Perfecta

PARTE 11

 

WILLIAM

 

Cuando la vi a lo lejos viendo escaparates de tienda, me sentí extraño, pero no entiendo por qué si siempre la he vigilado a las sombras, pero después de poder entablar con ella el primer acercamiento se siente diferente verla a la distancia yo quiero estar a centímetros de su boca, quiero sentir su respiración, poder analizar sus erráticos latidos, quiero ver la duda en su mirada, quiero ver esa lucha interna en ellos, me acerqué en el preciso instante en que gracias a sus torpes movimientos casi cae, me sentí extraño con ella entre mis brazos, cada vez que la llego a tocar de algún modo se siente de una manera que nunca antes había sentido, pero mi lado oscuro es consciente que debo recobrar el control de la situación, que debo recordar cuál es mi propósito al haberme aparecido aquí como el acosador fantasma que soy.

 

 

—Mmm entiendo, si tienes razón aún eres casi como una niña, entonces te invito a una fiesta que haré en mi departamento por la inauguración, me acabo de mudar, solo serán algunos amigos y algo de comida ¿Qué dices? — La veo a los ojos, sé el efecto que causa en ella es notablemente evidente, veo su pecho con la respiración acelerada, la veo pasar saliva por la garganta y la duda en sus ojos al tenerme cerca. Va por la ruta segura cuando me dice que irá con alguien y estoy prácticamente afirmando de que sé de quién es, esta fiesta no me la saque de la manga, esto es todo fríamente calculado y organizado, nada de lo que pase en su vida está fuera de mis manos, es como si estuviera construyendo la telaraña donde ella va a caer.

 

—Yo no tengo problemas que vayas con alguien, así no tienes miedo, a veces pienso que es eso, que me tienes miedo o me equivoco—Trato de acercarme a ella hasta casi arrinconarla sobre una columna del centro comercial. Mira hacia todos lados, como buscando alguien que la salve, pero no hay nadie, esta belleza caerá bajo mis encantos poco a poco. Se dará a mí de tal manera que cuando abra los ojos ante mi mundo, no habrá marcha atrás y será muy tarde, porque ya todo de ella será mío, su cuerpo, su mente y su alma serán míos y podre hacer con ellos lo que me plazca.

 

—Este yo, ¿miedo? Claro que no con tu permiso, ahora que recuerdo tengo que ir a un ensayo si eso, adiós—Se agacha un poco y cuál gacela se separa de mi trampa alejándose todo nerviosa y temblorosa, no tienen ningún ensayo, lo sé porque tengo todo su itinerario metido en mi mente cuál manual, la tuve tan cerca que casi siento su respiración o su aliento, me quedo con los ojos entre cerrados embelesados con haberla tenido a ese punto de cercanía, mi muñequito, mi preciosa muñequita.

 

 

Recibo un mensaje de texto, me avisan que ya tengo el departamento nuevo alquilado, nadie imagina hasta donde va mi obsesión con vengarme, nadie tiene idea de lo que soy capaz de hacer si alguien se mete en mis planes, por muy poco y le doy una lección a Clark por solo estar cerca de ella, he estado borrando todo rastro de aquel que osa mirarla de más, he roto algunas piernas, he destrozado uno que otro negocio todo por ella, todo porque necesito que nadie está a su alrededor, porque necesito que ella en determinado momento solo me mire a mí, que solo mis ojos sean lo que ella busque, que sean mis manos las únicas que recorran su cuerpo, que sean mis besos los únicos en los que ella piense, quiero que solo yo esté por encima de quien sea, esa mujer será mía al punto de que me haré dueño de su voluntad absoluta y nadie podrá romper este vínculo entre nosotros, cariño ya estás perdida hace mucho tiempo solo que todo esto recién empieza.

 

He venido hasta aquí, porque no hay nadie mejor que yo para ver que cada cosa este puesto en el lugar correcto, todo lo que hago es pensando en ella, nada que tenga que ver con lo romántico, no la necesito para eso, yo la necesito para que sea puente hacia la venganza absoluta, cada mueble es puesto en el lugar que yo especifique, son cuatro habitaciones, pero hay una de ellas especial, una de ellas será testigos de muchas cosas que corrompieran a mi dulce muñequita, no señores no estoy filmando ninguna película   que haría que mi abuela se salga de su tumba y me dé uno que otro golpe,   es un espacio donde haré que toda ella conozca el disfrutar de otras forma   a través del dolor, uno que yo con gusto le daré.

 

 

—Vamos guapo, sabes que voy a ser silenciosa si me lo propongo—Vine a la barbería de Donato al centro comercial, me gusta el ambiente por eso me vengo, pero si alguien le hubiera venido con el chisme esta mujer se aparece, en modo cacería, me habla al oído hasta casi sentir su lengua, siento la presión que ejerce su mano sobre esa parte de mi cuerpo que gustoso lo quiere recibir, debería darle una lección por atrevida, veo hacia la entrada del baño y no hay moros en la costa, estoy a punto de entrar ahí y arrancarle los pantis a mordiscos, cuando siento una mirada intensa sobre mí ¡Mierda! Ella no debería estar aquí.

 

—¡Suéltame! No sé quién te ha dado derecho a tocarme —Me siento como una niña gritando de esa forma, pero tenía que hacerlo y a la vez Le ordeno a la loca esta que me suelte, no entiendo por qué, pero siento algo extraño al verla mirarme así y casi empujo de su silla a Priscila que se queja por el movimiento brusco que acabo de hacer. Mi muñequita volteo su rostro hacia un lado y sonríe, está con su madre y hermanas, se supone que tengo cada paso que da controlado, pero por estar aquí con la mujer que es capaz de hacer lo que yo le diga sin chistar así sea lo más retorcido y nauseabundo. Fue un mal movimiento de mi parte, después de todo no puedo tener todo controlado, debo tener cada espacio vacío cubierto, espero que Roxy la convenza y no se arrepienta, esa fiesta tiene solo un motivo, ELLA. Quiero tenerla en mi dominio, en mis terrenos, quiero que sienta mi mirada clavada en ella, quiero volver a sentirla, ese paseo en moto fue el inicio, sentir sus pequeños montes pegados a mi espalda, verla jugar como una niña con los pies en el lago, sentir el efecto que causo en ella me fascina, por eso necesito estar más y más cerca de ella, necesito seguir tejiendo esa telaraña que hará que caiga como un insecto a mi merced.




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