Perfecta

PARTE 20

 

WILLIAM

 

Sé perfectamente que el día sábado coincide con esa dichosa premiación, sé que en este momento ella está luchando contra muchas cosas, la idea que esté dudando me causa un placer inimaginable, tener el poder sobre ella para hacerla dudar entre su familia y yo, es tan gratificante saber que todo ha ido resultando tal cual lo planee y ejecute, eso de hacer de novio perfecto que no quiere faltarle el respeto es algo tortura doloroso hasta casi una tortura, pero la mejor vía, ver su cara suplicante pidiéndome que la haga mía, imagino tantas formas, de tantos modos, no digo que ha sido fácil, resistir el hecho de lo hermosa que es, de la manera que cuando sonríe sé aún más deseable, pero todo tiene un fin, esto es solo el principio.

 

—Todo quedo perfecto, es increíble que vayas tan lejos— Es Ricardo mi agente aquí, en la ciudad, dejo que me hable de esa manera porque tiene tanto poder como yo aquí, y siendo frío y sin escrúpulos siendo consciente de las limitaciones del medio porque todo llega a su momento, no me conviene para nada tener alguna discusión con él además que sus contactos ayudan a mis planes, sabe lo que estoy haciendo porque estúpidamente hable de más en medio de una borrachera y al día siguiente no recuerdo bien, por eso bebo, sin embargo, después de ese hecho trato de medirme.

 

—Se supone que estás para ayudarme, no para darme algún tipo de sermón sobre humanidad, los dos estamos cortados por la misma tijera, así que guárdate tus comentarios para quien te los pida.

 

Eso es verdad, sé cuál es su punto débil, sé lo sádico que es, lo violento de sus técnicas de seducción por decirlo de alguna manera, yo puedo ser cruel, pero jamás fuerzo a nadie a acostarse conmigo, no obligo a nadie a dejar que la someta, al final no lo juzgo todos tenemos cola que nos pisen.

 

—Bueno, solo te digo conseguí la casa de playa alejada de todos, ya hoy equipan todo es todo — Mi sonrisa es inevitable, me tomo un trago suave y me siento sobre el sofá, siento tanta satisfacción en este instante, como dice el título de esa película ESTE MOMENTO DE MI VIDA SE LLAMA FELICIDAD.

 

Le agradezco sacando un fajo de billetes bastante generoso que incluye su silencio, es un trato sin palabras, con un asentamiento de nuestras cabezas es más que suficiente, en este mundo es lo único que nos queda nuestra palabra.

 

 

—¿Cómo se encuentra mi hermosa novia? — Detesto fingir ese tono meloso y cliché., especialmente cuando la llamo siempre me fijo que nadie me vea haciendo semejante ridículo.

 

—Mi vida, justo estaba pensando en ti, te extraño un montón, te dejo mi amor, que empieza el ensayo, te mando muchos besos, te pienso mucho

 

—Yo también preciosa, anda, ve y demuéstrale de lo que eres capaz, yo confié y confió en ti—Quiero reír de mis propias palabras, es tan ridículo, tan estúpido, simular, ser aquello que ella siempre añoro.

 

Corta la llamada mandando besos al aire, puedo oír como la llaman por su apellido, aquel que tanto detesto, mi padre no se merecía morir como lo hizo, él se estaba levantando cuando el idiota de Mc Arthur cometió ese error, por su culpa mi padre murió como lo hizo cayendo al vacío, mi padre y él habían tenido una discusión poco antes de aquel día, de solo recordar como mi mundo se cayó bajos mis pies en un abrir y cerrar de ojos, me llena de rabia, nada impedirá que realice mi venganza, ni siquiera esos ojos que hipnotizan, esa boca que me distrae, ese cuerpo que me aclama, nada es lo suficientemente fuerte para olvidar mi objetivo.

 

HORAS DESPUÉS

 

—Ni esa hermosa luna puede compararse con tu belleza mi amor —Mientras la abrazo por la espalda en el balcón de mi departamento, algo que se me ha hecho costumbre es eso, estar aquí, no lo puedo negar Anarosa es tan fácil de impresionar, basta con flores, chocolates, peluches ridículos, hasta con esto nada más mirar la luna y las estrellas en una noche como esta.

 

—Se siente tan bien, tan en paz el hecho de estar así los dos, gracias por llegar a mi vida, gracias por hacerme tan feliz en este corto tiempo,

 

Sus palabras hacen que me sienta extraño, soy un hijo de la chingada como diría José el niño que lava carros en la esquina del gimnasio, a veces mi corazón se contrae al oírla, a veces la miro y digo ella tan inocente, tan inconsciente de lo que está a su alrededor, no tiene idea lo sanguinario que puede llegar a hacer, no imagina la clase de padre que tiene, siempre creyendo en la familia perfecta cuando en realidad solamente es un cuadro falso, aunque seguramente saben ocultarlo muy bien, he tratado de encontrarle cosas, podría inventarlas, pero las mentiras tarde o temprano se descubren al menos que tú las expongas, intente hasta meterle chicas a los camerinos o giras, pero es imposible, no bebe, no recibe nada de extraños, no puedo confiarme en su círculo cercano porque pueden hablar, por eso llegue a la conclusión que lo único que podía hacer es esto, seducir a su princesita, la más ingenua, la más estúpida de todas hasta hacerla caer en mis garras, la he envuelto de tal forma que solo falta mover unas piezas y besará el suelo bajo mis pies.




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