Perfecta

PARTE 23

 

ANAROSA

 

Cuando abro los ojos me doy cuenta de que me he quedado dormida y olvide cerrar las cortinas, las luces del sol no me dejan ver bien, es que en cuando mi cuerpo toca la cama no pude evitar cerrar mis ojos, me salgo de ella de mala gana, siento mi cuerpo como si me hubieran agarrado a golpes, pero fue al contrario cuando recuerdo sus besos, sus caricias, como me hacía suya mi alma y todo mi ser se estremece y me tapo la cara de la vergüenza como si alguien me estuviera viendo o leyendo la mente, soy ridícula si estoy sola en casa. Pero de un momento a otro escucho ruidos en mi cocina, mira hacia todos lados, no sé qué hacer, me pongo la bata y agarro el control remoto, es que no sé con qué defenderme, debería tomar clase de defensa personal, tal vez le pida ayuda a mi novio, concéntrate Anarosa tal vez haya un hombre ahí afuera que te quiere atacar y tú pensando en eso, aunque William con sus enormes brazos fácilmente podría defenderte.

 

—¡Hija, me asustaste! — No era ningún ladrón, era mi madre que estaba en la cocina, ahora que recuerdo ella tiene la clave para entrar, debo ir pensando en cambiarla, ahora las cosas son diferentes y no sé cómo se lo diré, sin entrar en detalles, es tan complicado ahora con William en mi vida, pero no puedo contarles por qué no entenderían que lo conocí a él con un cigarro en mano y una Hardy Davidson de otro lado.

 

—Mami, es que no sabía que era tú, creí que era tal vez un ladrón — Ella pone los ojos en blanco y me responde algo que me siento boba porque tiene razón y lo sabía desde un principio.

 

—Con ese control remoto dudo mucho que te puedas defender, además este es uno de los edificios más seguros de la ciudad, como se te ocurre que habrá un ladrón atreviéndose a tanto. ¿Ya te sientes mejor? Cuando no te vi de verdad me asusté por un momento.

 

Es verdad supuestamente no me sentía bien, por eso me iba a los sanitarios, supongo que John le dijo algo como eso.

 

—Dormí todo el día siguiente, por eso te dije que te veía hoy, pero ayer me puse a limpiar y hoy caí exhausta si eso— Ella me mira de manera inquisitoria, nunca le he mentido a ese punto, siento que me estudiara por completo de arriba abajo pretendiendo averiguar algo. Pero luego gira y sigue haciendo lo que creo que es algún platillo, ella sabe que la cocina y yo no nos llevamos, me siento culpable, mi madre me cree porque sabe que nunca antes le he mentido.

 

—Bueno, seguro andas comiendo mucho en la calle, mira que tu refrigerador no tiene algún alimento decente, todo es tomates y lechuga— Si mi mami es que mi novio, el que no conoces y dirías que es un salvaje, tiene el hermoso detalle de mandar una dieta para regular mi peso, para poder ser mejor bailarina, me lo envía para mí este donde este y como me recomendó no cenar por eso no es necesario, si se entera va a decir mil y una cosas, por eso mejor me lo guardo para mí misma.

 

—Creo que tienes razón, si quieres vamos de compras y traemos muchas cosas ricas y también pasamos tiempo juntas — Yo le sonrió y le sugiero, eso es que, de verdad, me siento culpable, por tanto, mentirle, me siento una mala hija, una mala persona, no soy así, pero no me van a entender, ella no entendería cuanto amo a William y menos que me atreví a entregarme a él, ella no entendería lo que dos personas tan diferentes se pueden llegar a amar.

 

Cuando una sonrisa aparece en su rostro, creo que fue bueno proponerlo, pero lo malo cuando me veo en el espejo y mi cuerpo tiene marcas extrañas cuando las toco duelen, tengo una en los pechos, en la parte baja de mi vientre, gracias a Dios no tengo en el cuello, porque me moriría de vergüenza es en ese momento que recuerdo como el beso cada una de ellas, al principio no entendía por qué él pedía disculpa ahora entiendo por qué, me abrazo a mí misma queriendo tenerlo conmigo, estoy loca, esas cosas no están bien, tengo que hablarlo con, una mujer no debería dejar que le hagan eso, ¿O sí?

 

 

De verdad pasamos tiempo juntas, me hizo comprar muchas cosas que dijo que vio que faltaban y yo ni sabía que necesitaba, me sugirió mandar una cocinera para que me prepare comidas que tenga lista para calentar, pero me negué le dije que no era saludable la comida calentada y accedió, me dijo que le preguntaría a un nutricionista de la asociación, que también yo podía ir que además hace tiempo que no voy a visitar a nadie de por ahí y otra vez tiene razón, es que este mes a lado de William me ha apartado del mundo entero, son mis clases de baile, las audiciones, William, supongo que es parte de crecer parte de esta independencia que ellos mismos me obligaron a asumir al regalarme el departamento.

 

Me despido de mi madre, luego que me ayudara a guardar todas las cosas, tal vez si lo hable con la nutricionista, aunque primero le preguntaré a William primero, él sabe mucho de comida balanceado por su profesión. No quiero ser novia tóxica, pero no me ha enviado mensajes desde hace horas, voy a llamarlo, espero no ser importuna, me dijo que iría a entrenar

 

—Señorita, disculpé mi amigo, está ebrio, lo llevaré a su casa — No me dejan hablar, y me siento angustiada, ¿Por qué estaría ebrio? Si me dijo que iría a entrenar, además esa voz se me hace conocida




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