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El odio fue un sentimiento muy presente en esta historia. Unos meses después de que Karen saliera del closet, Sara entró en una relación con un actor. Sara y él tenían amigos en común y se conocieron en una fiesta. Cuando empezaron a seguirse en redes sociales, Sara comenzó a mostrar demasiada aprobación por mucho del contenido que él subía, a ver su trabajo y compartirlo en sus redes. Lo que no alertó a sus fans, hasta que unas fotos de ellos dos tomados de la mano durante un viaje a Londres aparecieron. Ella había ido a visitarlo al set durante la grabación de una película en la que él era el protagonista.

En ese momento, él se convirtió en el blanco de un masivo odio por redes sociales. Le acusaban de ser poco hombre por prestarse para inventar una relación y así coartar la libertad de una mujer, simplemente porque ella era homosexual. Criticaban su trabajo, sosteniendo que carecía de talento y que se escondía detrás de una cara bonita; algunos afirmaban que se acostaba con directores y directoras para obtener los papeles que le daban, mientras otros especulaban que él también era gay y que Sara y él habían hecho un acuerdo para vender una vida heterosexual al público y mantener detrás de bambalinas su vida homosexual. ¡Dos homosexuales amangualados para vender!, decían.

El equipo de Sara no escapó al odio y la rabia desproporcionada en redes sociales. El manager de Sara tuvo que quitar los comentarios de sus redes sociales; lo tildaron de aprovechado, manipulador, explotador, un horrible ser humano y de todo calificativo negativo que tenían en el vocabulario los fans de la relación entre Karen y Sara.

Todos querían un culpable a como diera lugar, por lo que las personas que no eran fans de la “relación” entre Sara y Karen volcaron toda su ira por el odio que estaban recibiendo Sara y su novio hacia las fans de esta relación. Les decían que fueran a vivir su propia vida, que respetaran las decisiones de Sara y que consiguieran novia o novio o lo que quisieran.

Sara enmudeció ante tal caos, y eso para las fans solo fue la confirmación de que estaba obligada a estar en esa relación y que ni siquiera se le permitía hablar. En ese momento, Sara se convirtió en la mártir de una profunda homofobia por parte de la industria.

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Laura y Diana se conocieron mientras estudiaban la misma carrera universitaria. Compartían la misma pasión por su campo profesional y rápidamente se convirtieron en amigas cercanas. Ellas tenían muchas intereses y afinidades en común, incluyendo su gusto por Sara.

Diana había tenido la oportunidad de mudarse al extranjero un año antes de que Laura lo hiciera. Un empleo relacionado con su formación la había llevado a embarcarse en esa emocionante aventura.

A lo largo de su tiempo en la universidad y el año que Diana vivió en el extranjero antes de que Laura llegara siempre se mantuvieron en contacto. Cuando Diana aún vivía en nuestro país siempre hacían planes juntas. Diana era considerada parte de la familia. Aunque Diana también era fan de Sara, no mostraba el mismo nivel de admiración que Laura tenía por ella.

Laura había logrado entrar al país gracias a una oportunidad laboral que se presentó, y esa oportunidad se la debía en gran parte a su amiga, Diana. Esta última referenció a Laura para el empleo y la empresa colaboró para conseguir un permiso de trabajo temporal en el extranjero.

El día que Laura llegó al nuevo país marcó un nuevo comienzo para ambas. En ese momento, Laura y Diana se convirtieron en compañeras de piso. Una experiencia que fortaleció su amistad. Sin embargo, esta convivencia complicaría la vida de Diana cuando la tragedia ocurrió.

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La relación entre Karen y la escritora había sido una locura desde el inicio, pero no precisamente por buenas razones. Las redes sociales, foros, sitios de noticias y páginas de videos se convirtieron en campos de batalla virtuales donde las opiniones y comentarios fluían como una cascada.

El comentario predominante que se repetía sin descanso era que la escritora no estaba muy favorecida físicamente, que no tenía ni un diez por ciento de la belleza de Sara y que no estaba al nivel de la belleza de Karen.

Sin embargo, a pesar de los juicios superficiales, se podían encontrar numerosos comentarios de apoyo. Expresando deseos de felicidad y amor, y respaldando su sinceridad y valentía al vivir su vida según sus propios términos. Sin embargo, los comentarios del fandom que ellas denominaron “Saren” siempre estaban presentes, como un ruido que no se podía silenciar. Entre los muchos comentarios de apoyo, siempre había un comentario de ellas lleno de odio y veneno porque sus fantasías no se cumplían. Ellas eran como un ruido que muchos preferían no leer, cuando alguien les hacía un comentario pidiendo que evitaran ese tipo de mensajes, respondían que podían irse muy lejos y seguir adelante sin leer sus palabras.

Los comentarios de odio hacia la escritora no incluían muchas críticas a su trabajo. Ella había cosechado reconocimientos muy importantes a lo largo de su carrera, lo que hacía que su talento fuera difícil de cuestionar. Sin embargo, el odio no cesaba y su equipo de trabajo se vio forzado a eliminar comentarios negativos y bloquear a usuarios abusivos en las redes sociales.

Recuerdo que un año después de hacerse pública la relación de Karen y la escritora, Karen se preparaba para dar una gira musical. Sin embargo, muchas fans se habían negado a comprar boletas para sus conciertos debido a su relación con la escritora. Ellas se sentían molestas porque consideraban que Karen no apoyaba a Sara. Sara no podía salir del closet y Karen en lugar de apoyarla, se había visto envuelta en un PR.

El ruido constante de los comentarios no se detuvo. Sin embargo, Karen y la escritora continuaron su relación, sin importar lo que el mundo tuviera que decir al respecto.