PARTE 05

ANAROSA

Me he encerrado en mi habitación, no quisiera hacerlo, pero estoy llorando como tonta y estúpida, me volvieron a rechazar, ni siquiera me dieron un papel, juro que estoy a punto de mandar el diablo todo, tengo ganas de arrojar todo a mi paso, lanzar una piedra por la ventana, quiero gritar y decir estoy cansada de ser rechazada, tengo ganas de lanzar el móvil sobre el espejo de mi cómoda, me imagino haciéndolo, me imagino despeinándome y gritando ¿Por qué no puedo obtener un maldito solo? Siento tanta frustración, quiero golpear algo.

—Preciosa, ¿Te encuentras bien? —No mamá, en realidad me siento de la patada. Siento que el mundo está en mi contra, que deseo lanzarme de un barranco y acabar con esto.

—Estoy bien mami, solo estoy peleando con la pantalla de televisión, no me gusto el final de la película. —Nadie me entendería, yo siempre estoy sonriendo, nunca me pongo triste, yo nunca dije no, yo nunca digo, me cansé, Anarosa Mc Arthur Thompson es un pájaro feliz, pero en realidad es un pájaro que no sabe volar.

WILLIAM

—Toma, son cinco de los grandes por tus servicios —Esto no es nada para mí, es como quitarme una pelusa de Beckley mi gato somalí, no soy amante de los gatos, pero es parte del plan, no falta mucho en realidad, solo necesito llevarla un poco más al límite como ahora que me encargue que la rechazaran en el casting para aquel baile.

Necesito doblegar su alma, necesito que respire desesperación, que grite de la frustración, quiero que mi mano le dé aquello que de verdad quiere, ella tan perfecta, tan no rompo un plato, me voy a encargar de hacerle ver que lo que yo le muestre es lo que necesitara, solo verá por mis ojos, le terminaré mostrando un mundo que desconoce, un mundo del cual yo seré su dueño.

—La verdad que tu seguridad son unos tontos, yo entré sin problema, te traje esto —Y me lanza una camiseta, es Clark es lo más cercano a un mejor amigo que tengo, bueno lo conocí hacía varios años, pero nos alejamos luego de la muerte de mi padre.

—Entonces los despediré a todos, déjame ver esto, buen material, costuras perfectas, buen diseño tal cual me dijiste —Él sonríe, hace un tiempo me asocié con él para el negocio que puso de diseñador o algo por el estilo, hace un tiempo decidí que debía tener un negocio decente como pantalla aunque eso último él lo desconozca, solo piensa que es un capricho de niño rico, le invente algo de una herencia, es la verdad necesito que el mundo allá afuera crea que de verdad estoy tratando de hacer algo mejor con mi vida, aunque para mí su mundo sea aburrido, no meto a Clark en todo esto, porque es un buen chico, un tipo niño de familia de bien, pero nada pretencioso o con algún trastorno infantil como los míos.

—Sabía que dirías que si por eso mismo ya está siendo distribuido en varias tiendas por departamento, es con esta carita para los negocios no pueden negarse, tengo un carisma para convencer a las mujeres—Yo me rio de él, pienso que es con los pocos que me permito algo como eso. Es un idiota pretencioso, se le subió a la cabeza eso de haber sido modelo antes.

—Ya tarado, vamos a comer, solo deja que termine de cambiarme.

…

Estamos comiendo en el restaurante central de la ciudad, algo alejado del ojo público como más me agrada, desde hace rato que no puedo dejar de ver a la mesera es que ella es tan parecida a, pero nunca tan hermosa como esa muñequita de cristal, verla hace que me la quiera follar solo por parecérsele tanto, casi la puedo imaginar gimiendo mi nombre y pensar que es ella, así que ya me encargué que le dieran una llave de una habitación que reservo todos los fines de semana.

—Este fin de semana andaré ocupado, voy a acompañar a unos amigos fuera de la ciudad hace mucho tiempo que no los veo—Mientras corta la carne término medio que trajeron hace poco, yo estoy comiendo pescado al vapor, mañana tengo pelea y prefiero comer ligero.

—Si te emborrachas me mandas fotos o mejor uno que otro video, aún recuerdo cuando a los catorce nos tomamos ese Whisky y con el primer vaso andabas huyendo como si la policía te persiguiera y terminaste en el suelo—De solo recordar no puedo evitar la risa, no imagine que media pastillita lo volvería loco, es un secreto que morirá conmigo, a él no le gustan esas cosas y creo que está bien, no es tipo de hombres que durarían mucho en mi mundo.

—No hables tonterías ni me hagas recordar eso y déjate de reírte idiota—Esquivo un pedazo de pan que me lanza como si fuéramos dos críos ante mi burla.

Luego deje en su departamento como a una nena y lo molesto, su auto está en el mecánico, así que como buen amigo lo dejo, además no podía salir de fiesta con él porque un par de piernas me esperan dispuesta a abrirse para mí.