Perfecta Combinación [terminada]

Capítulo 28

Safra
 

Desde la reunion que organizó el anciano, todos están intranquilos.

Los habitantes del reino, fueron enviados a otro lado, la pelea será lejos, pero, aún así, preferimos tener cuidado.

El sonido de los cuernos de la muerte fue activado ayer por parte de Ronald.

Ese sonido provocó que nos empezaramos a mover.


En este momento, una gran parte del ejército de caballeros, se encontraba con los habitantes, y otra parte -donde estoy yo- se encuentra yendo hacia el encuentro.

Hemos estado cabalgando por horas, el camino del reino hasta la puerta principal de la muralla estaba lejos, lo bueno, es que ya estábamos llegando.

- ¿Qué es eso? -preguntó Dustin achinando los ojos para ver mejor.

Todos dirigimos las miradas hacia su dirección.

- ¿Qué...? -se quedó sin terminar Siena.

De hecho, todos tenemos cara de sorpresa y tristeza, pues, esta parte del bosque -si es que se puede llamar así- los árboles están sin hojas, estan grises, como si fueron carbonizados por algo, en vez de un bosque, parece un pantano, pero, sin agua y sin hojas.

¿Qué ha pasado aquí? O sea, prácticamente, estuve por aquí y nada de esto estaba, incluso había animales, y ahora, no queda ni una sola planta.

Una neblina nos encerró, sin duda, es una escena de terror.

- Calma, ya estamos llegando -dijo el anciano- Estén atentos.

Seguimos cabalgando hasta estar enfrente de las benditas puertas de hierro.

De por sí el tamaño ya da miedo, el entorno lo hace aún peor.

Uno de los caballeros dio un paso al frente, con un rollo de un testamento.

- Estimados caballeros del Reino Humano -empezó a citar en voz alta- He aquí nuestra presencia, se solicita que habran esas puertas, para llevar a cabo el proceso de llegar a un cuerdo de nuestra disputa.

Luego de esas palabras, hubo un momento de silencio. Las puertas con un rechineo aterrador, se abrieron lentamente.

Dejando ver a muchos pares de ojos, algunos conocidos, por supuesto.

Pero una persona me llamó la atención.

Carajo.

Es ella.

Su rostro con facciones definidas y con una sonrisa aterradora, me hacen temblar.

Ahora ya veo por qué estaba tan callado Ronald sin hacer un ataque de advertencia.


- ¿Ella no es... -preguntó a medias Nieves mirando a la misma mujer con sorpresa.

- Sí, ella es -respondí sin quitar la mirada de la mujer con armadura negra.

Caire.

No pensaba que la confrontaríamos tan rápido.

Pero viendo como nos mira a todos con maldad y superioridad, era de esperarce que quisiera dar un paso primero.

No negaré que es genial, pero lo que hace es malo.

El caballero principal de Ronald, empezó a hablar.

- Reino Zussman, hablad o moriran.

Resolplé con sorna.

Típico de Ronald, ya lo venía venir de él, gracias al cielo que tuve la oportunidad de conocerlo un poco mejor y ver la persona que es ante un problema.

Algo me molesta y no solo a mí.

Y algunos se preguntaran "¿Cómo una nación que desprecia y teme a lo mágico se iba a aliar con alguien que posee magia?" O "¿Qué es lo que planean?"


Y yo digo "El hechizo surtió efecto".

Dejé de poner atención sobre lo que decía el anciano Yair, todo por ver a una persona que no veía desde hace mucho tiempo.

Aún está como lo recuerdo, su casco tapa la mayor parte de su cara, pero, aún así, sus ojos color miel, me miraban fijamente, queriendo ocultar la sorpresa y tristeza.

Si no fuera por esta disputa entre Reinos, seguramente me hubiera abalanzado en sus brazos para poder abrazar a una de las personas que siempre estuvo para mí.

Todo pasó lentamente.

Una flecha hirió a uno de los caballeros de Ronald.

Un grito despertó la furia del Reino Humano y alertó al Reino de Criaturas.

Flechas caían por doquier, tropas avanzaban para ser embestidos por otras, el caos se estaba instalando en el lugar. 

Criaturas contra criaturas.

Humanos contra criaturas

Humana contra humanos y criaturas...

La guerra ha comenzado.


La disputa entre los dos Imperios es tan... horripilante, cadáveres caen a medida de que dan un paso, el suelo de tierra mojándose con el color carmesí.

Los reflejos entrenados en este momento son una bendición para mí y para todos.

Bloqueé un ataque que venía hacia a mí como una avertencia, quedando cara a cara con mi atacante.

- ¡¿Cómo te va Safra?! -soltó irónico.

El ruido de nuestro alredor no nos permitía hablar como personas decentes.

- ¡Bien¡ ¡¿Y a ti Archie?! -pregunté de igual forma.

Él sonrió.

Nuestras espadas chocaban, soltando un chillido en cada movimiento.

- ¡¿Dónde está Sasha?! -pregunté cuando de nuevo quedamos frente a frente.

- ¡Fuera de peligro, no te preocupes!

- ¡No lo creo, tienen a su lado una mujer sedienta de venganza y poder! -respondí.

Vi que Zita estaba rodeada de enemigos.

Solté un hechizo de teletransportación hacia donde estaba ella, pero alguien me bloqueó el camino.

- ¿Cómo...? -quedé atónita con el movimiento feroz de mi amigo.

Giré mi cabeza para ver a la bruja Caire viendo cómo peleamos desde una posición alta, observando cómo caen hombres y criaturas al unísono.

Bufé.

- Ni sé por qué me sorprendo -me preparé para luchar de nuevo, no sin antes tirar una ráfaga de viento a los enemigos que tenía alrededor Zita.

Ella me volteó a ver por unos segundos y yo le guiñé el ojo.

Me volví hacia Archie poniéndome en defensa.

Los ataques que dábamos nunca cesaron, sabía que no estaba usando toda su fuerza y yo tampoco lo hacía.

Habían mantícoras que se lanzaban a mí, pero con ayuda de mis amigos y novio, me ayudaban a confrontarlos y seguir hablando con mi objetivo.

- ¡¿Qué se siente traicionar a los tuyos, safra?! -esa pregunta me sacó de quicio.



#11501 en Fantasía
#16318 en Otros
#2040 en Aventura

En el texto hay: romance, accion, criaturas miticas

Editado: 16.07.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.