Los Jones

cap-3

McKenzie Wood

Madrid

llegue a la recepción y una señora me sonrió

-señorita Wood, la estábamos esperando- dice, me tiende su meno y yo la tomo- me llamo Sandra Gomez

-un gusto- le sonrió

- la llevare a su oficina y después con los socios de la empresa

caminamos hacia un elevador privado y subimos hasta el último piso, la subida fue silenciosa, nada incomoda

las puertas se abrieron dejándome ver el piso, vi que solo había unas tres oficinas, y delante de una un escritorio con una rubia

-ella es la secretaria de uno de sus socios- asiento y la veo pararse de su lugar

- hola buenos días- dice, es castaña, baja, y por su cara veo que se cree mucho, es una de esas chicas que se follan todo lo que se mueve, que asco

-buenos días- digo cortante, y ella aprieta los labios y vuelve a sonreír como estúpida, como si no notara la falsedad en su gesto

- su oficina es esta, señorita Wood- dice Sandra, ella me guía a la que está en medio, abro la puerta y la veo, tod decorado tal cual como lo pedí, de blanco y dorado- en cinco minutos es la reunion

-con mis socios, si ya lo sé, te puedes retirar Sandra, muchas gracias - ella asiente y sale de la oficina

me paso una mano por mi cabello, y dejo mi bolso el escritorio, no tengo tiempo de hacer mucho mientras espero la reunion, nerviosa, no estoy, mucho menos ansiosa

no demostrar tus emociones es el mejor camino -eso era lo que me repetía todos los días en el instituto, demostrar tus emociones, te hace ver débil, y si te vez débil se proletarian de ti hasta destruirte. la unica meta era ganar, el segundo lugar no era una opción

y por supuesto, yo fui la ganadora de cada puta competencia, reto o cualquier otra cosa- esa era un de las razones por las que soy controladora- pasaron los minutos y decidí ir a la sala de juntas. salí de mi oficina y vi a un hombre con traje, pero se le veían los tatuajes

-Ambar, estaré en una reunion, cancela todo lo que teníamos mis hermanos y yo- ella asiente y el fija su mirada en mi- estas perdida- me pregunta

-no- mentía, bueno algo, no sabía dónde eran las salas de junta así que era mejor tragarme mi orgullo, solo esta vez. él se iba, pero me acerque- pensándolo mejor, sabes dónde quedan las salas de juntas

el asiente

-sí, sígueme, se da la vuelta y sube al elevador y yo hago lo mismo, no sin antes notar la mierda matadora de su secretaria

- y dígame, es nueva, no la había visto antes, y te aseguro que te hubiera recordado- dice y lo miro, me fijo que tiene un piercing en la nariz

- no soy nueva- digo y el alza una ceja- trabaje en las sucursales principales en estados unidos

-estas aquí también como pasante? - me pregunta, y yo niego

-no, ya me gradúe hace un año

-guao, no pareces mayor- y yo niego

-no, solo tengo veintiuno, me gradué antes- justo en eso las puertas se abren y yo salgo- gracias hablamos otro día - dije y me fui a la sala de juntas, claro pregunté a unas chicas antes de entrar para no equivocarme

nose porque no dejaba de pensar en el chico tatuado del elevador, estaba bueno, si- más que bueno, tenía cara de que buenos orgasmos - no sé por qué, pero era la primera persona con la que habla así, libremente

abri la puerta y vi como cinco hombres y tras mujeres sentados en la gran mesa, todos esperándome- genial, y por primera vez en mi puta vida llego tarde - pensé

siento las miradas puestas en mí, y después en la persona detrás

-la chica del levador- dice

-tú de nuevo - él sonríe

-te perdiste bonita- me pregunta y niego

-no, gracias- hay tome aire y me repetí en mi mente (yo estoy a cargo, tengo el control, todo saldrá según el plan) -ve a sentarte ya vamos a empezar

caminé hasta cabeza de la mesa, los vi a todos, pero me llamaron la atención, cuatro hombres, entre ellos el tatuado de antes

-buenos días- dije

-buenos días- respondieron

-soy, McKensie Wood, estaré de ahora en adelante a cargo de esta sucursal, o al menos eso está planeado hasta que mis madres me dejen la empresa

-esto es una broma- dice una señora de unos treinta- niña, deja de jugar a hacerte la adulta, seguro no tines experiencia, te digo que no perderé tiempo ni dinero

- si, como se atreven a traer a una joven, que seguro no a terminado sus estudios, esto sera una catástrofe- dice un señor de unos cincuenta

deje que cada uno dijera lo que quisiera, los deje, mientras analizaba la situación, todos tenemos claro que su preocupación es el dinero, pero también es otra cosa, unos porque querían el puesto en donde yo estaba, por querer robar la fortuna de mis madres, un clásico, todos eran demasiado transparentes

-dile a Lea, que no perderé mi tiempo, ni yo ni mes hermanos- los cuatro que no había hablado de nada alfin abrieron la boca, tres de ellos se pararon, era mi turno de tener el control

-se van a callar todos, se quedarán sentados y prestándome atención, no se comporten como niños joder, no quiero ninguna interrupción, ni una - todos volvieron a sus lugares - bien, para empezar, no soy una niñata estúpida, sé que todo aquí quieren dinero, algo claro, por su puesto y conmigo no lo perderán, me gradúe el año pasado en Harvard en administración de empresas, me gradúe de un instituto para dotados a los dieciséis, manejo las cuantas de la empresa desde los dies, no soy ni una estúpida, ni idiota, ni una mierda entendieron - grite y todos respondieron - pueden retirarse todos, meno ustedes cuatro-dije señalándolos

los había observado un tiempo, y menciono el nombre de mi mamá- claro es su socio - pero por lo general siempre las mencionan a ambas, esto no traería nada bueno

-para que nos quieres- dice el mayor de ellos con los brazos crusados, noto que los cuatro están buenos, lo admito, pero no dejare que me distraigan