PARTE 09

ACTUALIDAD

WILLIAM

—¡Es un maldito pie en punta, señorita! Es de verdad usted una inútil, no me sirve, que falta de talento, que falta de profesionalismo, ¡largase! De mi compañía que no me interesa concretar fracasadas como usted, ya ríndase que me da jaqueca de verla destrozar una pieza tan hermosa, es un desperdicio para el ballet.

Nunca antes me había acercado tanto, siempre actué bajo las sombras, siempre detrás de ella, pero ahora estoy en frente de muñequita, observando cada uno de los movimientos de aquella escena que yo mismo he propiciado, estoy aquí viéndola llorar, viéndolo humillada y con el alma siendo destrozada, la conozco tato que sé que esto es lo que siempre ha querido hacer y lastimosamente   una y otra vez,  le gritan que no puede, que no nació para esto, es este el punto exacto donde la quería encontrar, después de todo cada rechazo, cada uno de esos NO en su carrera yo he sido partícipe no me importa el dinero que he gastado, a quien he tenido que sobornar o chantajear ni el niñito ese que volví adicto, nada importa si con eso la tengo a mi merced, la llevo a un punto sin retorno donde imagine que soy su única salvación, veo cada facción de ella, las lágrimas que amenazan con salir, pero por algún motivo, mi pecho se contrae y una sensación extraña se apodera de él, es que debo reconocer que  después de todo se siente un sabor agridulce, pero debo concentrarme llevo por decirlo menos tres años tras esto y si o si debo disfrutarlo, no importa que su mirada está apagada y con las lágrimas brotando de ella.

Debo darme prisa, le doy la vuelta al teatro, tomo mi moto y voy hasta la parte trasera. Marco me dijo que está allá afuera, le doy un pequeño toque al cigarrillo para dejar que se Impere en mí, todo tiene un propósito y todo tiene un porqué. Me arreglo un poco el cabello y me pego a la motocicleta, enciendo el motor para llamar su atención, sus hermosos ojos me observan atónita, pero a la vez con una inmensa curiosidad, la conozco tan, pero tan bien casi diría como la palma de mi mano, mi muñequita es perfecta y lo mejor es mía y ella aún no lo sabe o sospecha, eso es una de las cosas que son valiosas y preciosas a la vez, su ingenuidad.

—Tranquila que no muerdo— Le digo cuando alza la mirada, supongo que el olor a cigarro le llamo la atención, me encargue que Roxy la alejara de todo eso, no sé qué pienso que supongo, si todo es un plan perfectamente orquestado, deberían ponerme una corona a la paciencia por esperar tanto tiempo por este momento.

>>Deberíamos dar un paseo en mi bebé— La manera profunda en que clava sus ojos en mí se siente mil veces mejor que las aquellas en que lo imagine al ver las fotografías, tanto tiempo tras de ella, siendo su sombra entre las tinieblas, tanto tiempo esperando el momento perfecto y es hoy

Ella habla y yo me distraigo, como embelesado por su figura y su porte, ese tan elegante, como una muñeca, como una pequeña y delicada garza, vamos William, reacciona.

>> ¿Te da miedo mi motocicleta? — El tono de su voz, tan aguda siento como si fuera música ante mis oídos, se siente un placer diferente, es mucho mejor que un buen polvo, casi puede sentir hasta una erección, pero debo contenerme y calmarme, no me puedo dejar llevar por estupideces, por estas sensaciones nuevas que me están invadiendo, no solo es que su presencia emociona a mi cuerpo, es algo más allá que no quiero analizar.

>>Entonces demos un paseo, me llamo William—Esos ojos destilan miedo, esos ojos destilan dudas, las mismas  que yo ayudare a incrementar, haré que no sepas que está bien o que está mal, te llevaré al extremo que verás a través de mis ojos, o preciosa eres tan ingenua del camino que te espera al momento en que digas que sí, serás como un ratoncito para un león, no sabrás como, cuando o donde, pero caerás tan profundo que mi mano será la única que podrá rescatarte y en ese momento te hundiré aún más.

Aún puedo ver su lucha interna, soy una tentación ante cualquier mujer y ella no es la diferencia, represento ante sus ojos, lo diferente, lo rebelde, lo que le da miedo, pero quiere probar, muy a pesar de lo que eso significa.

—Me llamo Anarosa—Siento como si fueras un dulce cito para un lobo hambriento como yo, tengo ganas de pasar la lengua por mi quijada de lo delicioso que será comerte poco a poco, de manera lenta y casi tortuosa, sus rasgos se ven exquisitos, esa perfecta y hermosa mandíbula, acabo de descubrir uno de mis lugares favoritos paso mis ojos de manera lenta, veo como se toca de manera nerviosa la parte de atrás de su cuello, es un angelito que quiero volver en un demonio.

Cuando finalmente puedo tocar su mano para invitarla a este viaje, que significa el comienzo de todo lo que anhele en los últimos años, de lo que empezó en mi mente hace años. Llevo soñando con esto, sus delicados dedos tocan mi mano y un calor intenso me recorre por completo, debo recordar mi objetivo, debo recordar que detrás de esos hermosos ojos celestes como el mar, está la hija del hombre que más odio en toda mi vida, es hija del hombre que quiero ver llorar y suplicar porque le regrese a su princesita.