Perfecta

PARTE 36

 

ANAROSA

 

 

No sabía que más hacer, a quién más acudir, es como si el cielo lo hubiera enviado, podría haber pensado que estaba coludidlo con él, pero algo me dijo que no era así, le confié mi vida y la de mi bebé y él no tenía idea, no lo dudo, me tendió la mano cuando de verdad estaba desesperada, soy una cobarde por escapar y no dar la cara, por no enfrentar mis problemas y quien me ha hecho un daño que siento nunca poder superar, pero no puedo, no tengo fuerzas para eso, me siento tan estúpida, tan ridícula, me siento sucia, muchas veces me entregue a él pensando que él me protegía, me cuidaba y me amaba como a nadie, pero al final solo fui un juguete que manejo a su antojo, ninguno de sus besos, caricias o te amo fue real. No lo quiero cerca, porque puede ser que me deje envolver por sus palabras, ahora ya sé que eran vacías, huecas y sin sentido, nunca me amo, no puedo evitar llorar, es como si el dolor de mi corazón superara con creces al del cuerpo.

 

—Es un lugar algo alejado de la ciudad, pero supuse que eso necesitabas, es de un amigo que está de viaje y viene aquí a refugiarse del bullicio del centro, pero es el lugar propicio, mientras piensas que hacer—Trato de agradecer con una sonrisa, pero no sería sincera cuando he llorado y lo más lógico es que se haya dado cuenta.

 

Iba a bajar del auto aún con el dolor de mis huesos, pero rápidamente él se me adelantó y me abrió la puerta y me dio la mano, no puedo creer que porque no me di cuenta antes la diferencia entre ambos, Clark puede ser el mejor de los amigos incapaz de lastimarme, nunca me di cuenta de eso, fui tan engreída y caprichosa, nos dirigimos a la puerta, él la abre sacando la llave que tiene el bolsillo, veo que no es tan sencillo como el exterior, aunque es lo básico, pero es de lo mejor que hay supongo que también es modelo el amigo que dice, me enseña una habitación con una cama grande un pequeño ropero y una gran alfombra en ella, yo solo quiero dormir y tal vez despertar de esta pesadilla. Soy la burla de ese hombre, quien dijo que me amaba y todo era mentira, además que soy la decepción de mi familia.

 

A mi mente regresan esos momentos en que decía que me cuidaría para siempre y por siempre, esos momentos en que me hacía sentir como única y especial, que me hacía sentir perfecta para él, pero también llegan sus palabras de que solo me uso, mis lágrimas corren solas, debería ser fuerte y lo que hago es solo llorar, cuando de pronto siento unas manos acariciándome no puedo evitar asustarme temiendo que es, pero es él, un movimiento brusco que hice por tratar de sentarme me llega ¡hasta las costillas, duele mucho, sin embargo, seque debo ser fuerte.

 

—Tranquila, no lo hagas, será mejor que tomes esto para el doctor, son analgésicos fuertes, pero te calmaran — no puedo dejar que se acerque, no puedo dejar que me dé nada, debo pensar en mi bebé, bastante daño le abre hecho con esas cosas que él me dio, hasta eso pienso que fue con malas intenciones, más analizo mi relación con ese mal nacido y más me doy cuenta de que todo fue parte de su plan, para tenerme a su merced.

 

—No puedo tomar nada de eso, no me importa el dolor, una pastilla no aliviará la herida que tengo en el corazón y el alma, además que le haría mal a mi bebé, de eso estoy segura—Ni pienso lo que digo, se supone que nadie lo sabía, no se lo conté a él antes, soy una tonta, no debí confesarlo de esta manera su cara me dice todo, su postura, sus movimientos, como da vueltas de un lado a otro, tengo miedo que se arrepienta de ayudarme y me regrese con ese monstruo no puedo permitirlo.

 

—Anarosa sabes lo que estás diciendo ¿Un hijo de William? — Claro que lo sé, pero mi hijo no tiene la culpa del padre que le di, nadie me puso una pistola en la cabeza, pero si me envolvió en un mundo de burbuja y yo misma me metí en la boca del lobo, de uno que vino disfrazado de oveja a tenerme una trampa y caí como estúpida.

 

—Si lo sé, soy una estúpida, soy una tonta que cayó redondita en sus tretas, en sus mentiras y engaños, sé lo que estás pensando de mí, que me merezco todo esto, lo sé, no escuche a nadie, me cegué, me deje engañar de esta forma y ahora solo estoy sumida en la vergüenza lo sé— Me tapo el rostro y vuelvo a llorar, bebé perdóname por tener una madre tan cobarde—Pero él no tiene la culpa de nada, yo soy la que se equivocó, yo soy la que se dejó engatusar por ese farsante.

 

 No sé en qué momento subió a la cama y de manera delicada me envolvió en sus brazos permitiéndome llorar hasta hacer sonar mi nariz, quería sacar toda esta mierda que llevo por dentro, suena fuerte, suena algo que Anarosa Mc Arthur Thompson no diría, pero es así como me siento, es como así lleve mi vida a este punto, a este nivel donde me siento miserable, me siento lo peor de lo peor, si alguien me apuñalara directo al corazón dolerá menos de lo que duele su engaño, su traición, su mentira, sus promesas falsas, su hipocresía, todos sus te amo merecen irse a la basura o por el drenaje no me lo merecía, YO NO TENÍA LA CULPA DE NADA Y AL FINAL SALÍ LASTIMADA, EL ME HA MATADO EN VIDA, SI SIGO VIVA ES POR MI BEBÉ.

 

—No digas eso, Anarosa, aquí el imbécil es él, a quien debería partirle, la cara es a él, no mereces nada de lo que te está pasando, métetelo en la cabeza, tú no merecías lo que te hizo, ningún hombre debe ser causante de tus lágrimas, no estás sola Anarosa solo eso ten presente, si no quieres que nadie lo sepa, te apoyaré, si quieres escapar estaré a tu lado, no estás sola.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.