PARTE 06

DÍAS DESPUÉS

ANAROSA

—Samantha, ese pollo quedo riquísimo, tú como siempre tan buena cocinando, , así que es un halago inocente hacia tu hermosa esposa — Ese hombre está loco, he probado mejores, además como le habla de esa forma a la esposa de alguien más además que ella solo está en medio sonriendo o burlándose no sé, mientras veo a mi madre conversar con mi tía sobre no sé qué cosa. Mientras yo solo tomo un poco de sol, de pronto algo me hace sombra y no sé qué porque tengo puesto los lentes para que no me fastidie tanta luz.

—Si sigues así, te dará insolación— Me iba a quejar, pero cuando quiero moverme me doy cuenta de que me está haciendo sombra, me irrita por completo, debiera decirle un par de cosas, pero prefieren morderme la lengua y no arruinarle el almuerzo a mi familia, tomo mi botella de agua y me levanto para irme, pero él me sigue interceptando como buscándome conversación, yo solamente lo miro e ignoro, es un tonto.

—Disculpa, pero no tengo ganas de hablar con nadie, me retiro que tengas buen día—Iba a decir algo, pero mi querida CUÑADA Lo ando buscando, creo que se llama Clark por como ella lo llama, cuando se ven son puras risas y risas, no lo pudo negar tiene una bonita sonrisa, pero algo de él no me cuadra, siempre sonriendo por lo que veo, supongo que en cualquier momento le empezara a doler la cara, también se me hace conocido, pero no le presto importancia, es un tonto más, mientras sea amigo de mi cuñadita me va a caer de la patada.

—Mi niña, aplícate esto que parece que te va a dar insolación— Estaba a punto de quejarme cuando me cae un balón en el pecho, ahí me doy cuenta de que, si arde de una manera insoportable, tengo que admitir que el dichoso tipo tenía razón—cariño, date un baño de agua helada, puedes meterte a la tina mejor, luego yo subo a aplicarte el ungüento.

Dice mi madre, mientras yo algo avergonzada porque de verdad se me paso la mano tomando sol, me voy a la habitación, entro a la ducha y abro la regadera, para ser sincera, siento un placer indescriptible cuando el agua fría cae por mi cuerpo, parezco una langosta al vapor, mira que ese chico me lo advirtió y yo por orgullosa lo ignore, que maduro de tu parte Anarosa.

Ahora parezco una niña pequeña, estoy sin blusa de espalda con mi madre aplicándome crema, como cuando era niña, pero en aquella ocasión fue porque me metí en unos arbustos que rasparon mi espalda.

>>No te muevas hija, pareces esa niña de ocho años que no podía estar quieta sin dejar de mover los pies—Bueno trato de cálmame, pero es que arde.

—Mamá, ese chico de polera blanca ¿Quién es? —Bueno, la curiosidad mato al gato y como yo no me quiero morir, no me iba a quedar con las dudas.

—Es guapo ¿Cierto? —Yo pregunté quién era no si era guapo o no, pero no soy ciega, es bastante guapo, demasiado perfecto para mi gusto, pero mi curiosidad es porque me parece haberlo visto antes—Bueno, él es Clark, es como decirlo amigo mío, no me mires asa que sé que es solo unos años mayor que tú, bueno es unos siete para ser exacta, es más grande que tú. Es un ex reconocido modelo de Calvin Klein, lo contraté para un trabajito y así nos hicimos amigos y también de Sam, se llevan muy bien, aunque tu hermano le gusta molestarlo, es un buen muchacho, eso si nunca te metas con su cabello

Todo iba bien, pero cuando dijo que era amigo de esa, de mi querida y adorada cuñada, como diría se pudrió todo, solamente hago una mueca y no digo nada más, ya conozco a mamá y sé por dónde va, siempre se quejan de que nunca he tenido novio o una cita, la verdad que nunca nadie me ha gustado bueno uno que medio me gusto termino con las piernas rotas después de darme flores, así que como que supongo que aún no es mi tiempo. No me apresuro, no importa si las muchachas de mi edad ya han dado su primero beso u otras cosas, tal vez de

—¡Auch mamá! —Me quejo, es que arde.

…

Creo que hay mucha gente en casa, está mi hermano con su querida esposa cada día soporto menos estar cerca de ella, menos mal que mis padres aún no se percatan de eso y menos ella, porque no me ha preguntado, a veces me digo a mí misma que llegado el momento le diré todo lo que pienso y sé, cuando tengo que sonreír por no romper la armonía familiar, respiro una y otra vez hasta calmarme, aunque en el fondo no sé si sería capaz, no me gustan las confrontaciones, prefiero la paz, aunque por dentro a veces quisiera que se desatará el infierno por lo menos en mi mente no tengo que contenerme, en mi cabeza ya le he dicho varias veces sus cuatro verdades, pero cuando reacciono ella está ahí, sonriendo, u horneando alguna galleta de chocolate, recuerdo que eran deliciosas no puedo negarlo.

—Papá, creo que iré a mi departamento, estoy cansada y mañana quiero practicar para mi audición—Se sorprenden por lo de mi departamento es porque desde que me lo regalo no he ido, pero es que hoy entre mi hermano, su esposa, mi tía Georgina y todo su clan como le digo, es imposible dormir tranquila, además que no me gusta cuando la gente está muy bebida, siempre he tenido esa percepción que una persona ebria dice lo que no siente.