Perfecta

PARTE 45

 

WILLIAM

 

Siento la satisfacción más grande al ver su cara de derrota de quien hasta hace unas semanas considere mi mejor amigo, hasta puedo decir que escucho su corazón quebrarse, tal vez fui ingenuo al pensar que él no estuviera interesado en mi preciosa muñequita, pero supo mantener el secreto muy bien, cuando se va se detiene por un momento con la mano en el pomo de la puerta y yo presiono la pierna de Anarosa ligeramente, sabe que no debe hacer ninguna tontería, finalmente se marcha y me quedo a solas con mi linda prometida, nunca me vi como un hombre casado, pero si viene un hijo mío en camino le daré lo que yo no tuve, una familia de la manera que sea, además que estoy seguro de que tarde o temprano ella volverá a ser la dócil y mansa palomita que siempre fue conmigo, me volverá a ver con ese brillo y fuego que hacía.

 

—Estarás satisfecho, conseguiste lo que querías, ahora déjame sola y en paz.

 

—Tenemos una boda que planificar mi amor, te verás hermosa de blanco — Me rio de lado, le doy un beso en la frente y salgo de la habitación, pero ella.

 

—No hagas nada contra Clark, te dije que me voy a casar contigo, déjalo en paz al igual que mi familia, si yo cumpliré mi promesa y tu cumple la tuya, solo ten en cuenta que estaré contigo porque mi familia y él están en peligro, solo por eso, porque amor en mí ya no hay para ti y nunca más lo habrá

 

 —Eso lo veremos mi amor, me amaras porque me amaras, así tenga que aniquilar uno por uno a tus dichosos seres queridos, y el primero será ese imbécil que tanto defiendes, 

 

Su voz entre cortada como si estuviera aguantado, las ganas de llorar en vez de conmoverme me llenan de rabia, no tiene por qué defenderlo tanto, no es más que un blandengue que se atrevió a traicionarme, pero mientras ella no firme un documento donde acepte ser mi esposa lo voy a dejar en paz al igual que los McArthur, ya una vez siendo mía con todo y papeles no respondo de mis actos.

 

—Tranquila que el muñequito quedara intacto mientras tú cumplas tu parte.

 

Me marcho de ahí y hago algunas llamadas, una vez un problema menos debo atender otros.

 

 

—Dime que esos malditos, ha sido torturados hasta suplicar por sus vidas y las de sus familias, dime que te dolieron los puños de tantos golpes que les diste.

 

Estoy con Martín en mi oficina, necesito buenas noticias, desde que concrete lo que de mi futuro matrimonio no he tenido paz, ella no quiere saber nada del día, solo quiere que le avise cuando debe ir, hasta que me dijo que con un vestido negro sería más acorde, la tengo vigilada, no puedo permitir que algo pase antes de tiempo.

 

—Sí, señor, pero se niegan a decir quién los mando, el médico que los revisa dicen que casi están sin pulso, lo siento mucho, pero creo que no lograremos obtener un nombre de ellos.

 

Doy un golpe sobre el escritorio y doy un grito, necesito saber quién se atrevió a atacarme, quien tuvo la estupenda idea que yo sería un blanco perfecto, baje la guardia lo admito, pero esto no se queda así, tengo que encontrar a ese hijo de perra que se atrevió a pensar que podía acabar conmigo, hasta pudo acabar con mi hijo, ahora que soy padre me imagino como sería cuando él crezca un sentimiento de protección ha crecido en mí, Estoy seguro de que si padre hubiera sabido de mi existencia desde un principio otra hubiera sido mi vida y no la que tuve bajo el yugo de la mujerzuela de mi madre.

 

—Mamá, tu amigo me hace cosas que no me gustan, dice que me dará comida, tengo hambre.

 

—No te atrevas a acercarte a mi novio, ¿Tienes hambre? Anda ve y busca entre los tachos de basura, no me interesa darle de comer a un bastardo que solo trajo desgracia a mi vida.

 

—Pero mamá.

 

—No te atreva a contestarme, porque te doy una paliza mucho más severa que la anterior.

 

Ahora estoy en casa, entrego mi chaqueta a Pruden el ama de llaves que contrate, ya que mi querida prometida no puede ni debe mover un dedo para evitar algún riesgo en su embarazo.

 

—¿Salió de su recámara?

 

—No, señor, tal cual usted me ordenó la tengo vigilada a cada momento —Todo lo que uno hace para evitarse nuevas sorpresas. Subo las escaleras para verla y la encuentro dormida en su habitación, es tan hermosa cuando no está peleando conmigo o cuando me aplica la ley del hielo como dirían los adolescentes de ahora, la veo con la mano sobre mi hijo, es un cuadro hermoso apuesto que mi madre nunca le preocupo nada que tenga que ver conmigo como siempre me dijo no me aborto porque se dio cuenta muy tarde solo por eso yo sigo vivo y por el favor de las vecinas que tuvieron más piedad de mí que mi propia madre.




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