Perfecta

PARTE 12

 

ANAROSA

—No vas a perder nada, no le demuestres a ese idiota que eres una niña inmadura, sería muy evidente que faltes justo después de verlo en arrumacos con esa chica—Roxy tiene razón, acordó encontrarse conmigo en mi departamento que me dio papá, me cuesta tanto llamarlo mío, vino de una práctica por eso está vestida con esas pantalonetas ajustadas color negro y un top que deja ver su ombligo con ese arete que imagino que debió dolor muchísimo.

 

—Es que no sé, me siento rara cuando lo tengo cerca, me siento pequeña cuando me mira de esa forma, siento que las manos me tiemblan y corazón que late en mi pecho se vuelve loco al tenerlo cerca. —Creo que he sido más evidente de lo que quisiera, el corazoncito que dibuja con sus dedos traduce la manera en que me siento, definitivamente me gusta un hombre que he visto solo dos veces, bueno tres veces, aunque esa última mi corazón quiere borrarlo de mi memoria.

 

—Esos ojitos parece que le van a salir corazoncitos, amiga se nota a kilómetros que ese hombre te trae como diría mi abuelita arrastrando la jeta por el suelo, entonces con más determinación iras a esa fiesta, no vas a perder nada con ir, bueno si algo tu virginidad —Esta loca, siento mis mejillas arder de solo oír esa palabra, no soy ninguna mojigata, pero a diferencia del resto de las mujeres de mi edad, pienso que la virginidad es muy importante y valiosa, no digo que quiero llegar virgen al matrimonio, pero lo voy a tratar de hacer.

 

Me convenció de ir a esa fiesta y demostrarle que no soy una niña inmadura, no sé si soy capaz de atreverme a conquistarlo como me sugirió Roxy, ella no entiendo que no tengo el valor que ella posee, me dijo que cuando conoció a su novio ella fue quien lo invito a salir, es tan atrevida, tan osada, tan valiente, todo lo contrario, a mí, él me gusta demasiado es la verdad, pero no vayas por ese lado Anarosa, mira la tipa con la que estaba nunca podría comparártele.

 

 

—¿Y esto? —Alguien dejo un ramo de flores en el camerino de la obra donde remplazo a una de las bailarinas, por un momento pensé que eran para alguien más, puesto que mis padres o familia no saben que estoy en esta obra, ya que fue un trabajo de última hora, pero dice mi nombre con la inicial de mi apellido, me siento como que boba, todos a mi alrededor me observan con recelo y cuando leo la nota, siento que mi corazón late tan fuerte que si prestarán atención cualquier del lugar lo podría oír, “Preciosa, recordé que no te di la hora o la dirección de la fiesta aquí tienes William” me siento y de manera automática huelo la docena de rosas que me ha enviado, una sonrisa tonta se extiende en mi rostro, algunas me observan y otros siguen de largo, después de todo soy el remplazo de Catrina la bailarina auxiliar que se torció el tobillo mientras practicaba en su casa.

 

—Deberías concentrarte en tu baile y no en cosas como esa que solo te distrae, por eso eres una simple bailarina de emergencia—La miro de manera dura, no tiene derecho a hablarme de esa manera, pero no tengo valor para decirle algo, simplemente la ignoro después de todo es bailarina secundaria la cual no tiene derecho a cuestionarme nada.

 

Seguí mi camino con las rosas en mis manos, quiero ir al departamento y ponerles agua, cuando recibo una llamada es Brigith, desde que me traslade aquí y mi amistad con Roxy la he descuidado mucho, ni siquiera he hablado con ella sobre William o bueno lo poco que ha pasado.

 

—Para que me hayas contestado significa que el cuervo no está cerca—No se lleva bien con Roxy, el estilo de vestir de negro sexy de ella, a Brigith no le agrada, dice que parece eso un cuervo, por más que trato que se lleven bien es imposible, Roxy es buena chica algo extraña, pero también es mi amiga y me gustaría tanto que se lleven por lo menos de manera civilizada.

 

—Ya te dije que no le digas así, sería tan feliz si se llevaran bien, pero creo que es imposible, ustedes son como el agua y el aceite.

 

—Cariño es que ella es IN SO POR TA BLE, bueno no voy a perder mi tiempo hablando de ella cuando sabes perfectamente que pienso de la dichosa Roxy, bueno a lo que iba

 

Se pasó media hora entre quejándose de Roxy y también del pesado de Clark, dice que no logra ganarle en los videojuegos, se han hecho muy amigos y no entiendo que de bueno puede tener un tipo así, arrogante, engreído que se cree la última coca cola del desierto solo porque se anduvo exhibiendo en ropa interior en grandes paneles.

 

—Parece que mi madre y tú andan enamoradas de ese engreído, no pierden oportunidad para hablarme que Clark esto, que Clark, el otro, ya basta un poquito—Por primera vez me quejo de él con alguien.

 

—No sabía que te caía tan mal, lo siento, aunque no lo entiendo, si es tan —yo parezco un toro que anda bufando como animal enfurecido y se dio cuenta—Ya capté, no hablaré de él, lo prometo, más bien te llamaba para invitarte a un cumpleaños el sábado, tranquila no será en un bar o algo así, es en un gran salón del hotel Barbieri, por cierto, sería a partir de las once de la noche, por favor no me digas que no que me has tenido abandonada desde que llego tu nueva amiguita

 

—Es que yo —No sé cómo decirle que tengo otros planes, cuando ella no sabe nada de William, no he tenido valor en realidad, es que el tan diferente al típico chico de mi círculo, es todo lo contrario, así que no tendría la manera de justificarme el haberlo conocido sin revelar que fue en un momento que necesitaba escapar del mundo.

 

—Por favor te lo pido, la verdad nunca pensé recurrir a este truco tan barato, pero es importante para mí, somos amigas hace tanto tiempo y hace mucho que no te veo, amiga te extraño, no quiero hablar mal de ella de verdad que sí, pero desde que sales con tu nueva amiga como que te has olvidado de mí.




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