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Recuerdo una vez que Laura y el fandom estaban muy preocupados porque en un programa de chismes, una presentadora había afirmado que la música de Sara había perdido popularidad y que su carrera iba en declive. Según la presentadora, las personas estaban más interesadas en los rumores sobre la vida personal de Sara que en su música. Además, la presentadora hizo una declaración provocativa: “he comenzado a pensar que hay dos tipos de artistas: los que venden entretenimiento y los que venden arte”. Cuando uno de sus compañeros de set le preguntó: “¿Entonces qué tipo de artista es Sara?”, ella respondió sarcásticamente: “Me ofende tu pregunta”.

Además de recibir una cantidad de odio desmesurado en sus redes sociales, la presentadora también alertó a la legión de fans de Sara, quienes se organizaron para aumentar la reproducción de sus canciones. Crearon un cronograma para todo un mes durante el cual escucharían una canción diferente cada día. La estrategia claramente funcionó porque al final del año, cuando se publicaron las estadísticas de las reproducciones de la música de Sara, ella agradeció a sus fans por el gran apoyo que le habían brindado.

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Laura conoció la música de Sara cuando estaba en el séptimo semestre de su carrera a la edad de 21 años. Recuerdo que cuando comenzó la universidad a los 18 años recién cumplidos, tuvo dificultades de adaptación. Le costó relacionarse con sus compañeros y hacer amigos durante la carrera. Decía que eran personas superficiales a las que les interesaba más la ropa y otras tonterías que temas realmente importantes. Por lo tanto, durante un semestre estuvo sola, es decir, sin los amigos habituales de universidad. En el segundo semestre hizo dos amigas, pero al terminar la carrera, solo era amiga de una de ellas. Tuvo diferencias con la otra y no volvieron a hablar más.

Nunca indagué cuál fue la diferencia que las separó, pero creo que habría podido estar relacionada a su rigidez mental o alguna situación en la que no pudieron ponerse de acuerdo. La compañera de universidad con la que Laura mantuvo amistad hasta el final de la carrera fue la misma que años después se convirtió en su compañera de piso en el extranjero. Conocí y traté a ambas, me cayeron muy bien. En alguna ocasión vi a la compañera con la que Laura había dejado de hablar en un centro comercial antes de la tragedia. Ella simplemente levantó la mano desde lejos para saludarme, pero no se acercó. Hubiera querido preguntarle qué había ocurrido entre ellas dos. Después de la tragedia, intenté reunir toda la información posible para entender la situación. Cuando le mencioné mi idea a mi esposo, él me dijo: “Nada de lo que te diga esa niña puede explicar lo que Laura hizo”, él tenía razón.

A los 23 años, cuando Laura terminó su carrera, buscó empleo durante seis meses y luego permaneció dos años y medio en ese empleo, hasta que la oportunidad de irse a trabajar y vivir en el extranjero apareció en su camino. La terrible casualidad, al mismo país y ciudad donde vivía Sara. Recuerdo que el fandom siempre hablaba de las casualidades que ocurrían alrededor de Sara y Karen, pero nadie contaba con la casualidad que entrelazaba a mi hija y a Sara.

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En los últimos tiempos de la amistad entre Sara y Karen, ya no eran tan afectuosas entre ellas. Es posible que se hayan empezado a distanciar por todos los rumores y acoso que las fans les hacían. En una foto grupal de un cumpleaños de una amiga en común, aparecen juntas, pero ya no se abrazan como lo hacían en las fotos anteriores.

En los comentarios de esa foto en la red social de su amiga, se podían leer miles de comentarios, pero no felicitando a la cumpleañera, sino comentarios de las fans de la relación de Sara y Karen. Cuando los comentarios masivos empezaron, muchas fans que no estaban de acuerdo con el acoso que sufrían, ingresaron a la foto pidiéndoles que, por favor, se detuvieran, que estaban dañando su amistad y haciendo sentir incómoda a su amiga. La respuesta de muchas fans fue que nadie podía evitar que se expresaran, que nadie podía prohibírselo, menos intentar censurarlo porque era su derecho.

En respuesta, las fans les decían que ellas no estaban intentando vulnerar su derecho a expresarse, pero que debían comprender que esa invasión a su privacidad estaba afectando su amistad. Ellas querían que Sara y Karen siguieran siendo amigas y que pudieran tratarse como antes. Les están imponiendo una sexualidad que ninguna de las dos ha confirmado, afirmaban. Hubo tantas opiniones y tanto caos que la amiga de Sara optó por deshabilitar los comentarios en la foto.