Deambulábamos entre extensos pasillos los cuales eran amplios pero al ver la institución desde fuera lucia más grande que eso, ¿será que el resto del edificio estaba destinado al lado B?
-¿Tienes alguna idea de la clase de compañeras que pueden tocarnos? – pregunto la pelirrojo con el objetivo de romper el hielo.
-Realmente no lo sé, podría tocarnos desde una sumisa hasta alguna delincuente callejera, uno nunca sabe que esperar de las personas –
Definitivamente eso no ayudo en absoluto, en su lugar la inquieto el doble de lo que estaba, no podía siquiera imaginarse compartir habitación con alguna persona peligrosa que podría matarla si se acercaba demasiado.
Susi noto que sus palabras alarmaron a la menor así que se paró frente a ella y la miro fijo.
-Hey tranquila, solo bromeaba seguro nuestras compañeras son esplendidas – le sonrió.
-Si tienes razón, no debería preocuparme, bueno… ¿Cuánto falta para llegar?- pregunto aun algo inquieta.
-Es aquí – sonrió divertida por la preocupación de la pelirroja y le señalo una habitación con un 27 blanco pintado. Efectivamente era el número que ambos papeles poseían.
Charlie abrió la puerta con lentitud, quería generar una especie de suspenso antes de conocer a su nueva compañera, esta vez no estaba asustada, solo emocionada, aunque ese sentimiento desapareció en el instante en que recoció esos ojos verdes.
-¡¿ENSERIO?!¡¿NO PODIAN TOCARME MEJORES COMPAÑERAS QUE USTEDES DOS?! – reprocho Melany levantándose de la cama en que se encontraba sentada.
-Mira que nosotras tampoco estamos muy emocionadas de verte, después de todo quien quisiera compartir habitación con una descerebrada como tú – la mirada de Susi perdió todo su encanto y en cuanto se cruzó con los ojos de la mestiza, parecía que saltaban chispas de odio en la habitación.
-Chicas basta esto no es necesario enserio - a la menor no le agradaba estar frente a discusiones.
Susi se limitó a presionar su mandíbula con fuerza y girar su rostro hacia otra parte de la habitación.
-Yo duermo ahí, gracias a dios es la parte más alejada de ti. – su voz sonó cortante como si toda su dulzura desapareciera. Camino hasta la cama y se sentó – escoge donde dormirás Charlie – una leve sonrisa volvió a dibujarse en su rostro
-Yo hum…-
No era una decisión difícil solo le quedaban dos camas pero la pelirroja temía por su ultima compañera que aún no aparecía, lo que la llevo a tomar la decisión de dormir cerca de Melany, no quería que la otra chica tuviera que soportarla. Miro a su nueva amiga para acto seguido acomodar sus cosas en su lugar.
-Si haces algo que no me agrada no me acobardare y lanzare tus cosas al pasillo ¿oíste? – la de pupilas verdes hablo amenazante.
-Si – no pudo siquiera mirarla a los ojos realmente le aterraba.
En cuanto a cabo con su equipaje camino a la cama de Susi y se sentó junto a ella. La chica la miraba confundida, era obvio que esperaba una explicación lógica.
-Lo siento Susi, no quiero que nuestra otra compañera tenga que soportar a Melany– susurro.
-Te preocupas demasiado por alguien que no conoces, ¿y si es igual que ella?- exclamo intentando convencer a Charlie de que moviera sus cosas.
-Esperemos que no lo sea – le dirigió una mirada preocupante a la contraria.
Como si la hubiera invocado una delicada mano extremadamente pálida empujo con suavidad la puerta de la habitación revelando a su última compañera. El verla sorprendió a las tres, ninguna la conocía pero era una joven con aspecto bastante peculiar. Media casi lo mismo que Charlie, podría decirse que solo era unos cinco centímetros más alta, su piel era delicada y pálida al nivel de no creer, tenía un gorro negro que permitía ver su largo cabello blanco, esa chica parecía una muñeca de porcelana, el único rasgo que resaltaba en ella eran sus ojos morados.
Las tres muchachas estaban tan sorprendidas ante la extraordinaria apariencia de la última adolecente que ni siquiera la oyeron saludar la primera vez.
-¿se encuentran bien? – tenía una voz angelical.
-¿he? A si – de la nada Charlie regreso de una especie de trance. – lo lamento mucho es que tu…digo…hum nos sorprendiste…es decir –
-Ella quiere decir que no esperábamos un bicho raro como compañera – aporto Melany observando de arriba abajo a la recién llegada
-¿Qué? No eso no es lo que quise decir –
-Descuida estoy acostumbrada a eso…- sus ojos se cristalizaron levemente – por cierto soy Mayra – se froto los ojos y sonrió.
-Soy Charlie, ella es Susi – señalo a la muchacha que permanecía sentada sonriendo con su dulzura característica- y bueno ella es Melany –
-Es un placer chicas – les dedico una cálida y hermosa sonrisa acompañada de un ligero rubor en sus mejillas.
Terminaron de acomodarse cerca de la noche cuando fueron llamadas para cenar, allí vieron a todos los chicos y chicas del lado A, no reconocía a nadie salvo a sus compañeras y a los gemelos, que se encontraban rodeados de gente en todo momento.
La cena acabo con el aviso de que a la mañana del día siguiente serían llevados a un recorrido por la escuela para que se ubicasen mejor a la hora de comenzar las clases. Todos regresaron a su habitación preparados para dormir ya que era lo que la dirección les recomendó que hicieran para recuperar energía y estar listos para el tour del día siguiente.
Charlie dormía pacíficamente, hasta que algo la despertó a mitad de la noche, no fue un ruido porque todo se encontraba en completo silencio, era algo más, una especie de sensación de inquietud e incomodidad. Se levantó de su cama y por instinto camino lentamente hasta la ventana que daba al patio, cuando se arrimó al marco pudo ver una figura en la exterior alguien había salido a realizar un paseo nocturno.
#19015 en Fantasía
#7506 en Personajes sobrenaturales
#39910 en Novela romántica
amor y seres sobrenaturales y mucho mas, mentiras drama misterio drogas peligro, dolor depresion miedo odio
Editado: 25.04.2020