Capitulo cinco

Hace como media hora que Jake se fue, la verdad es que fue bueno hablar con él, necesitaba desahogarme. Hace años que no hablo de nadie sobre ese tema, mis padres no lo mencionan para no hacerme sentir mal y mis amigos solo cuentan cosas alegres de sus vidas. Mi vida gira en torno a esa perdida, ni se por que sigo viva. Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de mi celular.

- ¿Hola? - pregunto al descolgar.

- Hola, cielo - dice una voz femenina que yo reconozco al instante.

- Hola, mama - contesto, hace tiempo que no hablamos - ¿Como esta todo allá? 

- Muy bien, hija - dice ella con un tono dulce - Escucha, te llamaba para preguntarte si mañana podemos ir a tu casa a celebrar nuestro aniversario, David y Margaret quieren verte.

- Por supuesto, mañana es mi día libre - digo, estoy ansiosa por verlos - Les preparare un pastel para celebrar, solo no olvides preparar la lasaña que tanto me gusta.

- Claro que si, mi amor - dice ella divertida, sabe que me encanta su comida y en especial esa - Te mando un beso, adiós.

- Adiós, mama - digo para cortar la llamada.

La voz de mi madre siempre me calma... pero no puede alejar esos recuerdos que me duelen tanto, los que me quitan los deseos de seguir viviendo. Sin embargo debo seguir y hacer el deseo de Claire realidad, se que le gustaría ver su sueño realizarse. Eso me recuerda que debo tomar mi medicina, mis padres me gritaran de todo si descubren que me he saltado dosis. Pero antes de eso, tomo mi netbook y abro mi borrador.

Capitulo 22

- ¿Mama y papa van a venir? - pregunto Ines emocionada, su hermana asintió.

- Y no solo ellos, Emma también - dice Anabelle e Ines hace un puchero - Oh, vamos, no tienes por que estar celosa.

- ¡No estoy celosa! - dijo Ines cruzada de brazos.

Claro que lo esta, Anabelle conoce a su hermanita demasiado bien. Sus padres adoptaron a Emma hace 11 años cuando era una recién nacida, su madre murió durante el parto y su padre... bueno, no quiso hacerse cargo del "error"; Anabelle se enerva cada vez que recuerda esa palabra escrita en su expediente. En fin, es por eso que Emma esta tan celosa: ya no es la menor y por eso no es la mas consentida.

- Ines, tu sabes lo mucho que te amamos - dijo Anabelle abrazando a su hermana y zarandeándola - Mucho, mucho, ¡mucho!

- ¡Okey, okey, ya entendí! - dijo Ines entre risas, Anabelle la soltó.

- Esa es la hermana que tanto amo - dijo Anabelle para darle a Ines un beso en la mejilla.

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Guarde el archivo y fui directo a la cama, aun no se que agregarle para ponerle salseo... o por lo menos algo interesante. Al cerrar los ojos, lo primero que vino a mi mente fue la propuesta de Tomás, ¿en serio sera capaz de presentarme a sus padres como la chica que le gusta? Sinceramente, no se que es lo que siento por él... pero no creo que sea amor. En fin, a la mañana siguiente, veo que Tomás esta mas cansado que de costumbre.

- Señor, ¿esta bien? - pregunto preocupada.

- Si, si, solo... - dijo él con la voz algo debilitada - tuve una noche intensa.

"Intensa"... con esa palabra, solo puedo imaginar que tuvo un encuentro cercano a una mujer y que quedo agotado. Entonces le propongo tomar su lugar para que pueda descansar un poco, Tomás considera que no es una buena idea pero yo insisto en que debe recuperar fuerzas. Al final accede pero con la condición de que lo llame si las cosas se ponen difíciles o si algún documento necesita su firma.

- Muy bien, comencemos - dije para sentarme en su silla giratoria y darme cuenta de lo cómoda que es - Como amo esta silla.

Miro el escritorio con todos los papeles y los organizo para comenzar con el trabajo, no es mucho a decir verdad. Luego uso su laptop y pido una silla parecida a la de Tomás para que la envíen a mi casa, en serio es cómoda. Luego fue la reunión para ver los resultados de las inversiones y exponer nuevas ideas, a todos les pareció raro que yo dirigiera todo pero supe como demostrarles que era capaz de hacerme cargo de mis responsabilidades. Al terminar el día, le llamo a Tomás para darle el informe.

- Excelente, me alegra que hayas podido con todo sola - dijo Tomàs satisfecho.

- Le dije que podía - dije de manera superior, se que no debería presumir pero creo que no le molesta - Por cierto, ¿descanso?

- Bastante, gracias a ti - dijo Tomàs, hay silencio por unos segundos hasta que lo rompe - Por cierto, ¿has pensado en lo que te dije la ultima vez?

- ¿Sobre lo que siento por usted? - cuestione, su silencio hablo por él - Aun no lo se, hace años que no tengo nada con nadie... pero lo estoy considerando.

- Espero que yo este entre sus opciones - susurro esperanzado, creo que no sabe que lo escuche.

- Puede ser - dije dibujando una media sonrisa, hace tiempo que no lo hago - Como sea, lo veo mañana.

Corto la llamada y recojo mis cosas, hoy fue un día tranquilo. Mientras voy a mi auto, no dejo de pensar en lo que paso: ¿que fue ese calor de estomago que sentí hace un momento?, ¿y esa vibración en mi pecho? Puede que este equivocada pero creo que tuve ganas de... reír. Vaya, no había tenido ese deseo desde hace mucho tiempo, creo que Tomàs me esta afectando. En fin, cuando estoy por llegar a mi casa, veo que alguien esta parado justo en la puerta.

- ¿Teresa? - digo en cuanto la reconozco y me acerco a ella - ¿Que haces aquí?

- Vine a hablar contigo... sobre Jake - dijo ella cruzada de brazos - Él me dijo que eres su amiga pero necesito saber... ¿ustedes fueron algo mas?

- Fuimos novios durante los últimos dos años de la secundaria pero terminamos antes de que se fuera a la universidad, ¿por que? - digo sin entender a donde quiere llegar.

- Porque él no me quiere decir nada de ti, mas que de su amistad, y eso me pareció raro - dijo ella con la mirada baja, creo que esta avergonzada.