Perfecta

PARTE 27

ANAROSA

 

Las piernas me tiemblan, siento pavor por la mirada que me lanza mi padre, es que tiene razón, soy la peor de las hijas, la peor de las hermanas, no pensé nunca verme en esta situación. Nunca antes él se había enfadado conmigo, pero este es el precio de mis mentiras, pero debería dejarme hablar y no gritarme como lo está haciendo, a William no dejaría que me hablaran de esa forma, así sea mi padre, debería dejarme hacer o decir algo.

 

—Papá, me está lastimando. Nos están viendo por favor. —Finalmente, me suelta, pero lo duro de sus facciones no se van para nada, me sigue observando de una forma que me da escalofríos, soy su niña, su princesa, una que finalmente se ha enamorado, que ha crecido, pero él tiene que entender que soy adulta y puedo tomar mis propias decisiones.

 

—¡Sube! — Me dice de manera tosca y dura, subimos por el ascensor, guardo silencio, se siente hasta frío el aire, nunca mi padre me había tratado así, me siento de verdad muy mal, con un nudo en la garganta de la angustia que todo esto me provoca.

 

—Amor, ¿Qué hicimos? Perdóname, me dejé llevar, te llevo en este instante

 

—Mi cielo, ya es muy tarde, yo también tengo la culpa, debí decirte lo antes me dejé llevar e hiciste que me olvidara de todo y todos —Mientras lo abrazo para calmarlo, tan lindo mi amor se preocupa por mí.

 

—Pero a tu familia no le va a gustar que hayas faltado al cumpleaños de tu hermano, yo soy el que debió calmarse y no dejarse de llevar por lo mucho que me vuelves loco y me encanta cada segundo a tu lado. —Con su mentón hundido en mi hombro, amo tanto a ese hombre, su preocupación por mi bienestar me conmueve de tal manera que hace que lo ame aún más si acaso es eso posible.

 

—Debo hablar con ellos sin exponerte mi cielo, aún no es tiempo y ellos no van a entender.

 

—Daría, lo que fuera porque ellos puedan aceptar cuanto te amo, cuando llegue el momento pondré todo de mi parte para que acepten que te amo para toda mi vida. Que, aunque tal vez ahora no, pero en algún momento quisiera que fueras mi esposa ¿Qué dices? — Su inesperada propuesta me toma por sorpresa, pero me llena de júbilo y alegría, casarse con el amor de tu vida es lo mejor que alguna vez pensé que me sucedería, él me carga cuando escucha mi entusiasta ¡Si acepto! Me eleva del piso y me da vueltas.

 

—Te diría mil ves que sí, mi cielo

 

—Juro que en su momento te daré el anillo más hermoso que pueda imaginar, te mereces eso y más mi amor.

 

Abro la puerta del departamento con la clave que poseo, mi padre casi me mete da un empujón, hubiera preferido mil veces hablar con mi madre y no sé por qué no vino ella.

 

—Como te atreviste a entregarte a un hombre de esa calaña, te ordeno que te alejes de ese rufián— Mis ojos se agrandan como platos, no puede hablar de esa manera de William, él no lo conoce como yo, él no entiende que el hombre que amo, me cuida, me protege, solo quiere que yo sea una mejor versión de misma, él me ama y no pueden poner en juicio el tipo de hombre que mi corazón escogió para amar.

 

—No debes hablar de esa manera, él me

 

—Él te ama, te adora, te venera y pisa el suelo por donde pasas, esas son sandeces, patrañas, ese hombre no es más que un rufián, un delincuente sin respeto hacia los demás, un hombre que no te ama y si lo crees así, creo que te sobreprotegimos demasiado, no me mires de esa forma que sé muy bien que no fuiste al cumpleaños de TU HERMANO por andar con ese idiota,

 

No pudo dejar por más enojado que se sienta hablar de esa manera del hombre que mi corazón escogió para amar, William no es como él dice, él me amo y yo a él.

 

—Eso no es verdad padre, se trata del hombre que amo, no puedes habar cosas que él, de esa forma cuando no es así y mucho menos cuando no lo conoces.

 

—Ese hombre tan adorable, me dijo por teléfono que eras su mujer que siempre lo vas a preferir por sobre tu familia y no se equivocó, te perdiste el cumpleaños de tu hermano, no estuviste ahí cuando anuncio que espera su primer hijo después de tanto buscarlo, que clase de hermana eres que no estuvo en un evento tan importante por andar con ese tipejo de quinta.

 

Me siento terriblemente mal, siento que no es demasiado, nunca imagine que eso fuera posible, me debe estar odiando en este momento.

 

—Yo no tenía idea, padre te lo juro, no sabía nada de eso.

 

—¡Que vas a saber! Si nunca vas a casa, si te olvidaste de lo relevante, de lo principal LA FAMILIA, sabes que por tus acciones tu madre abofeteo a Oliver, sabes además que por eso tu madre sufrió una crisis de nervios al punto que se desmayó y está sedada siendo cuidado por tu tía Georgina, qué clase de hija le provoca tal disgusto hasta ese punto, qué clase de hija criamos junto a tu madre, que prefiere estar con un hombre y olvida lo que es decente, te desconozco Anarosa.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.