Perfecta

PARTE 30

ANAROSA

 

—¡No vuelvas a este lugar nunca más! Si tan solo la hubieras cuidado — Me marcho, hace tiempo que no venía, a ver a mi mejor amiga, quien sigue en coma, no debí venir, William tiene razón, pero hoy es el anuncio a la prensa de los papeles protagónicos del musical donde fui escogida para mí solo como tanto soñé, ella hubiera sido la primera en querer celebrar junto conmigo, pero mi como dijo mi amor CADA UNO ESCOGE SU DESTINO

 

—Todo estará mejor pequeña — Mientras besa mis nudillos de manera delicada, yo solo suspiro porque ahora sigue lo más importante hablar con mis padres, él me sugirió que mejor lo hiciéramos de una vez para yo estar tranquila a la hora de bailar, que no quiere que me estrese, solo espero que ellos entiendan que lo amo, que me ama.

 

Hemos conducido por un rato hasta llegar a al lugar que por muchos años fue mi hogar, no parece que fueran dos meses que me fui de aquí, las manos me sudan el saco, un pañuelo y me seca las manos, eso adoro de él, su ternura como me trata la mayoría del tiempo, esa dedicación que me brinda para que yo esté bien.

 

—Tengo miedo mi amor — Él acaricia mi rostro y me mira de una manera en que todas esas mariposas revolotean en mi estómago, lo miro embobada, un hombre tan guapo, tan varonil, tan como él es, con su coraje, su valentía, su paciencia finalmente me ama, nunca me imaginé de esa forma, pero la vida y Dios me lo puso en el camino, solo espero que ellos entiendan, nadie tiene la relación perfecta mis padres lo saben, mi hermano lo sabe no sé por qué no tratan de entenderme un poquito a mí.

 

—Todo va a estar bien, pase lo que pase estaré contigo y no soltaré tu mano, digan lo que digan te apoyaré así como tú lo harás conmigo, recuerda que te amo, que eres la mujer de mi vida, con quien quiere estar para siempre, nunca me había pasado por la cabeza enamorarme hasta que te conocí, juntos seremos fuertes contra todo y todos, te amo no lo olvides — Digo que es el hombre más maravilloso de este planeta, me da fuerza, él me da valor suspiro profundo cuando me doy cuenta debemos bajar porque las puertas de la casa se abren para que el auto pueda ingresar, supongo que ya saben que estoy aquí.

 

Estaciona el auto a un lado del jardín donde están las pequeñas piedras, baja apresurado para abrirme la puerta, espero que cuando ellos vean lo que yo veo se den cuenta de que él es lo mejor para mí, le doy un caso beso y avanzamos unos pasos antes de tocar la puerta. Quien me recibe no es mi madre si no el ama de llaves, mis hermanitas vienen corriendo a abrazarme, me inclino para regresarle el abrazo, ya tienen casi ocho años y están enormes. Ellas se quedan viendo hacia atrás de mí, es por William, él les sonríe y ellas se acercan como examinarlo,

 

—Hermanita, tu novio es muy guapo, no es un monstruo como dice papá — Yo sonreí nerviosa, vamos Anarosa tú puedes me digo a mí misma, cuando camino unos pasos más delante de la mano de William, puedo ver a mi padre y mi madre, ella está sentada mirando hacia el ventanal, ya que empezó llover de a poco y sé que a ella le encanta el ruido que hace al golpear el vidrio decía que le traía recuerdos.

 

—Padre, madre — Lo digo como si un nudo en mi garganta casi no me dejara pronunciar palabra alguna, pero finalmente lo logro hacer.

 

Ninguno me mira, pensé que tal vez ella, pero de un momento a otro, se levanta, mi madre no es baja, es más alta que yo, quedo horrorizada cuando se acerca a William y le da una bofetada, no sé qué decir o cómo reaccionar, nunca pensé que mi madre haría eso, ósea como.

 

—Es usted un maldito desgraciado, le ha llenado a mi hija la cabeza de tonterías y fantasías.

 

—Señora, yo no

 

—Martina, por favor llévate a las niñas, y tu pedazo de excremento, Calla tu sucia boca antes de hablarle a mi esposa — Es mi padre, que le llega a la misma altura a William, tengo que ponerme en medio antes que esto se salga aún más de las manos, empujo a mi padre para que se aleje, no sé qué haría si empiezan a agarrarse a golpes.

 

—Papá, por favor, cálmate, venimos a hablar, no a pelear, no es justo que lo ataquen si siquiera escucharlo— NO pueden ser tan intransigentes, tan cavernícola en ni siquiera dejarlo defenderse o algo como eso.

 

—¡Escucharlo dices! Si ya lo oí, Anarosa deja a este hombre en este instante y regresa a casa, este hombre solo quiere aprovecharse de tu ingenuidad, de tu nobleza, ese hombre es un aprovechado, ¿Qué quiere dinero? Seguramente es eso. No puedo permitir que te trastorne más la mente. No importa lo que haya pasado entre ustedes, hija, yo te perdono, únicamente aléjate de ese hombre y vuelve a casa.

 

No puedo creer lo que dice mi padre, como es capaz de hablar de William de esa forma.

 

—Yo amo a Anarosa no es justo, vine hasta aquí, a dar la cara, a decirle que mis intenciones con ella son sinceras y serias, que quiero hacerla mi esposa en algún momento, queremos casarnos, queremos que nos apoyen, yo la amo tanto, no entiendo su mala voluntad hacia mí, porque no soy el típico niño rico, con cara de muñeco, tengo tatuajes y peleo para vivir, pero eso no quita que ame a su hija y la quiera cuidar como a una delicada flor, ella se merece el mundo a sus pies y estoy dispuesto a hacerlo, únicamente deme una oportunidad.




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