Perfecta

PARTE 44

 

ANAROSA

 

Me duele, me quema por dentro tener que decir tan solo su nombre en voz alta, solo porque la vida de mi hijo estaba en peligro fue que de mi boca salió aquella nefasta palabra, por eso cuando me siento fuera de peligro, cuando el médico me dijo que estaba solo debía tener cuidado y unos días de reposo, me devolvieron el alma, pero lo escalofriante es que lo tenía a mi lado tomando mi mano, sentí tanto asco cuando dijo MI MUJER Y MI HIJO no podía hacer, debía evitar corajes, pero al señor eso no le importaba, me sentía de su propiedad, quería seguir manejando mi vida como lo había estado haciendo y yo ni enterada.

 

—Puedes dejarme en paz, ya tu teatro de hombre preocupado se terminó, el médico se acaba de marchar y deja de decir que soy tu mujer, no lo soy y nunca lo volveré a ser — No sé de donde saque el valor para decírselo, pero estoy harta de que me haga daño, estoy cansada de que se crea con tanto poder sobre mí, estoy harta de ser solo un objeto que usa a su conveniencia.

 

—Porque es la verdad, eres mi mujer y ese mi hijo.

 

—No, que era un bastardo y no sé qué, solo olvídate de nosotros y aléjate de nuestras vidas — No puedo evitar llorar como estúpida, debería ser más fuerte por mi hijo, debo ser valiente para enfrentar lo que esa, por mi bebé debo hacer algo sea lo que sea.

 

—No importa que dije antes, eso te pasa por huir de mí como lo hiciste, pero no entiendo por qué lo hiciste.

 

Me da tanto coraje tenerlo cerca, el cinismo grabado en su cara,   quiere la verdad, entonces tendrá la verdad.

 

—Te oí, mientras pensabas que estaba dormida, así que deja el teatro de hombre preocupado, no eres más que un rufián, un hombre sin escrúpulos, un demonio que únicamente trajo desgracias a mi vida, estaba tan bien sin ti antes solo me llevaste a un abismo, todo es gracias a ti.

 

Saque esto que tenía atragantado, saque esto que tenía estancado en medio del pecho causándome tanto dolor, pero aun así sigue doliendo, por un momento se sorprende, pero luego aparece esa sonrisa maquiavélica que alguna vez hacía que suspirara como tonta, no entiendo su sonrisa, a ese punto de maldad llega su alma. De pronto toma de mentón haciendo que lo mire y mis ojos se agrandan, siento escalofríos y un terror como si congelara mi sangre.

 

—Nada de lo que ha pasado en tu vida ha sucedido sin que yo este enterado o lo haya organizado, tus fracasos y tus triunfos es gracias a mí, todo lo que el dinero puede comprar lo he comprado yo, tu querida amiga que te aconsejaba no rechazarme, tu querida amiga que está en un hospital en coma, tus rechazos para las obras, tu amigo que se atrevió a invitarle a salir y que le rompieron las piernas y finalmente cuando te aceptaron como bailarina principal en esa obra y perdón se me olvidaba te dominaba tanto que hasta aceptabas las PASTILLAS PARA RELAJARTE sin siquiera pestañear, podía hacer lo que se me antojara contigo y tú nunca te diste cuenta, todo lo que te ha sucedido ha sido porque yo lo he permitido, te darás cuenta mi alcance por eso te digo de una vez, nos vamos a casar te guste o no te guste, mi hijo nacerá dentro de una familia, con su padre y madre.

 

Siento que el terror llena mi sistema, él besa mi frente para darle ese toque de película de terror a mi vida, nada es lo que yo creía, nada es lo que yo parecía mi dulce Brigith, fui vilmente engañada, la amistad que Roxy me dio nunca existió, fui usada, fue solo un objeto.

 

—Pero ¿Por qué? — Logro decir de manera temblorosa, mirando como a la nada. Es como mi mundo no fuera mi mundo, mi realidad no fuera mi realidad.

 

—Seré breve, odio con todo mi ser a tu padre, aquel que provocó que el mío muriera, él siguió con su vida mientras yo me hundía en la miseria solamente y huérfano con solo quince años, tu padre no es más que un maldito que no le importo lo que dejaba su dichosa carrera de actor, lo odio tanto por ese busque lastimarte para que a la vez lo lastimara a él y lo logre, solo recuerda sus lágrimas, solo recuerda su dolor al pensar en deshonrada princesa. Disfrute mucho hacerlo llorar, provocarle semejante dolor, por eso te digo, te vas a casar conmigo, no me mires así porque si te niegas a mi pedido, me encargaré que la vida de tu familia incluida del traidor de Clark, sea tan miserable como la fue la mía, un accidente le puede ocurrir a cualquiera, mi amor además acabo con todo, la fundación, la carrera de tu padre, sabes que tu cuñada tiene un embarazo de alto riesgo, imagina una impresión lo que le costaría, te amo princesa, pero la venganza es mucho más fuerte de lo que sea.

 

No puedo creerlo, no quiero creerlo, desearía tener fuerzas para golpearlo, pero con una sola mano detiene mis muñecas, me mira fijamente e intenta besarme, él solo roce de sus labios sobre los míos, me dan ascos y escupo, él solo sonríe.

 

—Te odio William, juro que te odio con todas las fuerzas de mi corazón, con la misma intensidad con que te amé, ahora te odio — Se lo digo con toda esa furia de saberme en sus manos nuevamente, no puedo poner en riesgo a mi familia, no puedo hacer que mi hermano pierda a su bebé, uno que tanto le costó, uno que llevan años intentando tener, William es capaz de lo que sea, si manipulo mi mundo para dejarme a su merced, para parecer el caballero andante que rescata a la damisela en peligro, ahora entiendo por qué todo jugaba a su favor y yo de estúpida que ingenuamente lo creía el mejor de los hombres, yo que lo defendí por sobre todos y todo.




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