Perfectos Desconocidos

»Capítulo Uno: “Acercamiento.”

 

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—Venga, Jamaica. Ya falta poco para llegar.—Resoplé del cansancio.— ¿Por qué no tomaste el autobús?


 

—¿Hablando sola, otra vez?—Apareció Jack, mi mejor amigo.— Debes ir con el psiquiatra, bonita.


 

—Tienes una amiga muy tonta.—Ambos reímos a medida que subíamos las escaleras de la escuela.—He venido caminado desde mi casa.


 

Él negó varias veces con la cabeza, ya sé lo que está pensando, pero decidí restarle importancia. Nada me hará cambiar de opinión sobre ello.


 

Caminamos hacia nuestra primera clase, que por suerte estamos juntos en ella. Aún no logro acostumbrarme a los largos pasillos que poseen las instalaciones, fue un cambio drástico el dejar el campo para venirme a la ciudad después de toda una vida, pero hasta ahora me ha gustado mucho. 


 

—Jamie.—Fruncí el ceño y voltee.— ¿Quieres entrar a clases?


 

—Jack, entremos, no seas holgazán.—Lo tomé del brazo, riendo.— Venga, vamos.


 

—No quiero dar cálculo.—Hizo un mohín, suplicando.


 

—Nadie, pero nos ayudará en un futuro para ser...—Me interrumpió.


 

—Cállate, Jamie.


 

Voltee los ojos y me dejé llevar por mi mejor amigo, quien entrelazó su brazo con el mío y tomamos rumbo al jardín, nuestro lugar de encuentro.


 

Una vez allí, visualicé la rubia cabellera de  Jessica, sonrií al vernos y  saludó con su mano.


 

—Jamie, que guapa estás.—Saludó, sonreí apenada y se sueltó a reír.— Deja de ser tan penosa, linda.


 

—Que no soy penosa.—Chillé. Vale, a veces era un poco penosa con mi grupo de amigos.


 

—Vale, no lo eres.—Ambas reímos mientras tomaba asiento a su lado.— ¿Qué clase se han saltado?


 

—Cálculo, Jack no quería entrar y heme aquí.—Haice una mueca.


 

Jack posó su cabeza sobre mis piernas y suspiró con pesadumbre. El día de ayer fue un poco ajetreado para él, tuvo que cuidar a su abuela que está en el hospital y después atender a su hermana menor, todo lo hace con una sonrisa pero duerme muy poco. Acaricio su cabello para que se relaje, y parece funcionar al ver sus párpados cerrarse torpemente.


 

—Entre ustedes dos hay algo.—Susurró Jessica.


 

Negué de inmediato. Jack es un gran amigo, nunca me ha llamado la atención y no habría cabida para ello en mi vida.


 

—Te escuché, Jess.—Dijo Jack entre dientes.—  No tenemos nada, supéralo.


 

Mi celular empieza a vibrar en mi bolsillo trasero, me incliné un poco para poder tomarlo sin quitar la cabeza de mi amigo de las piernas, lo sujeté entre mis manos y presioné para ver el mensaje recibido. Es del chat grupal. Desbloquee el móvil para poder leerlo.


 

"Bradley: ¿Qué tal les suena cabaña para ocho el próximo fin de semana?"


 

Ocho... sigue sin aceptarme en su grupo, por lo que es claro que en ese viaje no hay espacio para mí. Restándole importancia, me dispuse a guardar nuevamente mi celular pero esta acción se vio interrumpida cuando vibró otra vez. Desbloquee y leí.


 

"Dylan: Somos nueve."


 

Sonreí a leer esto. Al principio fue difícil entrar en confianza, solía ser incómodo llegar por mi propia cuenta a este lugar, debía estar acompañada de Jack para tener la valentía de hacerlo, pero paulatinamente tuve la oportunidad de conocer a la gran mayoría y de ese modo iniciamos una hermosa amistad, con todos a excepción de Bradley. Desde el primer día me colocó mala cara sin darse la oportunidad de conocerme, pero sus motivos tendrá.


 

"Bradley:  Ok.


 

¿Qué dicen?"


 

—¿Van a ir?—Inquirió Jessica con la mirada posada en su teléfono.


 

—La cabaña de Bradley es lo mejor.—Jack se incorporó para observarme.—Por favor, vamos.


 

—No le agrado a Bradley.—Negué inmediatamente. —¿Para qué ir a la cabaña de la persona que no me tolera?


 

—Será divertido, Jamie.—Jessica me observó fijamente.—Vamos.


 

Me encojo de hombros. Será una pésima idea, no quiero tener momentos incómodos con Bradley en su territorio.


 

—No lo sé, debo pensarlo y además pedir permiso.


 

—Me aseguraré de que lo hagas, hablaré con tu madre personalmente para pedirle permiso.—Jack sonrió victorioso.  Mi mamá adora a Jack y a donde va él, voy yo. Es un excelente amigo, y en las pocas personas que confío.


 

(...)


 

—¿Qué te han dicho?—Inquirió Lauren.— ¿Te dieron permiso?


 

—Sí, pero no sé si deba ir.—Hice una mueca.—No me siento acogida por su parte.


 

—Verás.—Tomó mi mano y suspiró.— Él es muy cerrado, ha estado con nosotros desde la primaria y no deja que otras personas entren en su círculo social... me sorprende el hecho de que ha tenido novias. 


 

Reímos por lo último que dijo. Me levanta un poco el ánimo saber que es así por naturaleza, por lo que decido asistir. Sin embargo, aún estoy a tiempo de echarme para atrás si noto desprecio por parte de Bradley. 


 

Cerré los ojos durante unos minutos y posé mi cabeza sobre el escritorio. El taller de Química me dejó exhausta, espero poder dormir cuando llegue a casa, aunque primero debo ir a correr.


 

—Señorita Jamaica.—La voz del profesor invade mis oídos.—Levántese.


 

Me sobresalté de inmediato, acomodé mis gafas y pasé la mano por mí cabello.


 

—Detención, en la salida.




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