tantos hombres que me van a ver como un pedazo de carne.

 

—Nada de corto, es perfecto, además ese pequeño top te queda como hecho para ti, lástima que te negaste al piercing, solo me dejaste aplicarte crema con brillantina, pero no importa de todas maneras infartaras a más de uno, usa estos zapatos de tacón alto, te van a estilizar aún más de lo que ya eres.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.