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El diario que he construido durante todo este tiempo comenzó a tomar forma unos quince días después de la muerte de Laura. Esperé ese tiempo porque en los primeros días tras lo sucedido, todavía no lograba comprender nada de lo que había pasado, pero quince días después, cuando empecé a escribir, entendí que al plasmar lo sucedido por escrito podía ver detalles y capturar recuerdos que de otra manera sentía que se escapaban de mí.
Tomé un cuaderno amarillo que me había regalado mi sobrina para mi cumpleaños y simplemente empecé a escribir, sin pensar en la redacción o la ortografía. Dejaba que mis emociones fluyeran a través de la tinta, muchas veces las lágrimas mojaban el papel y desvanecían un poco las letras. Al principio, no fechaba cada entrada, pero con el tiempo empecé a enumerar los capítulos para intentar darle orden a el caos que habitaba en mi mente.
Un año después de lo sucedido y tras haber pasado todo este tiempo escribiendo en mi diario, decidí releer por segunda vez los diarios de Laura. Fue en ese momento cuando tuve la idea de convertir estos diarios en un libro. Cuando decidí transformar los diarios de mi hija y los míos en un libro, traté de darle un orden cronológico lo más coherente posible a los hechos. Era la historia de una madre y una hija navegando por la turbulencia de sus vidas, un relato propio de cada una de ellas puesto en una sola historia.
Aunque en el proceso de escritura tuve que superar en varias ocasiones la autocensura que me frenaba por días de escribir una sola palabra, temía que la gente no quisiera escuchar mi versión de la historia o que me consideraran una mala persona por hacerlo.
El proceso de convertir nuestros diarios en un libro se convirtió en un viaje introspectivo, una oportunidad para reflexionar sobre los momentos compartidos y los momentos perdidos. Cada página era una ventana a nuestras vidas pasadas, a los sueños y las luchas que compartimos como madre e hija.
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La reacción de los artistas y la industria musical no se hizo esperar tras el fallecimiento de Sara. Un cantante que era amigo de ella, durante la época de su muerte estaba de gira y le rindió un emotivo homenaje en cada uno de sus conciertos restantes. En cada actuación, entonaba una canción dedicada a ella, cuando la interpretaba lloraba mucho y tenía que utilizar todo su autocontrol para poder seguir cantando y no permitir que lo desbordaran las lágrimas.
Las emisoras se unieron al luto, expresando sus condolencias a los padres y seguidores de Sara. Diversas emisoras durante ese día compartieron sus éxitos como un tributo a su vida y carrera.
En las redes sociales, Sara se convirtió en tendencia durante una semana. Los fans trataban de consolarse unos a otros, realizaban homenajes virtuales y buscaban respuestas, deseando encontrar culpables. La relación de Karen y Sara fue el epicentro de la polémica, ya que muchos seguidores notaron el silencio ensordecedor de aquellos que habían seguido la historia de amor en las redes sociales.
Discutían porque la mayoría de los seguidores de la relación de Karen y Sara guardaron silencio en las redes sociales después de la tragedia, siendo tachados de cobardes. Los pocos seguidores de “Saren” que se expresaron en las redes sociales afirmaron que su intención nunca fue que alguien saliera lastimado por su ship, sino simplemente disfrutar de la conexión ficticia entre ambas artistas. A pesar de sus explicaciones, el debate persistió en las redes, creando grietas en la comunidad de fans.
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Desde que nos mudamos a nuestro nuevo apartamento, cada día se siente como un regalo envuelto en tranquilidad y armonía. Mi esposo y yo hemos creado un espacio que no solo refleja nuestros gustos y personalidades, sino que también nos brinda un refugio donde podemos encontrar paz y serenidad.
Una de las primeras cosas que hicimos al llegar a nuestro nuevo hogar fue diseñar nuestras oficinas en uno de los cuartos. Comenzamos por diseñar un mueble que deja nuestros puestos de trabajo uno en frente al otro. Compartir este tiempo con mi esposo ha sido muy agradable. Escoger juntos texturas, colores, muebles y accesorios nos ha encantado. Nuestra oficina ha hecho que nuestras horas de trabajo sean mucho más placenteras.
Además de nuestras oficinas, también preparamos un cómodo cuarto de huéspedes. Este espacio lo hemos diseñado de una forma sencilla, una acogedora cama y una mesa de noche complementada por el armario que ya estaba en el espacio. Queremos que nuestros invitados estén cómodos sin excesos.
El apartamento tiene un pequeño balcón en el que hemos instalado un pequeño comedero para las aves que viven en el vecindario. Unos gorriones han sido los primeros comensales que hemos tenido. A Lulú, nuestra mascota, le encanta verlos comer todas las mañanas. A mí me entretiene su canto.
Cada mañana cuando tomo mi café, me siento agradecida por este nuevo capítulo en nuestras vidas. La paz que encuentro al observar el mundo desde nuestra oficina o al escuchar el canto de los gorriones, me hace sentir que estoy en el camino hacia la sanación.