Perfectamente Imperfecta

06 CHOQUE DE DOS MUNDOS

 

—Si claro Julie, tienes razón esa tela cae perfecta, espérame que voy a ver si hay algún paquete para el ogro.

 

Cuando recojo una de las muestras enviadas desde Londres y giro para alcanzar a Julie lo que ven mis ojos me enerva, me llena de rabia, la veo en suelo recogiendo un vaso del café que al parecer se le ha caído, pero lo peor es a un tipo de espaldas gritándole como si ella fuera su criada y ni a ellas debería gritarle así.

 

—Eres estúpida que no te fijas donde caminas, ahora ¿Quién va a arreglar mi camisa de seda?, mira me dejaste hecho un desastre, ¿Quién contrata empleadas tan inútiles y buenas para nada? — Me acerco a ayudar a Julie a pararse porque no debió doblegarse ante nadie y menos contra un bruto y animal, al diablo su camisa ya sea de seda china o de oruga.

 

—Podría dejar de ser un imbécil y no gritarle a la gente de esa manera — Cuando alzo mi rostro con los dientes apretados, y me quedo como hipnotizada juro que vi un maldito ángel, es rubio, alto delgado y unos ojos que se asemejan al cielo mismo, pero con un genio del demonio, una cosa es observar sus fotos en paneles, revistas, panfletos, souvenirs y cosas así y así cara a cara es otra cosa, se dio cuenta y el maldito lanza una sonrisa de lado de suficiencia total y pasa su mano sobre su cabello llevándolo hacia atrás más engreído no se puede ver.

 

—Sé que tengo ese efecto en las mujeres hasta en esas que son como tú — Y me mira de arriba para abajo, tengo ganas de borrarle esa sonrisa con mi puño ¡Maldito engreído!

 

—¿Disculpa? ¿Cómo es eso de mujeres como yo? — Juro que estoy a punto de írmele encima si sale de su boca lo que imagino.

 

—Aquellas que no saben lo que es una ensalada o ir a gimnasio, la que no sabe cuanta grasa o carbohidratos tiene lo que come — Y se va, mientras un chico anota algunas cosas en su libreta y gira a decir creo que disculpa, me la vas a pagar Owen esto no se queda así.

 

—Vámonos ya Emma, te acabas de ganar de enemigo a Owen Mac Arthur—Más bien el no tiene ni la más remota idea con quien se está metiendo.

 

—¿Owen Mac Arthur? Me suenan ese nombre no sé por qué — Me suena y me da pesadillas cada vez que recuerdo como le puso el pie a Emily para que ella cayera sobre su malteada me hierve la sangre.

 

—¡No juegues conmigo Emma! Es imposible que alguien no conozca a Owen, es el modelo top de hace mucho, tiene miles de clubs de fans por lo cual tiene hasta millones de fanáticas que darían lo que fuera por estar cerca del y tú lo que haces es ganártelo como enemigo, no quisiera estar en tus zapatos, el con chasquidos de tus dedos hará lo que fuera contigo, he oído algunas historias de terror a su alrededor.

 

—¡Claro si lo que tiene de guapo lo tiene de imbécil! — Eso salió de la nada, no debí abrir mi bocotá, quiero que me trague la tierra.

 

—¡Emma por Dios! No fue para tanto ahora sí que la cuenta de la tintorería me saldrá un mes de sueldo, ¡Dios no me alcanzará ni para comer de por sí ni para la renta, dormiré debajo de un puente! — Está entrando en un caparazón ya la he visto saca cuentas antes es como si el mundo a su alrededor desaparece, esta tan absorta que ni se fija que ya la llevé hasta el ascensor, mientras que yo no dejo de pensar el maldito niño cara de ángel con cola de demonio, no es que me caiga mal es más que eso, ya se me han ocurrido algunas cosas, en el trayecto me puedo divertir mucho.

 

Cuando llegamos a la oficina veo a Antuant dando vueltas como loco, cuando me ve mejor dicho mira detrás de mí su mirada es de miedo y Julie me sujeta de la camiseta.

 

—Cooper esto es el colmo mira esto, como te atreviste a verterle café sobre la camisa de Owen, ¿Qué andabas pensando?, Eres torpe e inútil, no con todo tu sueldo de un año podrás pagar una camisa así ya no sirve para nada, si no la traes entera para esta tarde daté por despedida ya me cansé que me vean la cara de idiota. — Se va azotando la puerta y las cotorras esas, están risa y risa.

 

—Te vamos a extrañar Cooper, Canela te va a extrañar de verdad, pero eso te pasa por inútil — Esa última frase la dicen al unísono y se ríen mientras Julie está hecha un mar de lágrimas y empieza a hiperventilar que casi no la puedo entender.

 

—Yo no puedo perder el empleo, no puedo si lo hago mis hermanos no tendrá que comer ¡No puedo ser tan estúpida! — Me parte el corazón verla un manojo de lágrimas y nervios, sus piernas no dejan de temblar y el vaso de agua que le he traído parece un temblara más que en un terremoto la mitad se quede en su falda y la otra en su boca, no puedo dejar que siga así, recojo la camiseta del suelo y miro a Julie para que se calme.

 

—Julie cálmate por favor, todo tiene arreglo yo consigo una igual — Podría comprar la fábrica si me diera la gana.

 

—¿Cómo vas a conseguir una así de costosa? No puedo hacerlo.




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