Perfecta Combinación [terminada]

Final

Safra
 


Todo el sufrimiento que ella está pasando, me rompe el corazón. 
El nivel de dolor que soportó y soporta aún, es demasiado para una persona.

- ¿Ahora ya sabes por qué hago esto? -su voz resonó desde las penumbras- Eliminar a todos y situar la paz. Es la única forma en que todo se acabará.

Daba pasos lentos hasta quedar enfrente mía.

- Únete a mí, así podremos arreglar estos asquerosos mundos -trata de razonar conmigo, pero esto no es correcto.

- La forma en que quieres hacer esto, no es buena Zerena, de hecho, creo que puedes cambiar, se que tú no quieres hacer esto.

Ella lució realmente enojada.

- ¡Yo te guié a mí! -vociferó.

¿Qué?

- La predicción, las muertes de tus padres, fui yo y solamente yo -su forma lunática me intimidaba, cada paso que ella daba, yo retrocedía-. La primera bendición te la di yo, te coloqué el camino para que llegaras a mí, eres más útil de lo que pareces.

- No soy un objeto -logré decir, ya que estaba temblando por el miedo.

No quiero, no quiero saber la verdad.

- Oh, no lo eres -hizo chistidos con su boca- Eres poderosa, las visiones de una bruja son más poderosas que las de esas gemelas terribles.
Vi el poder que emanaba de ti desde una bebe, nuestros diferentes futuros... así que, pequeña niña, seremos demasiadas poderosas juntas, no lo niegues -sus manos se alargaron para tocar mi cabeza- Por favor, por favor.

Hasta este punto, el terror me dominó, me sentía como un pequeño ratón acorralado entre la garra de un gato y la pared.

- A-Aléjate de m-mí -el miedo me impedía hablar.

No.

Más cercanía por parte de ella.

No.

Sus desdos a milímetros, tratando de tocarme y sus ojos llenos de locura.

No, no, no.

- ¡NO!. -cerré los ojos, escuché unos gruñidos de ella.

Un pitido resonante hizo que cubriera mis oídos, traté de abrir los ojos, pero todo estaba envuelto en una luz blanca, lo suficiente para dejarme ciega.

Cuando dejé de escuchar ese molesto sonidos, estaba tratando de calmar mi respiración, quería tratar de cubrirme de todo, sentirme segura... quería llorar.

Poco a poco abrí los ojos, una figura estaba parado enfrente de Zerena, ella estaba en el suelo observándolo con perplejidad y miedo.

Todas las emociones pasaban por su rostro, formando una euforia.

- Tu estas... No eres real -Zerena tartamudeaba y le temblaba su quijada.

Estaban enfrente mía.
Yo aún estaba en el suelo, aferrándome a este y observando la escena.

El hombre de ojos azules le extendió la mano a Zerena. Ella por reflejo retrocedió, tratando de alejarse lo más posible de él.

- Tranquila -emitió él con el objetivo de transmitirle calma.

Ella al principio estiró la mano con duda, pero él la agarró, la puso de pies, y así quedar frente a frente. La mano de él se posó en la mejilla de Zerena, dándole una caricia. 
De leguas se miraba todo el amor que se tenían.

Un hermosos reencuentro.

- Libera tu alma Zere.

- No puedo B-Billi.

- Claro que puedes, solo olvida.

- Pero... Ellos te asesinaron enviándote a la guerra, todo ese conflicto nos separó, nos alejaron, n-no puedo dejar que sea injusto. -las lágrimas de Zerena no resisitieron y salieron como cataratas.

- No nos separaron Amor, siempre estuvimos juntos, aquí -se señaló su corazón- No te acomplejes, deja ir todo ese odio -dejó un tierno beso en su frente.

Zerena colocó su cabeza en el pecho de aquel hombre, luciendo con tanta paz, tan hermosa, sin la ira que tenía.

Los dos desvanesieron, dejando mariposas blancas en un lugar oscuro, el cual, luego de unos segundos, me consumió.

 

***
 


 

Gracias a la potente luz, quedé un poco cegada al abrir los ojos.
Estaba en la habitación de Ragnar, al lado estaba él agarrando mi mano. Su belleza es hermosa, y más cuando él luce tan plácidamente calmado.

No pude evitar acariciar su cabello, sentir lo cedoso alrededor de mis dedos y disfrutar de la sensación después de tanto.

Un pequeño gruñido salió de él, avisando que estaba despertando. Sus ojos adormilados apenas se fijaron en mí, al instante se abrieron, llenos de sorpresa.

Se lanzó literalmente hacia mí quedando acostados en la cama, con él rodeándome con sus enormes brazos y llenándome de besos.

- Te extrañé flor -al decirme eso, una ola de ternura me atravesó.

- Que drangonsito bueno -lo molesté.

Él en respuesta comenzó a hacerme cosquillas.

- ¡Basta! -lo abracé- ¿Qué fue lo que pasó?

Ragnar se quedó callado, después dio un largo suspiro.

- Cuando seguías consciente en medio de la guerra... El abuelo te protegió, ya que los enemigos querían exterminarte, cosa que él obviamente no dejó, yo seguía peleando con el Emperador Ronal, afortunadamente, gané esa pelea, acabando con él -su brazos apretaron mi cintura- Al darme la vuelta para cantar mi victoria y acabar la guerra, vi a mi abuelo siendo herido, con su último aliento, levantó su espada y cortó a su contrincante, pero, fue demasiado tarde.

<< La espada estaba bañada en veneno puro, muy raro en estas zonas, el efecto de ese veneno, le causo un infarto de miocardio inmediato a mi abuelo, para cuando llegué, él sólo sonrió y cerró los ojos, teniendo un digno final.
No sé qué pasó, luego de eso, todos nuestros enemigos tiraron sus armas, lucieron confundidos y aterrados, fue muy extraño.
Pero bueno, han pasado dos días desde la Guerra final, y desde que tú seguías inconciente, hasta hoy, claro>>

- El anciano Yair... -mis lágrimas abordaron mis manos.

Los brazos de Rag me acunaron.

 

- Aún está con nosotros.
 


 



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En el texto hay: romance, accion, criaturas miticas

Editado: 16.07.2021

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