Perfecto para ella

Capitulo uno

POV Melanie

Mi día comienza a las 6 am, mis ojos se abren y miro al techo como por diez segundos para quitarme las mantas que me cubren y ponerme mis pantuflas para levantarme finalmente. Voy hasta el baño y me miro al espejo, mi cabellera castaña es un desastre como siempre pero tiene arreglo. Me cepillo el pelo, los dientes, lavó mi cara y después de secarla, me maquillo y voy a la cocina. Pero antes...

- Buenos días, Claire - saludo a mi hermana menor.

Ella y yo vivimos solas desde que tengo 18 años, mis padres se fueron a vivir solos (en una casa que yo compré) y me quedé en nuestro apartamento. No cambie nada de lugar, todo ésta tal y como recuerdo, como nos gusta. Voy a la cocina y me hago mi desayuno diario, leo el periódico como todas las mañanas y lavó los platos una vez que termine. Me visto con mi traje formal de siempre, tomó mi bolso y camino hasta la puerta.

- ¡Nos vemos más tarde, Claire! - gritó desde la puerta y salgo.

Voy a la cochera, me subo a mi auto y arrancó a trabajar. El edificio no queda tan lejos pero debo darle utilidad a mi auto, es un regalo de mis padres después de todo. Me lo dieron por mi cumpleaños N° 18 cuando obtuve mi licencia de conducir, decidimos celebrarlo con una vuelta por la ciudad siendo yo quien manejara, eso si, ellos iban atrás. En fin, llegó al edificio donde trabajó, bajo al estacionamiento subterráneo y dejó mi auto. Bajo con mi bolso, camino hasta el ascensor y paro en el piso 28.

- Buenos días, Melanie - dijo Lorena, la contadora.

- Buenos días, Lorena - respondo por respeto y sigo mi camino.

Dejó mis cosas en mi escritorio, ordenó el escritorio de mi jefe como a él le gusta y voy a la cafetería a preparar su café negro. Mientras lo hago, pienso en lo que debo recordarle a mi jefe como reuniones, cambios, chequeos, etc, y que debería tener un puesto mejor del que tengo. Tomás llega un par de minutos después, le doy su café y empiezo a anotar.

- Melanie, organiza la sala de reuniones para las 12, llama al señor Guzmán para editar las publicidades y verifica que las fotos salgan perfectas - dijo Tomás mientras yo anotaba - ¿Algo que deba saber?

- Su padre quiere almorzar con usted y su hermano a las 15 pero tiene que reunirse con Nicole Gamboa, ¿canceló? - dije, mi jefe entró a su oficina y yo entro detrás de él.

- Trata de posponerlo, no puedo perder ese turno - dijo sentándose en su silla y revisando los papeles en su escritorio.

-Enseguida, señor - dije retirandome.

Hice las llamadas necesarias y pospuse la reunión hasta las 17 hs para que Tomás arreglará unos asuntos con Nicole. Trabajó como su secretaría desde hace 5 años y hago un excelente trabajo pero cuando pido un ascenso, su respuesta es la misma.

La respuesta es si... pero deja que primero encuentre un reemplazo para ti, tu trabajo es importante.

Eso fue hace 3 años, varias veces le reclame pero nada cambio.

Mi jornada termina a las 7, conduzco hasta nuestro apartamento y dejó mi carro en el garaje. Entro, dejo mi bolso en la mesa y me siento frente al ordenador. Abro una página en Word y comienzo a escribir.

Capítulo 21

Anabelle entra a su jornada laboral con una gran sonrisa, saluda a Delia, la contadora, y prepara el café de su jefe, Mike. Mientras lo hace, piensa en lo afortunada de tener un buen salario y un gran jefe aunque a veces crea que no puede con el reto... luego recuerda que es Anabelle y se le pasa. Cuando el llega, toma el café y se adentra a su oficina, no sin antes dedicarle una sonrisa a Anabelle. La mencionada quedo perpleja, ¿lo imagino o esa era una sonrisa coqueta? Aún recordaba las palabras de su hermana.

"¡El jefe está loco por ti, es mas que obvio!"

Le había parecido una locura pero después de que su hermana la "ilustrara" con novelas sobre asistentes que tienen una relación con sus jefes, lo consideró posible... en el término figurativo, claro. Era verdad que su jefe Mike era guapo pero era sólo eso, su jefe. "No vas a tener nada con el o perderás tu empleo", se repetía ella constantemente como un mantra.

- ¡Tierra llamando a Anabelle, responde! - decía su hermana sacudiendo su mano frente a su cara hasta que reaccionó - ¿Cómo fue tu viaje a la luna?

- No es divertido, Inés - dijo Anabelle con el ceño fruncido - Estaba pensando en mis tareas pendientes.

- ¿Pensar en tu jefe forma parte de ellas? - dijo Inés con una sonrisa pícara en su rostro.

- Ya te dije que yo no mezclo mis relaciones personales y el trabajo - dije suspirando - Además, a mi no me interesa.

Inés tiene razón en una cosa: todas matarían por tener una noche con Mike, TODAS... excepto Anabelle, su trabajo exige ser profesional. Pero aún sigue sin entender algo: ¿por qué Mike no la asciende? Hace un muy buen trabajo, lo merece. En ese momento, una idea loca viene a su mente, como si hubiera sido iluminada.

¿El estará interesado en mi?

Regresa a casa con esa pregunta en la cabeza, prepara la cena y por suerte, el tema no vuelve a tratarse. Más tarde, ayuda a Inés con la tarea de matemáticas, ella es buena pero hay veces en la que se le complica y ¡Tatarara!, su "super- hermana mayor" viene al rescate.

- Recuerda Inés, para derivar multiplicaciones se utiliza la fórmula F(x).G'(x)+F'(x).G(x) - le explica lo más claro que puede.

- ¡¿Qué es esto?!¡¿Chino básico?! - dijo Inés mirando la hoja de ecuaciones con cara de "¡¿Cómo carajo resuelvo esto?!"

- Sólo es cuestión de práctica - dijo su hermana para cerrar su carpeta y guardarla - Mañana te ayudó a repasar antes de irme a trabajar.

- ¡Eres la mejor! - dijo Ines abrazandola.

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Guarde el documento y dejé mi escritorio para preparar la comida, tanto trabajo me da hambre. Cuando termine, lave los platos y fui a mi cuarto. En el pasillo, me detuve frente a esa puerta por un momento.




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