PARTE 26

EMILIA

—Tranquilo mi amor, esperemos que nos explique — No puedo dejar de llorar, ella no es mi hija, nunca pensé que llegaría a esto, nunca pensé que mi dulce niña fuera capaz de faltar al cumpleaños de su hermano mayor, no debería llorar, lo que debería es ir y darle un par de bofetadas por atreverse a tanto.

>>No puedo estar tranquila, la fui a buscar y no estaba, me dijeron que había salido temprano, que clase de hermana es, como para que se pierda un evento tan importante, le dije que su hermano quería que vaya si o si, pero le dio igual y ni se apareció. Vamos a ser abuelos y ella no estuvo ahí para que hermano diera la noticia, Oliver no fue feliz al cien por ciento como se supone que debería, la familia no estaba completa, no sé qué le pasa, ella no era si— Owen trata de consolarme, pero por más que sea mi princesa, siento rabia que haya sido tan desconsidera sea el motivo que sea no debió hacerlo, mi niño no quiere ni verla.

—Mamá deja de llorar por ella, habla con mi hermana porque si lo hago yo no me voy a controlar, acabo de preguntar en la recepción del edificio y me han dicho que se fue con un hombre, uno que ha ido a verla varias veces e incluso se ha quedado con ella a pasar la noche— Mi hijo entro de golpe, su noticia me cae como un golpe de agua fría, me toco una mano en el pecho de lo que eso significa. —Mi hermana se está volviendo una mujerzuela, ahí está la libertad que tanto quisieron darle, anda haciendo lo que se le da la gana e incluso se perdió el anuncio de mi hijo, una cosa es que no sé qué problema tenga en su cabeza contra Samantha y otra muy diferente es que se pierda mi cumpleaños y una noticia tan importante, son años intentando ser padre y cuando por fin lo voy a ser ella no está ahí para saberlo, seguro ahora debe estar con ese imbécil entre piernada como una mujerzuela o una tipa de la calle, mi hermana se está volviendo una.

No lo pude soportar y abofeteé a mi hijo, nunca en mi vida lo había hecho, siento horror de mí misma, pero no puede hablar de esa manera de su hermana, de la sangre, de su sangre. Su padre me abraza y ordena que traigan un vaso de agua, estoy en una crisis de nervios, ella no está aquí para defenderse de las calumnias de su hermano.

—Oliver, será mejor que te vayas a tu casa con tu mujer, lo único que estás causando es alterar a su tu madre y provocándole una crisis de nervios, retírate por favor, no hagas que reaccione de la misma forma que Emilia y no será una suave bofetada, hablaré con tu hermana y aclararé este asunto ahora por favor ya sabes dónde está la salida.

Mi hijo se marcha azotando la puerta, sigo sin creer que haya hablado de su hermana de esa manera. Mi Anarosa no es ese tipo de chicas, mi Oli no es machista, no tiene ni un ápice de misógino porque así lo crie, pero también crie a mi hija para que confiara en mí, para que no me mienta, por eso no puedo creer que sea verdad, no puedo más, todo me da vueltas y todo se pone oscuro.

OWEN

—Señor, esta es la medicina que el médico ordeno, tome — Quiero mantenerme firme, pero es difícil cuando la mujer que amo se desmayó por causa de una fuerte crisis de nervios, mi familia está hecho lío en cuestión de horas, quiero pensar que Oliver está equivocado, porque si descubro que mi hija está involucrada con quien sabe quién el control se va a ir al tacho. NO soy machista, no creo que una mujer deba ser virgen hasta casarse no todos tienen la suerte que yo tuve con mi Emilia, también sé que eso no es relevante para cuestión de mayor prestigio o importancia, cada uno es libre de actuar según su conciencia, lo que no soporto es la idea de que ella cambie, de que ella deje ser ella porque algún imbécil hijo de su madre le esté llenando la cabeza de basura, porque falta al cumpleaños de su hermano es algo fuerte y ahora que lo creo tal vez por eso no se quedó a la cena de premiación, tal vez por eso no venía a las fiestas familia del último mes.

—Cuñado, cuéntame que fue lo que paso, se supone que las crisis de nervios de Emilia estaban controladas hace muchos años, no debía ponerse así — Mientras deja su bolso a un lado, y observa a mi esposa que está profundamente dormida a causa del sedante que le aplicaron, sé que la dejo en buenas manos, mi cuñada la quiere como si fuera su hermana.

—Ahora que estás aquí, tengo unos asuntos que arreglar, luego te digo que paso

—Tranquilo ve que yo me quedo cuidándola, solo no hagas una locura, cualquier cosa me avisas, pero si hay algún imbécil involucrado dale un derechazo de mi parte.

Tome las llaves de mi Bugatti, estoy que me lleva el diablo de la rabia, se trata de mi hija, se supone que criamos una mujer con decisión, con valores, por momentos estoy como mi hijo, no ya ni sé qué pensar.

Han pasado veinte minutos y estoy en la puerta del edificio, le estoy exigiendo al encargado de seguridad las grabaciones del lobby y los pasadizos, soy dueño del departamento porque no habíamos tenido de terminar los papeles del cambio de titularidad, escucho una risa.